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¿Cómo promover la lectura desde la escuela?

La lectura en la escuela cumple un rol fundamental. Las actividades que se desarrollan en ella tienen como finalidad promover el interés por la lectura no solamente como un medio para la adquisición de conocimientos sino también como un medio para el desarrollo de la fantasía, la creatividad, el placer por la lectura y la adquisición de valores.

Cada vez es mayor el número de adultos que se interesan por promover la lectura en niños y jóvenes. De ahí el acercamiento a saber qué se publica para estos lectores. De año en año, ha ido aumentando entre padres, madres, maestros, bibliotecarios y autoridades educativas, la conciencia de la importancia de este campo de la creación literaria. En buena medida, lo que leamos de pequeños incidirá sobre la calidad de nuestras lecturas posteriores. Indiscutiblemente, quien de niño tenga la oportunidad de disfrutar textos con buenas calidades literarias y apegadas a los intereses de cada edad, tendrá una sensibilidad más aguzada para enfrentarse, años después, a otro tipo de textos.

Hasta hace algunos años, la literatura infantil fue subordinada a la pedagogía, no obstante, esta visión se ha visto relegada con la aparición de libros que defienden el derecho a la fantasía, a la invención de universos, al humor, al cuestionamiento y la reflexión. Ese cambio de signo, ese tránsito de instrumento de formación a vehículo de expresión y recreación permite que los niños tengan un buen acercamiento a la lectura, que lean con agrado.

Después, la lectura no les debe resultar aburrida. Lo primero es que la elección del título debe ser la correcta. Esto significa que los libros deben ser adecuados a la edad y madurez de los niños, o bien para solucionar problemas que se estén dando en el grupo: mala comunicación, tendencia a la violencia, falta de solidaridad, etcétera. Son los maestros y maestras los que poseen los criterios para elegir un libro.

Para acompañar la lectura de un libro, hay muchas estrategias: leer con la entonación adecuada, que los niños también lean, hacerles preguntas acerca de cómo sería el desenlace de alguna situación que ocurra en la historia, volver a los “mensajes secretos.” Aunque la saturación de temas a tratar en las materias del programa de estudios limita los espacios para la lectura, es bueno dedicar al menos una hora a la semana a la lectura, y es bueno hacerla en voz alta, como se ha dicho antes y, como lectura silenciosa.

En este tiempo se pueden hacer mesas redondas sobre libros, que los niños den su opinión, que digan qué anécdotas les han gustado, que hablen sobre los personajes, que después escriban creativamente, en dónde no importen los errores ortográficos sino el objetivo sea la búsqueda de la creatividad y la imaginación.

Ayudar a leer significa mucho más que decodificar signos, es motivarlos y estimular su imaginación. Los materiales educativos para las actividades de lectura deben ser escogidas de acuerdo a la edad del niño, este taller de lectura esta dirigido a los niños del primer, segundo y tercer grado, por que en los primeros años de la vida escolar del niño necesita de fortalecer y desarrollar el habito de la lectura, necesario para su desenvolvimiento en la vida escolar, académica, profesional y en la vida diaria.

Las actividades que se tienen que realizar para los niños de 2-8 años son las siguientes:

Actividades que contribuyan a su maduración psico-motora.

Actividades que estimulen su imaginación y su mundo afectivo, permitiéndoles relacionar vivencias con la lectura.

Actividades que muestren al niño que el libro es un objeto común, parte del mundo físico normal en que se desenvuelve, y la lectura una actividad imitable, deseable y valorable.

Estas actividades deben motivar al niño y estimular sus competencias y capacidades de lecto-escritura.

Tipos de lecturas: Diseñar un taller de lectura requiere de identificar el público al cual se encuentra dirigido nuestro taller, para luego determinar el tipo de lectura que se practicará durante esta actividad.

El cuento: En este taller se trabajará principalmente en la creación y lectura de los cuentos, debido a que estos son fácilmente entendidos por los niños. Ellos pueden crear y ser parte de los personajes, inventan y determinan el desenlace de la historia.

El cuento permite incrementar la inventiva del niño, especialmente cuando solo tiene un titulo el continua creando secuencias de la historia que va enlazando a cada momento.

