MESOPOTAMIA
Los mesopotámicos tenían una arquitectura muy particular debido a los recursos que tenían disponibles. Hicieron uso de los dos sistemas constructivos básicos: el abovedado y el adintelado.
Construyeron mosaicos pintados en colores vivos, como negros verdes bicolores hechos por ellos mismos que eran muy creativos a manera de murales. No había ventanas y la luz se obtenía del techo. Se preocupaban de la vida terrenal y no de la de los muertos, por tanto las edificaciones más representativas eran: el templo y el palacio.
El templo era un centro religioso, económico y político. Tenía tierras de cultivo y rebaños, almacenes (donde se guardaban las cosechas) y talleres (donde se hacían utensilios, estatuas de cobre y de cerámica). Los sacerdotes organizaban el comercio y empleaban a campesinos, pastores y artesanos, quienes recibían como pago parcelas de tierra para cultivo de cereales, dátiles o lana. Además, los zigurats tenían un amplio patio con habitaciones para alojar a las personas que habitaban en este pueblo.
La escultura es de carácter religioso, el hombre sumerio, cuya civilización floreció entre el 3200 y 2400 a.c, se identifica por su tipo rechoncho, la nariz aquilina, cabeza y rostro afeitado. Los acadios lucen un porte más esbelto y una ostentosa cabelleras y la larga barba.
Las primeras manifestaciones de la escultura fueron los cilindros-sellos que tienen el contorno lleno relieves, los cuales quedan marcados en un hueco al rodar sobre tablillas de arcilla blanda. Durante la primera dinastía de Ur aumentó la producción de estatuas en las que y aparecen desnudas de medio cuerpo hacia arriba, vistiendo únicamente un faldón de piel oveja que cubría hasta los pies.
Unas veces representa soberanos, otros dioses, otros funcionarios, pero siempre personas individualizadas (a veces con su nombre grabado). Busca sustituir a la persona más que representarla. Cabeza y rostro desproporcionados respecto al cuerpo por este motivo, desarrollaron el llamado realismo conceptual: simplificaban y regularizaban las formas naturales gracias a la ley de la frontalidad (parte derecha e izquierda absolutamente simétricas) y al geometrismo (figura dentro de un esquema geométrico que solía ser el cilindro y el cono). Las representaciones humanas se veían afectadas de una total indiferencia por la realidad. Los animales presentaban un mayor realismo. Esfinge de Darío I el Grande, en el Palacio Real de Susa.
Algunos temas recurrentes de la escultura mesopotámica son toros monumentales, muy estilizados y realistas (genios protectores, monstruosos y fantásticos como todo lo sobrenatural en Mesopotamia).Sus técnicas principales fueron el relieve monumental, la estela, el relieve parietal, el relieve de ladrillos esmaltados y el sello: otras formas de esculpir y desarrollar auténticos cómics o narraciones en ellos.
Debido a las características del país, existen muy pocas muestras, sin embargo el arte es muy parecido al arte del período magdaleniense de la prehistoria. La técnica era la misma que en el relieve parietal, sin perspectiva. Al igual que los mosaicos (más perdurables y característicos) tenía un fin más decorativo que las otras facetas del arte.
En la pintura y grabados, la jerarquía se mostraba de acuerdo al tamaño de las personas representadas en la obra: los de más alto rango se mostraban más grandes a comparación con el resto.
La pintura fue estrictamente decorativa. Se utilizó para embellecer la arquitectura. Carece de perspectiva, y es cromáticamente pobre: solo prevalecen el blanco, el azul y el rojo. Uso de la técnica del temple, que se puede apreciar en mosaicos decorativos o azulejos. Los temas eran escenas de guerras y de sacrificios rituales con mucho realismo. Se representan figuras geométricas, personas, animales y monstruos. Se emplea en la decoración doméstica. No se representaban las sombras.
PERSA
La característica exclusiva de la arquitectura sasánida es el uso distintivo del espacio. Los arquitectos sasánidas concibieron sus edificios en términos de masas y superficies. Esto dio lugar al uso en abundancia de muros de ladrillo decorados con estuco moldeado o tallado.
