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biografía de Nelson Mandela

NELSON ROLIHLAHLA MANDELA
Rolihlahla Dalibhunga Mandela.
18 de julio de 1918, Qunu, Umtata, provincia del Cabo Oriental (antiguo bantustán de Transkei), Sudáfrica.

Perteneciente al clan madiba, de la etnia xhosa, y uno de los 15 hijos de un consejero principal de la casa real Thembu (a su vez nieto de rey), en 1927, tras quedar huérfano de padre, quedó al cuidado del regente de los thembu, el jefe Jongintaba Dalindyebo. Recibió la educación primaria en el Methodist Boarding School y la secundaria en el Wesleyan School de Healdtown, de donde pasó al Universitary College de Port Hare en 1939.

Como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles, su participación en acciones de protesta le acarreó la expulsión de las aulas en el tercer año de carrera, con lo que tuvo que terminar su diplomatura por correspondencia desde Johannesburgo. Posteriormente inició estudios de Derecho en la Universidad de Witwatersrand. Mandela inició un estrecho vínculo con Walter Sisulu, quien le presentó a un bufete de abogados, facilitándole una salida profesional.

En los años de la Segunda Guerra Mundial, Mandela, Sisulu, Oliver Tambo y otros jóvenes militantes, bajo el liderazgo de Antón Lembede, trabajaron por la transformación del ANC, en un movimiento de masas con un programa de exigencias radicales al Gobierno racista sudafricano. A tal fin, en septiembre de 1944 pusieron en marcha la Liga de la Juventud del ANC (ANCYL), de la que Mandela fue elegido secretario tres años después.

El programa, que contemplaba el llamamiento a la huelga, la desobediencia civil, la no cooperación y otros instrumentos de lucha no violenta, más un plantel de demandas sobre la igualdad jurídica de los ciudadanos de color. Cada vez más prestigiado entre sus compañeros, en 1950 Mandela fue promocionado a miembro del CNE.

Como presidente de la ANCYL desde 1951, en junio de 1952 el ANC le encomendó la divulgación por todo el país de la denominada Campaña del Desafío a las Leyes Injustas, un movimiento de masas no violento por el que en el mes de julio fue procesado bajo la acusación de violar la Ley de Supresión del Comunismo. En septiembre la sentencia de nueve meses de prisión que recibió quedó en suspenso durante dos años, pero a cambio se le prohibió participar en actos públicos y ejercer cargos políticos hasta 1958, quedando confinado en Johannesburgo por espacio de seis meses.

En diciembre de 1952, Mandela, que acababa de ser elegido vicepresidente del ANC y presidente de su sección en Transvaal, y Tambo consiguieron abrir en aquella ciudad un despacho de abogados, el primero del país regentado con licencia por negros, labor que fue constantemente hostigada por las autoridades hasta el cierre del bufete en 1956.

Mandela siguió participando en las campañas contra las leyes discriminatorias de la mayoría negra y prestando asistencia legal a activistas con problemas con la justicia. Detenido y encarcelado en varias ocasiones, en marzo de 1960 le sobrevino un nuevo arresto días después de la matanza de Sharpeville y de la declaración de ilegalidad del ANC. En 1961 su caso fue revisado y quedó exonerado de la acusación de participar en actividades terroristas, pero en junio de 1962 fue detenido otra vez y recibió una sentencia condenatoria de cinco años de cárcel por los delitos de incitación a la huelga y de abandono ilegal del país, en referencia a unas estancias en Etiopía y Argelia para recibir entrenamiento militar.

En 1963 Mandela continuaba encarcelado cuando se le extendió su causa a los cargos de sabotaje y terrorismo. El 12 de junio de ese año, junto con otros siete altos dirigentes del ANC, fue condenado a cadena perpetua (el fiscal solicitó para él la pena capital) e internado en la prisión de máxima seguridad de Robben Island, situada en una pequeña isla en el mar a 7 km de Ciudad del Cabo. Desde su celda, el preso 466/64 se convirtió en el símbolo de la resistencia negra y de la conciencia secuestrada de la nación.