Taller de lectura: “Crea un cuento”

La iniciativa de desarrollar este taller surgió a partir de las reuniones que tuve con mi sobrina de 8 años de edad, por que a ella le gusta crear e inventar historias.

Los niños de 5-8 años tienen una gran capacidad de inventiva, la misma que debe de ser orientada por el docente durante las clases. Sin embargo, la realización de esta actividad en la biblioteca acercará a los niños a conocer y ver a los libros como sus amigos.

La biblioteca debe ser acondicionada con imágenes y carteles alusivos a cuentos e historias para niños.

Actividades:

Módulo 1: Creación de la historia y personajes

Este modulo se encuentra dirigido a fortalecer las habilidades participación y desenvolvimiento oral, así como la capacidad para la representación gráfica.

Reunir a los niños en la biblioteca y comenzar el taller a partir de un titulo tentativo para fomentar la participación de los asistentes.

Hacer participar a todos los niños en las propuestas y elección de los personajes.

Determinar las características de los personajes.

Crear la historia del cuento en base a las propuestas de los niños.

Anotar las propuestas y graficar los personajes.

Modulo 2: Narración del cuento

La narración de cuentos permite identificar los problemas de pronunciación y comunicación oral del niño, los cuales se pueden solucionar y trabajar de manera conjunta con el docente.

Elaboración de oraciones que narran los acontecimientos de la historia.

Dibujo de las secuencias que más impacto les causo la historia.

Narración del cuento a través de los dibujos.

Modulo 3: Presentación escrita del cuento

La escritura del niño nos permitirá conocer sus problemas ortográficos y gramaticales, que pueden ser producto de deficiencia del habla o auditivos.

Cuento escrito por los niños.

Lectura del cuento a todos los integrantes del grupo.

El taller esta estructurado en función de las competencias y capacidades de los niños de inicial a primer ciclo de primaria.

Los resultados que se esperan obtener de este taller es la de brindar ayuda a los docentes en la identificación de los problemas de lecto-escritura en los niños, para que de esta manera se pueda solucionar en las aulas y se refuerce en la biblioteca.

La creatividad del bibliotecólogo, habilidades comunicativas y cooperación con otros profesionales permitirán que las actividades y programas destinados a la promoción de la lectura puedan ser eficaces para las necesidades de los educandos.

“La alfabetización es un proceso que se inicia antes de la escuela. Los niños comienzan a relacionarse con la lengua escrita casi al mismo tiempo que con la lengua hablada. El secreto es hacer de la lectura y la escritura un hecho cotidiano”, explicó.

A los 90 años, la educadora Berta Braslavsky, una de las principales voces de nuestro país en materia de pedagogía, tiene aún mucho por enseñar. El 12 de abril próximo, en reconocimiento de su trayectoria, será incorporada a la Academia Nacional de Educación. Además acaba de publicar el libro “¿Primeras letras o primeras lecturas? Una introducción a la alfabetización temprana”, editado por el Fondo de Cultura Económica. Pero eso no es todo: tiene en preparación otro libro en el que dará orientaciones generales a los maestros para fortalecer el hábito de la lectura en los niños.

En una entrevista con La Nación, reflexionó sobre las dificultades que se perciben en la comprensión de la lectura, un “fenómeno nuevo que empieza a preocupar tanto como el analfabetismo”, advierte Braslavsky.

“Uno de los primeros consejos es leerles todos los días a los chicos, pero de manera interactiva, haciéndoles comentarios”, recomienda, convencida de las ventajas que produce incentivar la lectura desde temprano.

“Es bueno que en la escuela los chicos vean escribir al maestro”, agrega Braslavsky, al comentar que miles de ocasiones se presentan en la vida diaria para que el chico se acerque a la lectura y a la escritura. Un ejemplo, explicó, son las recetas de comida que prepara la mamá en la cocina y las instrucciones de los juegos que muchas veces reciben como regalos.

Además comentó que “el problema no es sólo en los sectores sociales más postergados. En muchas familias de clase media también hay problemas, sobre todo por la competencia con los medios audiovisuales. Toda lectura que los padres hagan con los chicos, estimulándolos y haciéndoles comentarios, contribuye a afianzar el hábito de lectura. Pero debe haber una atención racional del tema, porque los padres exigentes que hacen de este problema un mundo generan otro tipo de problemas”.