Entre estos monumentos destacan las esculturas de relieve del Palacio de Persepolis que junto a la ciudad de Susa y Pasardae constituían las tres ciudades capitales persas.
Artísticamente, el periodo sasánida fue testigo de los mayores avances de la civilización persa, gran parte de estos avances es lo que se conoce como cultura islámica, incluyendo la arquitectura y la literatura.
Desarrollaron una arquitectura adintelada, haciendo reposar las cubiertas planas sobre esbeltas columnas que alcanzaban muchas alturas. Tales columnas eran de piedra y descansaba sobre en grandes bases cuadradas o campaniformes, de las que salía el fuste estriado.
La arquitectura persa resultó esencialmente monárquica porque lo que construyeron palacios, y tumbas, que fueron sus principales manifestaciones.
En general, la escultura, al igual que en Egipto, estuvo ligada plenamente a la arquitectura, pues en todas las construcciones hubo bajorrelieves que describían la vida cotidiana del rey de cada palacio, así como en la misma arquitectura los capiteles. Representan un claro ejemplo de las características naturalistas y vegetales de la escultura persa.
En Susa el estilo era menos sobrio que en Persépolis, pues estaba llena de color y luz; todo esto se debió a que cada ciudad se construía empleando los materiales más próximos de su región, así se dio la diferencia entre ciudades del mismo imperio; además, se puede decir que cada capital era única, pues aparte de lo que ya se mencionó sobre los materiales, hacía una recopilación de diferentes estilos y elementos de las características del arte de los pueblos que conquistaban.
Un ejemplo de ello son las columnas, ya que fueron un elemento de gran importancia para la cultura persa, pues forma parte del sistema constructivo que está basado precisamente en columnas y además en el dintel (sistema adintelado, arquitrabado). La columna persa tenía 20 m. de altura; contaba con una basa campaniforme, un fuste estriado por lo general, aunque en ocasiones era liso, y un capitel de tres cuerpos: cuerpo de hojas, cuerpo de dobles volutas y por último las figuras de toros (capiteles bicéfalos), aunque en ocasiones también tenían el rostro del rey Darío I.
La pintura al fresco y los manuscritos miniados formaron parte de la tradición artística de Persia ya desde el periodo Sasánida, aunque de estos primeros ejemplos apenas se han conservado unos pocos fragmentos. En el periodo islámico la pintura fue una de las artes plásticas más importantes. Se hicieron copias del Corán en letra cúfica, forma de escritura de los primeros árabes, en los pergaminos y rollos de al-Barah y al-Kufah a finales del siglo VII.
A comienzos del siglo XIV se solía pintar sobre fondo rojo, cambiándose después por tonos azules y, al final del siglo, dorados. Uno de los principales retratistas fue Alí Reza Abbasi, que delineó sus figuras con sobrios pero expresivos toques de pincel.
Muchas de sus pinturas representan figuras individuales, aunque también pintó realistas escenas de grupos de peregrinos y derviches. A finales del siglo XVI y durante el siglo XVII los dibujos monocromos a tinta con ligeros toques de rojo y dorado reemplazaron a las brillantes policromías de los primeros manuscritos. Después del siglo XVII los artistas de Irán copiaron la pintura y el grabado europeos, entrando así en declive la tradición nacional.
VENECIA
El estilo de los sucesivos pintores de Venecia mantuvo algunas características comunes (colorido cálido y rico) que irradiaron su influencia por media Europa. La llamada Escuela veneciana influyó en maestros tan diversos como Rubens y Velázquez, y fue decisiva en la génesis de la pintura barroca en el siglo XVII.
La arquitectura de la ciudad experimentó un periodo especialmente brillante durante el Renacimiento, con arquitectos como Mauro Codussi, Pietro Lombardo, autor de bellísimas iglesias, y Jacopo Sansovino, que construyó la monumental Biblioteca Marciana. Andrea Palladio y Vincenzo Scamozzi también dejaron obras notables en la Venecia renacentista. Posteriormente destacará Baldassare Longhena.
- Combinación equilibrada de materiales: mármoles para dar monumentalidad y riqueza a sus fachadas y ladrillo para las partes menos visibles. Buscaba soluciones ingeniosas que unieran bellaza, funcionalidad y economía.
