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Biografía de José Ingenieros

INTRODUCCIÓN

Las obras de José Ingenieros datan de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. José Ingenieros fue sin duda alguna, un librepensador. Pero eso no obsta para que, cómo todo ser humano, haya tenido sus defectos. El mayor de ellos fue su posición racista, ya que consideraba a los negros como seres inferiores e indignos de la especie humana. Este otro de los intelectuales representativos del pensamiento de este fin de siglo en Argentina. Su figura es difícil encuadrarla dentro del discurso positivista, ya que su pensamiento recibe aportes del más variado y diverso movimiento cultural y filosófico. Su influencia va de la estirpe positivista y evolucionista, pasando por el linaje modernista, romántico y espiritualista hasta el marxismo reformista y el ala revolucionaria.

Este trabajo tiene como finalidad dar a conocer detalles fundamentales de este escritor y filósofo, sobre todo una detallada biografía para dar a conocer sus pensamientos, publicaciones que ha realizado este autor durante su trayectoria.

VIDA Y LOS APORTES DE JOSE INGENIEROS

  1. BIOGRAFIA

Nació en Palermo (Italia) el 24 de abril de 1877 y a él se le deben numerosos trabajos en el campo de la psiquiatría y la criminología- fue un importante referente intelectual de su tiempo en los campos de la filosofía y la psicología y un gran divulgador de los más grandes pensadores argentinos.

  1. SUS ESTUDIOS

Estudió Medicina, carrera en la cual tuvo como maestro a José María Ramos Mejía. En 1892, ya habiendo finalizado sus estudios secundarios, fundó el periódico La Reforma y un año después, 1893, ingresó como alumno a la Facultad de Medicina de Buenos Aires, de la que se recibió en 1897 de farmacéutico y en 1900 de médico con su tesis Simulación en la lucha por la vida. A la hora de especializarse Ingenieros eligió la psiquiatría y la criminología y se centró fundamentalmente en el estudio de las patologías mentales. Sin diploma aún, en 1899, se convierte en jefe de clínicas de las cátedras de Neurología y Medicina Legal (en el Servicio Nacional de Alienados) Cátedras de Ramos Mejía y de Veyga respectivamente. Así surge el alienista.

Su tesis, La simulación de la Locura premiada por la Academia de Medicina de París y ganadora de la Medalla de Oro de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires fue su carta de presentación como científico descollante. Enseguida obtuvo un importante puesto en la Cátedra de Neurología de Ramos Mejía y también pasó a desempeñarse en el Servicio de Observación de Alienados de la Policía de la Capital. Tenía entonces 23 años y ya era un destacado psiquiatra, sociólogo y criminalista. Sus trabajos en el ámbito de la psicología disciplina de la que fue un gran impulsor comenzaron en 1904, cuando ganó por concurso la suplencia de la Cátedra de Psicología Experimental en la Facultad de Filosofía y Letras.

  1. EL INICIO DE SU CARRERA

En 1908 fundó la Sociedad de Psicología y dio término a su obra Principios de Psicología que sería el primer sistema completo de enseñanza de esa materia en el país. Ingenieros tuvo una gran oportunidad de llevar a la práctica sus saberes científicos cuando se hizo cargo del Instituto de Criminología de la Penitenciaría Nacional de Buenos Aires. En realidad su apellido era Ingegnieros pero se había quitado la g para estar a tono con la nacionalidad. Tiempo atrás había quedado el joven dannunziano de Al Margen de la Ciencia. Y que se considerara a sí mismo un “espíritu nietscheano en acción”.