Ante la situación actual que se presenta en la escuela, anunció “estamos viendo los resultados de las pruebas de evaluación y en los exámenes a la universidad: lo más notorio son las dificultades que tienen los jóvenes para comprender.

Siempre nos hemos planteado en el mundo el problema del analfabetismo, que todavía sigue. Pero ahora hay otro problema: muchos aprenden a leer, pero no comprenden lo que leen”.

Del niño de hoy depende el hombre de mañana. Es por eso que nuestra sociedad, hoy en día, en la mayoría de los casos, está sostenida por los músculos de unos hombres instruidos bajo el sentido del crimen y la violencia, de la represión y el entreguismo (…) todo esto es resultado de la desintegración del sistema educativo dominicano y la ausencia de una científica campaña en pro del desarrollo del hábito de la lectura, al través de la LITERATURA INFANTIL. Todo esto es producto de la ausencia de un deleitar enseñando y un enseñar deleitando en la enseñanza de la lengua y la literatura en la casa y en el aula.

La primera vinculación del niño con su entorno sociocultural la recibe desde el hogar, en su casa, siendo la familia la primera en sentir la obligación de orientar y conducir a ese futuro hombre bajo el solidario principio de la sociabilidad, la sociabilización, el compañerismo, el amor patriótico la actitud civilista, etc. Para que en el futuro mediato pueda ser un ente social identificado con su posible felicidad, con su medio, con su cultura, con sus requiebros, con su realidad y con sus lamentos, siempre con una visión transformadora.

Es el hogar donde el niño, desde el inicio de su vivir, se pone en contacto con todos los esquemas culturales que luego se reproducirán en la adultez.

Pero en una sociedad como la nuestra, subdesarrollada, neocolonizada y dependiente y, en todo tipo de sociedad, la familia consciente e inconscientemente, se ve obligada a difundir los esquemas y los criterios que le han impregnado la clase dominante, hablo en ese sentido porque ningún proceso de educación y recreación está al margen de una demarcada política educativa y cultural, previamente delineadas por el Estado y, todos sabemos que en una sociedad, las ideas dominantes, son las de la clase dominante, ya sea en una sociedad capitalista o comunista. Esa es una innegable realidad.

Si hoy carecemos de educandos o ciudadanos con pocos o sin hábitos de lectura, esto no es un acontecimiento al azar, no. Esto responde a intencionales fallas y desintegraciones, tanto en la educación, en la escuela como en el hogar, en nuestro país. Fallas y desintegraciones que han sido hábilmente coordinadas por el Estado Dominicano y sus gobernantes, porque los organismos estatales competentes(¿?) como la Secretaría De Educación, todavía no le han brindado el virtual e intachable reconocimiento a la LITERATURA INFANTIL, como área pluridisciplinaria que influye de manera determinante, no sólo en el desarrollo o el fomento de hábitos de lectura en el niño (futuro hombre); sino que influye, además, en su desarrollo integral, del cual dependerá su dinámica frente a la sociedad, frente a su pueblo y demás pueblos de la humanidad.

No podemos desarrollar, difundir y promover la LITERATURA INFANTIL al margen de la familia, en la recreación y en la educación del niño porque desde la etapa sensorial, desde la etapa del niño oidor, la familia, el padre y la madre, deben poner al niño en contacto con la lectura la narración y la dramatización de obras literarias (poesías, cuentos, teatro y canciones de cuna) que respondan a su edad, a su posibilidad de audición, observación, y a su posibilidad de comprensión y, sobre todo, que respondan a su realidad sociocultural.

Sí, en esta etapa de la vida inicial del niño debe haber literatura para niños no lectores, sí para niños oidores. Es más, esa es la etapa donde más posibilidades de familiarización artística y creativa debe tener el niño y, es la etapa más propicia para desarrollar el hábito de lectura en el niño, función que luego se viabilizará y se reforzará, de manera concomitante en la escuela, siempre y cuando en educador, el maestro esté habilitado para tales fines.