- Inspiración en edificiosromanos.
- Gran importancia del uso de la columna como elemento decorativo y con valor estructural o sustentante. Utiliza todos los órdenes romanos. La columna puede ser el sostén de un pórtico, la decoración de un muro o un pilar o puede ser empleada con efectos colosales en fachadas donde emplea el orden gigante (sobrepasa la altura de un piso).
- Populariza y perfecciona el motivo serliano o palladiano consistente en asociar armónicamente los elementos portantes y sostenidos y los macizos y huecos: arco-arquitrabe, columnas de dos tamaños (las pequeñas exentas y las grandes adosadas para provocar tensión), contraste de luces muy fuertes, con grandes vanos y óculos perforados en vez de medallones.
La escultura en el Renacimiento tomó como base y modelo las obras de la antigüedad clásica y su mitología, con una nueva visión del pensamiento humanista y de la función de la escultura en el arte. Como en la escultura griega, se buscó la representación naturalista del cuerpo humano desnudo con una técnica muy perfeccionada, gracias al estudio meticuloso de la anatomía humana.
En Italia convivieron por igual los temas profanos con los religiosos; no así en otros países como España y Alemania, donde prevaleció el tema religioso.
La escultura del Renacimiento se sirvió de toda clase de materiales, principalmente del mármol, bronce y madera . El bronce compitió con el mármol principalmente en monumentos funerarios, fuentes y pequeñas esculturas para decoración de interiores, así como en estatuas ecuestres como la del condottiere Colleoni en Venecia. Las reproducciones de estatuillas en bronce tuvieron gran difusión en el Renacimiento, debido al gran número de coleccionistas. En Florencia fueron Antonio Pollaiolo (Hércules y Anteo) y Andrea del Verrocchio (Niño alado con pez) los iniciadores por encargo de los Médicis.
Por ello los pintores recurrían al uso de figuras genéricas que permitían al espectador darle las características deseadas. Los pintores aportaban una base firmemente concreta y muy evocativa en las figuras humanas, sobre la cual el público imponía las características esenciales de cada personaje de acuerdo con su representación interna.
Esto se lograba gracias a que los individuos y sitios que representaban eran generalizados pero muy concretos y cuentan con una intensa sugestión narrativa. Por tanto, la experiencia pictórica del cinqueccento es una interacción entre la pintura y la actividad visualizadora de la mente pública. Así, los cuadros de la época expresan su cultura no directa, ya que están pensados como complementos para servir a las necesidades públicas.
En esta época la unidad efectiva de los relatos era la figura humana, y el carácter individual de la figura dependía menos de su fisonomía y más de sus movimientos. Aunque la excepción es la figura de Cristo, ya que estaba un tanto atada por la narración falsificada acerca de un evangelio que “describía” detalladamente a Jesús.
HEBREA
La construcción más importante fue, sin embargo, el Templo de Yahweh, levantado con materiales y operarios facilitados por Hiram, rey de Tiro, en la colina nordeste de Jerusalén, ocupada en la actualidad por la Mezquita de Omar, colina de larga tradición teofánica. Dicho templo (36,50 por 11 m; altura, 17) era en realidad un gran santuario, en cuya puerta existían dos columnas huecas de bronce de 9,90 m de altura y 2 de diámetro, llamadas Yakin y Bo´az. La estructura del santuario constaba de tres partes: el vestíbulo o “ulam” (5,50 por 11 por 16,50 m), el santo o “hekal” (22 por 11 por 16,50 m) y el santísimo o “debir”, reservado exclusivamente al sumo sacerdote. Por los lados se hallaban adosadas otras dependencias secundarias.
