28 de noviembre / Gil Colunje
Yo no tengo del vate afortunado
ni el estro, ni la voz, ni la armonía,
para cantar tus glorias, ¡patria mía!
y tu nombre y tus héroes bendecir.
Mas si no sé pulsar el arpa de oro,
ni arde en mi sien el numen soberano,
yo tengo un corazón americano
que sólo por tu amor sabe latir.
Por esto, al recordar que destrozaste
el yugo a que un tirano unció tu frente,
tu oprobio olvido en mí entusiasmo ardiente,
para romper, de gozo, mi laúd,
pero, ¡ay! a mi pesar viene a mis labios
un recuerdo que traigo a la memoria,
de esa sangrienta, criminal historia
de tu pasada, negra esclavitud.
Aún me parece que te miro esclava,
aherrojada entre grillos y cadenas,
y que un eco no encuentras a tus penas
sino del hierro en el ingrato son;
que sueñas Libertad en tus ensueños;
que gritas ¡Libertad! en tu agonía,
y que al nacer la luz del claro día
disipa tu esperanza y tu ilusión!…
Oh!, se apagaba el horizonte hermoso
que el mundo de Colón miró en su cuna,
y ya sólo, al fulgor de opaca luna,
contemplaba horroroso el porvenir,
cuando de pronto se tomó el gigante,
alzó la frente y proclamó la guerra,
silvó la tempestad, ardió la tierra
y dio principio el fiero combatir…
Citar este texto en formato APA: _______. (2011). WEBSCOLAR. 28 de noviembre. https://www.webscolar.com/28-de-noviembre. Fecha de consulta: 24 de diciembre de 2024.