Leer en la escuela: el género dramático

El género dramático en la escuela cumple con diversas funciones: conectar al alumno con un modo de expresión artística, ponerlo en contacto con un género discursivo con características propias que se vale de distintos recursos para transmitir sentimientos, representar situaciones y comunicar experiencias.

Si bien desde que el niño entra a la escolaridad, está en contacto con la actuación a través de la representación de pequeñas obras realizadas con el objeto de conmemorar una fecha patria; interactúa con otros en un espacio diferente al del aula, a veces representa situaciones con su cuerpo, en otras tiene que expresarse a través de un diálogo con otros personajes, produciéndose además un intercambio de roles; no debemos olvidar el papel fundamental del teatro en el desarrollo de la cultura.

Desde sus orígenes en la Grecia Clásica, fue un instrumento cultural en el que el espectador cumple un rol activo por lo que resulta importante exponer a los niños también como espectadores a un contacto fluido y sistemático con el género.

Cuando los niños han sido expuestos como espectadores, frente a la lectura de un texto literario la dramatización de situaciones allí planteadas a través de la representación de lo leído o escuchado surge casi naturalmente. Los chicos pueden producir juegos teatrales, determinando ciertas reglas; por ejemplo quién es el que actúa y quien es el que mira se puede trabajar la diferencia entre ser actor y espectador

Pero la representación del teatro como género dramático significa mucho más que una simple recreación. Hace falta conocimiento, exploración, producción, cambio de roles, espíritu crítico y apreciación por lo estético.

El docente debe proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para llevar a cabo el juego teatral, promoviendo actitudes y valores necesarios para la realización de proyecto.

Resultará enriquecedor, tomar como punto de partida la investigación y búsqueda bibliográfica sobre el género teatral. Haciendo hincapié en los orígenes del teatro, el teatro en Grecia y Roma, las diferencias entre la tragedia y la comedia, origen de las máscaras usadas por los actores para la representación, la evolución del teatro y el género dramático en nuestro país e Hispanoamérica.

Una vez concluida esta etapa de investigación es necesario comenzar con la lectura de pequeñas obras de teatro para niños con la intención de reflexionar sobre el formato textual (diálogos, acotaciones, escenas, actos etc)

Finalizado este tipo de lectura los alumnos estarán en condiciones de seleccionar aquellas que a su criterio les parece apropiada para su representación y así podrán experimentar, a través del teatro leído, las distintas situaciones que se presentan en la obra.

Una vez que se hayan afianzado con el texto y los diálogos, con ayuda del maestro y de sus compañeros podrán improvisar sobre algunos de los conflictos planteados en las diferentes obras leídas.

Es importante el trabajo en equipo, para que cada grupo pueda dramatizar una obra diferente, distribuir los personajes, representar la escena y realizar la caracterización de los personajes a través de la vestimenta, el maquillaje o la voz, el rol del apuntador (con la función de corregir errores de lectura), el director (marcando desde afuera los movimientos, correcciones de las entonaciones, los gestos, la modulación y el tono de la voz).

En el intercambio de roles es importante, no sólo la actuación, sino el papel del espectador crítico, para saber que cosas se deberán modificar prestando atención en la entonación, la dicción, la modulación de la voz y la ubicación en el escenario frente al público.

El trabajo en equipo favorecerá el intercambio de experiencias, de opiniones dentro de un marco de respeto compañerismo y solidaridad.

Es importante incorporar otras técnicas para favorecer el juego teatral. La adaptación de una obra, o la versión libre de la misma, generará otros espacios en donde los alumnos podrán incorporar nuevos personajes, diálogos, canciones, poesías y otros recursos.

De esta manera la vivencia surgida a través de la lectura del género dramático y su representación servirán para que los niños se acerquen a la lectura de este género literario desarrollando además actitudes de respeto, solidaridad y compañerismo que son necesarias en todos momentos de trabajo. Así los niños motivados por una forma de trabajo diferente lograrán acercarse aún más a la literatura.

Estrategias de promoción de la lectura

Las estrategias para la promoción de la lectura son una serie de acciones orientadas a incentivar, consolidar y desarrollar este comportamiento. Serán particulares en la medida en que respondan a una determinada necesidad y a un contexto específico; requieren de una planificación previa y de cierta flexibilidad que permita realizar ajustes
durante su implementación para garantizar una acción eficaz. Promover la lectura supone continuidad para que los chicos puedan explorar distintos textos y se afiancen
en su proceso.