Pocos fueron los monumentos palestinos de época helenística (332-68 a.C.); de la misma tal vez deban destacarse la Torre Hananeel, el Mausoleo de Tobías y el Templo de Araq el-Emir (Transjordania). Durante el período herodiano (37-4 a.C.) se asistió a una gran actividad constructora, según dejan ver los edificios y ambientes urbanos que el idumeo Herodes el Grande levantó en Jerusalén, Samaria, Cesarea y Jericó, además de sus fastuosos palacios construidos en la escarpada Massada y en la fortaleza de Herodium, cerca de Belén. Sobre estas construcciones destacó, sin embargo, el nuevo Templo de Jerusalén (tercer templo) -para los judíos fue siempre el segundo, esto es, “miqdash sheni”-, cuya descripción conocemos por Flavio Josefo y cuya estructura copiaba en líneas generales la del primer templo salomónico. Como es sabido, en el año 70 el templo fue incendiado por Tito, el hijo de Vespasiano, no quedando de la construcción, según había profetizado Jesucristo, “piedra sobre piedra”.
El rechazo de Moisés del culto al becerro de oro, que cita la Biblia, fue seguramente un acontecimiento decisivo en una parte de la historia de la escultura, ya que promovió la práctica según la cual había que evitar la existencia de imágenes sagradas o de personas religiosamente relevantes, así, permaneció restringido entre los judíos y en las religiones que han derivado.
Los pintores judíos no comenzaron a ser conocidos hasta la segunda mitad del Siglo XIX, cuando sus correligionarios pudieron al fin gozar del movimiento de Emancipación que se manifestó por esa época en Europa. Anteriormente pocos judíos se habían consagrado a la pintura por el hecho de que su condición social no les permitía hacerlo libremente y que su religión prohibía la representación de las figuras humanas. No siempre esta prohibición fue respetada al pie de la letra, ni siquiera en la antigüedad y todavía menos en la Edad Media como se puede constatar perfectamente mirando los libros relacionados con los rituales tradicionales.
BABILONIA
Las construcciones más notables del arte caldeo en esta primera época del imperio, además de las murallas y canales de regadío que en ella se comenzaron, son las torres llamadas zigurats que servían de templos y las tumbas. Hubo también palacios y castillos que se han estudiado en menor medida.
Se refiere a aquella empleada en las regiones de la baja Mesopotamia, en torno a la ciudad de Babilonia. Como los monumentos más antiguos encontradas en las plataformas escalonadas que quizás sirvieron de modelo a las más antiguas pirámides egipcias. Y aunque las ruinas de los monumentos arquitectónicos explorados en Mesopotamia no son tan antiguos como las pirámides de Egipto, otros restos de la civilización hallados en aquellas regiones parecen ser de mayor antigüedad que los de las orillas del Nilo.
Las construcciones más notables del arte caldeo en esta primera época del imperio, además de las murallas y canales de regadío que en ella se comenzaron, son las torres llamadas zigurats que servían de templos y las tumbas. Las torres eran colosales edificios de forma piramidal escalonada (de cinco a siete mesetas) en cuya plataforma superior se elevaba un pequeño templete, donde se colocaba el ídolo o tal vez el observador, pues dichas torres tenían el carácter de templos y acaso de observatorios astronómicos.
Destaca el “Código de Hammurabi”, también conocido como “La piedra negra”.
Es el código más antiguo que nos haya llegado completo. El arqueólogo Mecqenem, durante su campaña en Susa, descubrió a este código grabado sobre un bloque de diorita negra de 2.5 m. que había sido llevada como botín de guerra por los elamitas. Originalmente fue emplazado en la plaza principal de Sippar, ciudad de Utu, dios de la justicia y la equidad. Actualmente está en el Louvre, restaurada y completa.
El León de Babiloniaes una escultura hecha para exponer al aire libre. Es muy grande, de unos dos metros de longitud. Representa un león que tiene a un hombre bajo sus garras. Sin embargo, la datación de esta escultura es bastante conflictiva pues aunque se atribuye al periodo neobabilónico, quizá sea realmente hitita.
El León de Babilonia está inacabado, aunque existe una creencia de que las formas si detallar del león se deban a que estuviera recubierto de metal o de pintura.
Aparecen dioses de los vasos manantes, figuras vegetales y animales, y tiene muchas cosas en común con la pintura cretense. Se distribuye en franjas sin tercera dimensión, se delimita las figuras con franja oscura (linealidad) y hay un dominio de los colores negro y blanco.