Fundador de la revista socialista La Montaña, junto con Leopoldo Lugones en 1899; o el fumista del grupo la Syringa (así la bautizó Ruben Darío) sociedad satánica de ética y crítica que existía, preexistía y subsistía. Y que efectuaba tremendas bromas como extraños ritos de iniciación. En su extravagante periódico El Mercurio de América, anunciaba por ejemplo la creación de la Facultad de Ciencias Herméticas, y sus cátedras Ocultismo, Cábala, Magnetismo trascendental o la necesidad de crear una cátedra de Hiperquimica. Tal vez en su libro La Simulación en la Lucha por la Vida, de 1901 se pinte a sí mismo cuando habla del ‘fisgón’ (equivalente del francés fumiste): “sujetos mentalmente superiores, artistas de la simulación”. Y en Simulación de la Locura, de 1900, ejemplifica con casos de su experiencia en círculos literarios a propósito de las bromas que sugestionan, y su terapéutica natural: el ridículo para desugestionar. Este texto era su tesis de doctorado y la había dedicado al portero de la Facultad, su padrino: Eduardo Wilde.

La llegada a Buenos Aires del criminólogo y anarquista italiano Pietro Gori lo entusiasma por la criminología. A partir de la creación de los Archivos de Psiquiatría y Criminología discute las tesis de degeneración de Lombroso y las clasificaciones de Ferri. En Criminología, de 1907 reunirá sus concepciones. Explicando que el estudio específico de los delincuentes no puede ser sino el de un funcionamiento psíquico y propone clasificaciones psicopatológicas pues el temperamento criminal es un síndrome psicológico. En 1907 publica, en francés, El Lenguaje Musical, premiado por la Academia de Medicina de París. Allí asegura, por suposición y deducción que: “las imágenes auditivas, visuales, fónicas y gráficas especializadas para el lenguaje musical, están localizadas en sub-centros anatómicos incluidos en los centros de Wernicke, de Kussmaul, de Broca y de Exner, respectivamente”. Y supone las localizaciones para cada ejecución: violín, piano, etc. A pesar que su prosa es por momentos modernista (como sus amigos literatos R. Darío, L. Lugones, etc.) lo cual implica una estética que repudia cualquier teoría mecánica de la vida, su desprecio por Bergson, por ‘anticientífico’ y por las ‘exageraciones experimentales de los wundistas’ lo llevan a construir su Psicogenia. A partir de Haeckel, Le Dantec y la hipótesis energeticista de Ostwald. Así la llamará en una primera edición de 1910, en los Archivos, (donde ya en 1902 había editado la Psicopatología en el Arte). Luego sin cambios sustanciales, la publicará en 1911 como Principios de Psicología Biológica. De la cual dirá que es una ciencia que estudia las funciones psíquicas de los seres vivientes, o sea una historia natural de las funciones psíquicas. Será genética y se apoyará en la observación. Articula tres hipótesis fundamentales, primera: la formación de la materia viva, donde se opone al vitalismo y la generación espontánea, segundo: la formación natural de la personalidad conciente, oponiéndose a la formación de la conciencia epifenoménica o creadora, y tercera la formación natural del pensar, para descartar el racionalismo intelectualista. Los modos reales del pensar son creencias que se armarán lógicamente de acuerdo en su éxito en la lucha por la supervivencia.

Estos modos tienen una función biofiláctica, o sea de protección de la vida. Aunque escapa a los marcos de toda psicología intelectualista, la reduce a lo biológico. Ya había sido el teórico de una medicina social preventiva, organizando la defensa social contra los individuos inadaptados. Alienado, loco o delincuente deberá ser segregado. La improductividad no debe tener lugar. De tal manera la ciencia es pensada en función de su pragmatismo social.

En 1914 José Ingenieros se casa con Eva Rutenberg en Lausana, Suiza; aunque el noviazgo se había iniciado en Buenos Aires. Del matrimonio nacieron cuatro hijos, Delia, Amalia, Julio y Cecilia. Su mujer Eva Rutenberg lo sobrevivió por 30 años, en tanto que su hija menor Cecilia falleció en 1995 y la mayor Delia en 1996.