Su segunda esposa desde junio de 1958, Nkosikazi Nomzamo Madikizela-Mandela, más conocida como Winnie Mandela, que pronto se iba a revelar como una dirigente del ANC radical y autocrática a medida que la Policía se ensañaba con ella, fue a su vez puesta bajo confinamiento en 1977 en compañía de sus dos hijas y de sus nietos.

En abril de 1984 Mandela fue transferido a la prisión de Pollsmoor, en Ciudad del Cabo, y en diciembre de 1988 a la prisión Victor Verster, cerca de Paarl, donde, en atención a su dolencia de tuberculosis, se le aisló en un bungalow con piscina, jardines y un cocinero particular. Desde finales de los años setenta venía rechazando los ofrecimientos de los gobiernos de Balthazar Vorster y Pieter Botha para una remisión de su pena a cambio de aceptar la independencia, no reconocida internacionalmente, de los bantustanes (territorios negros teóricamente autónomos) y de hacer público su rechazo a la violencia.
El 5 de julio de 1989 Mandela fue invitado a tomar té con Botha en su residencia presidencial.

El 13 de diciembre Mandela celebró con él el primero de tres encuentros preliminares para tratar su liberación, la cual tuvo lugar el 11 de febrero de 1990. Tras casi 28 años en prisión y varias ofertas de libertad condicionada, Mandela había conseguido la vindicación política para su causa, pero también una victoria personal.

En sus primeras declaraciones, tanto a la prensa como a la muchedumbre que le acogió en el estadio de Soweto, el castigado barrio negro de Johannesburgo, el líder nacionalista prodigó los mensajes de moderación y de cooperación en la empresa iniciada por de Klerk.

Mandela aceptó la renuncia a la lucha armada del ANC, que había sido legalizado el 2 de febrero, por los Acuerdos de Pretoria del 6 de agosto de 1990. En los meses siguientes realizó una serie de viajes por todo el mundo para advertir contra un prematuro levantamiento de las sanciones a Sudáfrica, en tanto el Gobierno blanco no adoptara reformas decisivas y las fuerzas de seguridad siguieran cometiendo abusos. En julio de 1991 fue elegido presidente del ANC, donde en Durban dicto su primera conferencia en Sudáfrica.

Luego de consensuar Mandela y de Klerk, en el seno de las conversaciones multipartitas, los mecanismos e instituciones del período de transición, del 26 al 28 de abril de 1994 tuvieron lugar las históricas elecciones a una Asamblea Nacional multirracial de 400 miembros. Sin sorpresas, el ANC obtuvo una victoria masiva con el 62,6% de los votos y 252 escaños, mientras que el NP se hizo con el 20,4% y 82 escaños.

El 6 de mayo, conforme a lo pactado, Mandela formó un Gobierno de unión nacional con el NP, el IFP y el multirracial Partido Comunista Sudafricano (SACP). El día 9 la Asamblea le eligió presidente de la República y al día siguiente tomó posesión del puesto con un mandato de cinco años.

El sistema innegablemente que impuso el presidente funcionó en los cinco años siguientes: aseguró el total respaldo internacional; implicó a las élites blancas, luego de calmar sus últimas aprensiones, en la normalización del país; desarmó dialécticamente, con más rapidez de lo esperado, a la extrema derecha racista, que se automarginó completamente del escenario político; y apaciguó a ojos vista las tensiones violentas en la provincia de Natal, luego de ir aceptando el IFP su posición en el nuevo orden político.

El 30 de junio de 1996 el NP, conforme al anuncio hecho por de Klerk el 9 de mayo y coincidiendo con la aprobación de la nueva Constitución (que fue ratificada por Mandela el 10 de diciembre), abandonó el Gobierno de unión nacional alegando que el período de transición había concluido sin novedad, lo que dejó al segundo de Mandela, Thabo Mbeki, como único vicepresidente.