La pintura mural se utilizó en la decoración de los templos, desde la época protohistórica, con el fin de paliar la pobreza de los muros de adobe. De época protohistórica se conservan fragmentos del templo de Uqair, que tienen una escasa significación. En ellos se combina la figuración animal y humana con motivos ornamentales. Más importantes son las pinturas que cubrían el palacio de Mari, con representaciones que pertenecen a las etapas sumeria y babilónica. De la etapa sumeria destacan las pinturas de la Sala de Audiencias. Éstas se distribuyen en cinco registros superpuestos presentando escenas de carácter religioso. El tercer registro es el más completo, con una imagen de adoración a la diosa de la guerra Ishtar, en la que ésta aparece recibiendo ofrendas de otras deidades. Las figuras se caracterizan, sobre todo, por las actitudes hieráticas. La gama cromática utilizada es restringida, con predominio de los tonos ocres, rojos, blanco y negro.
De la etapa babilónica se conservan fragmentos de pinturas del siglo XVIII a.C., que reproducen temas religiosos, mitológicos y también guerreros. La representación mantiene la rigidez de la convención tradicional, incorporando algunos elementos decorativos nuevos y de mayor gracia, como los roleos de influencia egea y otros elementos vegetales de procedencia semítica, que gozan de más libertad expresiva.
CIVILIZACIÓN ANTIGUA DEL ORIENTE
El concepto de arquitectura oriental es confuso y típicamente occidental. Sin embargo, resulta bastante apropiado para englobar la arquitectura de una enorme zona geográfica que comprende la India, Indochina, Indonesia, China y Japón. Durante mucho tiempo, las religiones y culturas de esta parte del mundo se interrelacionan fuertemente, y con ellas van evolucionando las arquitecturas que les son propias.
Desde la sociedad primitiva a la Dinastía Han, la técnica de los edificios con estructura de madera se ha mejorado y perfeccionado poco a poco. Los constructores habían dominado las habilidades de la tierra apisonada. También sabían cómo proyectar baldosas y construir con piedras. La tecnología de la arquitectura se ha desarrollado de manera significativa durante las dinastías Wei, Jin , Sur y Norte. La producción y la calidad de los ladrillos y los azulejos se mejoraron, así como las técnicas de estructura de madera. Muchas arquitecturas budistas se construyeron entonces.
En la escultura china se distinguen dos períodos bien definidos: el primero se caracteriza por su originalidad libre de influencias extrañas, tales como los bajos relieves de la dinastía de los Han, y el segundo, por la evidente influencia hindú, rica en fantasías como todo el arte de ese país.
La pintura oriental es un arte muy antiguo, nacido posiblemente antes de comenzar la historia, junto con el nacimiento del pincel, instrumento principal de esta forma de arte. Las primeras muestras se encuentran en los más diversos soportes, tales como hueso, piedra, madera. Las presentaciones van variando, desde tallas hasta pinturas rupestres. Al inventarse la caligrafía se forman enseguida combinaciones de ambas, y la caligrafía se hace más presente cuanto más avanza y se hace más sofisticada, llegando a formar una parte muy importante de la composición, especialmente en el estilo de Pincel Libre.
En cuanto a los orígenes de la pintura se ha dicho que son remotos; fundiéndose con el mito y la leyenda, se ubica a comienzos del siglo ii a. de C, en tiempos del emperador Han-Wu-Ti (140-86), el probable nacimiento de la pintura retratista. Las crónicas de la época dan nombres de pintores, funcionarios, letrados, y hasta de un general del ejército imperial, que se dedicaron a la pintura, pero nada queda de la labor artística de estos precursores.
Entre los pintores más afamados tenemos a Sie-Chuan-Se, que se destaca por las escenas de cacería que nos dejó; Uang-Uei y Chen-Cheu, paisajistas del siglo xv; posterior a ellos es Uen-Cheng-Ming, colorista del siglo xvi, que se equipara a las grandes figuras de la pintura universal.
Citar este texto en formato APA: _______. (2017). WEBSCOLAR. Característica de la arquitectura, escultura y pintura de las civilizaciones. https://www.webscolar.com/caracteristica-de-la-arquitectura-escultura-y-pintura-de-las-civilizaciones. Fecha de consulta: 21 de noviembre de 2024.