A partir enero de 1915, funda y dirige La Revista de Filosofía. Publicación bimestral dedicada a la ciencia y filosofía con artículos de autores nacionales y con una profusa sección de análisis de revistas y libros. Reinstalado como docente de la Facultad de Filosofía funda el primer Seminario de Filosofía. Y en el Congreso Científico de Washington presentó su ensayo La Universidad del Porvenir. Ingenieros inicia una serie de trabajos que “completan una ética funcional”, y llevan a que se lo considere el Conductor de las Juventudes de América: en 1917 Hacia una Moral Sin Dogmas, y Las Fuerzas Morales, entre 1918-23.

En el cual entre otras cosas propone que las facultades de filosofía se transformen en centros destinados a la síntesis de las producciones científicas de cada facultad en particular. En pos de una filosofía científica que coordine el conocimiento de los hechos. Porque las facultades deben representar el saber organizado y sintetizar las ideas de su época. A esta misma etapa corresponden Proposiciones Relativas al Porvenir de la Filosofía en 1918, Ciencia y filosofía tiene el mismo objeto y están igualmente determinadas. La filosofía se distingue porque tiene por objeto problemas que van más allá de experiencia científica. Destinada a ser una metafísica de la experiencia. O sea asumiendo el necesario carácter hipotético de lo que es inexperiencial, aunque no teniendo carácter trascendental. Ese residuo inexperiencial de los hechos resultará cognocible, y en ello radica la especificidad de la filosofía. También Las Doctrinas de Ameghino en 1918, la crítica y análisis de ética histórica de Evolución de las Ideas. En 1919 renunció a todos los cargos docentes y comenzó hacia 1920 su etapa de lucha política, participando de manera activa en favor del grupo progresista “Claridad”, de tendencia comunista. En 1922 propuso la formación de la “Unión Latinoamericana”, un organismo de lucha contra el imperialismo que difundió continentalmente las ideas antiimperialistas.

Así, a los 48 años Ingenieros muere, en 1925, después de haber sido consecuente con el proyecto de sus mayores, llevándolo al más alto grado de formalización que se pudiera dentro de su encuadre. De la manera que él lo estableció no resistiría las críticas. Se comprende: se había sacrificado la ciencia en función de su pragmatismo social. Este fue el último gran intento del positivismo cientificista. Y su extinción en la Argentina fue coincidente con el quiebre del clásico orden constitucional que su primera generación (Alberdi et álteres) había gestado.

  1. SU LEGADO

Nótese que siendo el más importante introductor de psicología en Argentina, no se abocó a lo experimental, sino a generar un sistema, que como tal no tuvo desarrollos, aunque sí acuerdos parciales. No construyó una teoría psiquiátrica, pero sus textos al igual que los psicológicos fueron felicitados por figuras de la talla de Ribot, Janet, Le Dantec, etc. En el terreno de la Criminología es donde más continuadores tuvo. Al punto de ser ésta considerada un invento argentino, e incluso más precisamente de Ingenieros. Sin embargo, su tarea ha dejado páginas brillantes, plenas de intuiciones valiosas, sobre todo cuando sus propósitos están alejados de lo científico. Crónicas de Viaje y Al Margen de la Ciencia, son buena prueba de ello. Tal vez su influencia más importante se exprese a través de sus encendidos textos moralizantes. Y el trabajo de su última etapa (La Evolución de las Ideas Argentinas, La locura en Argentina, La Doctrina de Ameghino, etc.) aún cuando esté al servicio de generar una continuidad histórica, y bajo el supuesto de que filosofía y política son equivalentes, es admirable. Siendo un magnífico muestrario del estilo y la evolución de la ética nacional.

Ingenieros fue el motor de grandiosas tentativas culturales, las que llevó a cabo con su extraordinaria capacidad de trabajo y un éxito considerable. En este empeño quedó atrapado por los preceptos de una época. En efecto, habiendo adherido al positivismo, se aferró a él, porque los fantasmas de la sociedad colonial lo perturbaban. Y no concebía otra manera de escapar a lo místico que no fuera su incondicional adhesión a los hechos. Toda la originalidad de su enfoque en la forma de incluir la ética y la filosofía, no alcanzó para despegarse de una visión científica (cientificista) que resultó insuficiente a todas luces.