Con Mandela, Sudáfrica removió sus últimos estigmas internacionales. En las semanas inmediatamente posteriores a su asunción presidencial se produjeron los retornos a la Commonwealth (1 de junio) y a la Asamblea General de Naciones Unidas (23 de junio), así como los ingresos en la Organización para la Unidad Africana (23 de mayo) y el Movimiento de países No Alineados (31 de mayo). Durban fue la sede de la XII Cumbre trianual del MNA, el 2 y el 3 de septiembre de 1998, en la que Mandela fue elegido presidente de turno de la organización. Declaró que su país tenía intención de mantener buenas relaciones con todos los estados.
Viajó a las principales capitales mundiales, participó en numerosas citas multilaterales y tuvo invitaciones especiales a cumbres de organismos de los que su país no es miembro, como el Consejo Europeo de Cardiff del 15 de junio de 1998.

Su éxito mediador más importante ha sido en Burundi, donde en octubre de 1999 tomó el relevo del fallecido Julius Nyerere, ex presidente de Tanzania y otro destacado exponente de la lucha contra la supremacía blanca de la región, en los esfuerzos para un poder compartido entre las distintas tendencias de la minoría tutsi y la mayoría hutu. Así, el 28 de agosto de 2000 presidió en Arusha, Tanzania, la firma de un prometedor acuerdo de paz, del que, no obstante, se excluyeron los insurgentes hutus y varios partidos extremistas tutsis.

Mandela cumplió 80 años en un momento de plenitud personal y política el 18 de julio de 1998, día que escogió para contraer matrimonio en Johannesburgo con Graça Machel, de 52 años, viuda del antiguo presidente mozambiqueño Samora Machel, a la que conoció en Maputo en 1990 y que era su compañera sentimental al menos desde 1996. De su primera esposa, Evelyn Mase, una prima de su camarada Sisulu que pertenecía a los Testigos de Jehová, Mandela se separó en 1955 tras nueve años de matrimonio y haberle dado cuatro hijos (uno de ellos murió siendo un bebé y otro vástago pereció en un accidente de tráfico en 1969 cuando el padre estaba encarcelado), y la pareja terminó divorciándose en 1957. Como ya se citó, Mandela tuvo otras dos hijas con Winnie, de la que, tras tres años de separación, obtuvo el divorcio el 19 de marzo de 1996.

El 18 de diciembre de 1997, durante la 50ª Conferencia Nacional del partido celebrada en Mafikeng, presentó su renuncia oficial como presidente del ANC y fue sustituido por Mbeki.

En la primavera de 1999 realizó una vibrante gira nacional de despedida, en la que aleccionó a su pueblo en un sentido moral, y el 16 de junio entregó el testigo a Mbeki, rotundo vencedor en las elecciones presidenciales del día 2.
El jovial anciano de las camisas estampadas es un dirigente universalmente respetado y admirado. Probablemente la mayor figura política mundial viva, ha llegado a llamársele el “estadista perfecto”.

Mandela está en posesión de más de un centenar de títulos universitarios honoríficos y galardones de todo el mundo. Además del premio Nobel de la Paz concedido en 1993, que aceptó en nombre de todos los sudafricanos que se sacrificaron para traer la paz a su país, posee los premios J. Nehru al Entendimiento Internacional (India, 1980), Simón Bolívar a la Lucha por la Libertad (Venezuela, 1983), del Tercer Mundo (Reino Unido, 1985), de la ONU en el campo de los Derechos Humanos (1988), Lenin de la Paz (URSS, 1990), Sajarov a la Libertad de Conciencia por el Parlamento Europeo (1988), de la UNESCO en el campo de la Paz (1991) y Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (España, 1992), así como la orden de Oro Olímpica del COI (1993) y la medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos (1998), por citar sólo los principales honores. Ha escrito los libros autobiográficos (títulos traducidos al español) La lucha es mi vida (1988) y El largo camino hacia la libertad (1995).

Citar este texto en formato APA: _______. (2013). WEBSCOLAR. biografía de Nelson Mandela. https://www.webscolar.com/biografia-de-nelson-mandela. Fecha de consulta: 22 de diciembre de 2024.

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