En 1925, a pocos meses de su muerte, creó el mensuario “Renovación” en contra del imperialismo, firmando con los pseudónimos de Julio Barreda Lynch y de Raúl H. Cisneros. Al paso del tiempo discrepó con las posturas del socialismo de Estado y empezó a colaborar con periódicos anarquistas, llegando a ser abiertamente un simpatizante del anarquismo, varias de sus obras literarias reflejan este acercamiento. Esto se debió en parte a la influencia de criminólogo italiano Pietro Gori.

  1. PENSAMIENTOS

Su trayectoria vital e intelectual atraviesa el clima fin de ciclo de los últimos años ‘90, el del Centenario y el de los radicales años ‘20. En su juventud, este autor recibe influencia de las ideas socialistas de su padre, quien vinculado a la Primera Internacional, dirige uno de los primeros diarios socialistas de Italia. Entre 1895 y 1898 aparecen escritos de José Ingenieros de corte socialanarquizante. Milita en el Partido Socialista Argentino por esos años junto a Juan B. Justo y dirige junto a Lugones el periódico La Montaña (1897). Entre 1898-1899, el discurso de Ingenieros se ve penetrado por categorías que se reclaman de una sociología científica encuadrada ahora sí coherentemente dentro de las matrices del positivismo evolucionista y darwiniano. Se produce aquí una fusión entre categorías biologicistas con otras de tipo economicistas, provenientes del marxismo reformista.

Aunque la sociología de Ingenieros utiliza los métodos de las ciencias positivas, el análisis de lo social resulta bloqueado por la importancia acordada al factor económico en la evolución histórica y a la definición del hombre como productor, cualidad que le permite engendrar un ambiente artificial que altera las condiciones en que se desenvuelve la lucha por la vida. La idea se resume en la idea las sociedades humanas evolucionan dentro de las leyes biológicas especiales, que son leyes económicas. Entrado el 1900, Ingenieros abandona la militancia en el Partido Socialista, y pasa a desempeñar un cargo como Jefe de clínica en el Servicio de Observación de Alienados de la Policía de Buenos Aires, y en 1907 dirige el Instituto de Criminología anexo a la penitenciaría nacional. Además de la impronta evolucionista, aparece en la escritura ingenieriana su formación médica, además de su adscripción a la antropología criminológica que proponía Lombroso. Recordemos que la teoría lombrosiana, refiere a la existencia de caracteres físicos que permiten definir el tipo clásico del criminal nato.

En el estudio de la relación entre las perturbaciones mentales del individuo y los problemas sociales, concluye que son las primeras las causas determinantes de la actividad antisocial. Pero todo esto adquiere sentido dentro de su proyecto de nación moderna, integrada al mercado y a la cultura occidental. Ingenieros cree que las sociedades progresan hacia nuevas formas de evolución. La reflexión sobre la cuestión social demandará la emergencia de las ciencias sociales como saberes normativos que permitan integrar el disenso y segregar a los estratos sociales patologizados o renuentes a integrarse al proyecto de nación moderna.

La trayectoria intelectual del autor no termina en su labor como psiquiatra, criminólogo y sociólogo positivista. Entre 1910 y 1916 se produce un giro en su itinerario que marcado tambien por su adhesión a la Revolución Rusa y la Reforma Universitaria. En este giro, su pensamiento se ve influenciado por el modernismo estético y político, y el marxismo revolucionario.

  1. PUBLICACIONES

Sus ensayos sociológicos, El Hombre Mediocre y ensayos críticos y políticos, como Al margen de la ciencia, Hacia una moral sin dogmas, Las Fuerzas Morales, Evolución de las ideas argentinas y Los tiempos nuevos tuvieron un gran impacto en la enseñanza a nivel universitario en Argentina y obtuvieron una gran adhesión moral entre la juventud latinoamericana. Además de dirigir su periódico bimestral, “Seminario de Filosofía”, mezcló su pasión por la ciencia con una ética social acentuada. En sus múltiples actividades demostró una capacidad y penetración aReforma Universitaria iniciada en 1918 fue elegido Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras, con amplio apoyo del movimiento estudiantil.

Dos obras del autor son significativas de este momento. Una es El hombre mediocre, surgida de un curso en la Facultad de Filosofía del año 1910, donde Ingenieros estigmatiza sin piedad al partidario de la rutina y el espíritu conservador, al domesticado y al sumiso mientras reivindica a los idealistas. Y en esta obra aparece una clara influencia de las ideas del espiritualismo modernista de Rodó.

La otra obra significativa es un trabajo que Ingenieros presenta en 1916 en el II Congreso Científico Panamericano llamado La Universidad del porvenir (artículo que constituye la antesala del programa del Manifiesto Liminar de la Reforma universitaria (redactado por Deodoro Roca), donde prolonga puntualmente las apreciaciones de El hombre mediocre cuestionando la Universidad de la rutina, así como también la del mecanismo administrativo y burocrático. En ambos casos -1910 y 1916- estaba en juego la lucha entre renovación y rutina, entre los ideales nuevos y la burocratización domesticadora, entre las fuerzas morales promotoras de la renovación incesante y las fuerzas inerciales de lo viejo y ya corroído por la ausencia de ideales y de juventud.

Entre sus publicaciones más famosas tenemos:

CONCLUSIÓN

Ingenieros psiquiatra, criminalista, psicólogo, bromista, historiador, ensayista, poeta, crítico, maestro. Excelente lector, e infatigable autor, ha dejado páginas para todos los gustos posibles. Notablemente informado de la ciencia de la época, trató de sintetizarla en su producción. La influencia que ejerció en el plano científico fue más por las instituciones y publicaciones creadas por él, que por su contenido teórico. Más, su actitud infatigable, que sus conceptos. Dado que éstos, que en realidad era más una exploración bibliográfica que un trabajo de campo, presentaban un sistema muy cerrado. Sus suposiciones se conforman en doctrina que explica todo, guardando una formidable coherencia. Aún cuando presenta perspicaces inferencias (algunas corroboradas luego), la necesidad de explicarlo todo de acuerdo al modelo biológico (biologicista), dejó la ciencia con escasas respuestas, y sin discípulos de valía. Curiosamente muchos que se consideraron sus alumnos y seguidores no retomaron nunca sus enseñanzas.

RECOMENDACIÓN

BIBLIOGRAFÍA

AGOST, H. 1958. Ingenieros ciudadano de la juventud, Buenos Aires: Hemisferio

BAGÚ, S. 1936. Vida de José Ingenieros, Buenos Aires: Claridad

CASTILLO, J. José Ingenieros y su aporte a la Teoría Sociológica. Yahoo Geocities. http://www.geocities.com/Eureka/Mine/7903/teoria-socio1.html

EDITORIAL PUNTO DE ENCUENTRO. Biografía de José Ingenieros. http://www.puntoed.com.ar/autores.php?idAutor=77

MANGIOLA, B. El Multifacético José Ingenieros. U.N.L.P. http://www.m67.com.ar/gyp/civilyb/ver99/jose_ingenieros.html

PONCE, A. 1974. «Para una historia de José Ingenieros», en Obras Completas de Aníbal Ponce, pp. 139 – 210, Buenos Aires: Yunque.

RAMÍREZ, E. 2001. El Idealismo de José Ingenieros. Arandú, 1: 22 páginas. Buenos Aires, Argentina.

JOSE INGENIEROS

(n. 24 de abril de 1877, en Palermo (Italia); m. 31 de octubre de 1925 en Buenos Aires)

Citar este texto en formato APA: _______. (2013). WEBSCOLAR. Biografía de José Ingenieros. https://www.webscolar.com/biografia-de-jose-ingenieros. Fecha de consulta: 27 de diciembre de 2024.

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