Además de la tarea del bibliotecario, la participación y el compromiso de los docentes, la familia y toda la comunidad educativa, resultan clave en la formación de lectores porque los adultos representan el modelo a imitar.

Para explorar, leer y opinar

.Preparar una cartelera con noticias referidas al mundo de la literatura infantil, novedades editoriales, presentaciones de libros, premios, concursos, ferias, espectáculos y actividades de interés, etcétera.

.Armar una lista de los títulos más leídos por curso.

.Aplicar encuestas y/o cuestionarios que den a conocer las preferencias de los visitantes.

.Estimular a los lectores para que lleven un registro personal de los libros retirados de la biblioteca.

.Habilitar una carpeta en la cual los chicos vuelquen opiniones y recomendaciones sobre los libros que vayan leyendo. En el caso de los más chicos, el bibliotecario puede orientar la tarea. A fines de año, realizar una votación por ciclo del título que más les gustó.

Ideas para implementar desde la biblioteca

.Desarrollar talleres de lectura, escritura, historieta, filosofía para chicos, etcétera.

.Proponer en una cartelera consignas que estimulen la escritura (continuar un relato colectivo, producir anagramas y palíndromos, completar poemas, letras de canciones, etcétera) y cuyas propuestas se renueven mensualmente.

.Organizar concursos literarios para una determinada fecha (Día del Niño, Día de la Primavera, etcétera). Proponer categorías y temas atractivos por ciclo.

.Realizar ciclos de cine; realizar el análisis de la versión cinematográfica de títulos cuya lectura ya hayan completado.

.Organizar encuentros de teatro leído por los chicos.

.Estimular la escritura de cartas a los autores favoritos y enviarlas a las editoriales.

.Realizar encuentros con los autores cuyas obras han sido leídas por los chicos. Preparar cuestionarios, grabar las preguntas, tomar fotografías y organizar una publicación con todo el material.

.Invitar a editores, ilustradores y especialistas en literatura infantil para conocer su trabajo.

.Gestionar ferias de libros. Exhibir material de la biblioteca, invitar a librerías y editoriales.

.Exponer obras de los propios chicos inspiradas en cuentos, poemas y otras lecturas.

.Publicar una revista para difundir las actividades de la biblioteca, recomendar libros y dar a conocer las producciones de los alumnos.

¿Cómo hacer que los niños se interesen en los libros?

Lo primero es crear en ellos un deseo, una curiosidad. Se trata de crear expectativas, y esto se puede lograr presentando el contenido escénico del libro: las ilustraciones, la portada; también aplicando distintas estrategias de animación a la lectura para antes de leer un libro: lectura en voz alta de algunos fragmentos, buscar “mensajes ocultos”.

Después, la lectura no les debe resultar aburrida. Lo primero es que la elección del título debe ser la correcta. Esto significa que los libros deben ser adecuados a la edad y madurez de los niños, o bien para solucionar problemas que se estén dando en el grupo: mala comunicación, tendencia a la violencia, falta de solidaridad, etcétera. Son los maestros y maestras los que poseen los criterios para elegir un libro.

Para acompañar la lectura de un libro, hay muchas estrategias: leer con la entonación adecuada, que los niños también lean, hacerles preguntas acerca de cómo sería el desenlace de alguna situación que ocurra en la historia, volver a los “mensajes secretos.” Aunque la saturación de temas a tratar en las materias del programa de estudios limita los espacios para la lectura, es bueno dedicar al menos una hora a la semana a la lectura, y es bueno hacerla en voz alta, como se ha dicho antes y, como lectura silenciosa.

este tiempo se pueden hacer mesas redondas sobre libros, que los niños den su opinión, que digan qué anécdotas les han gustado, que hablen sobre los personajes, que después escriban creativamente, en dónde no importen los errores ortográficos sino el objetivo sea la búsqueda de la creatividad y la imaginación.

¿Cómo hacerse de una biblioteca mínima y cómo seleccionar los libros?

Lo primer es la forma de hacerse de una pequeña biblioteca: con libros proporcionados por la escuela; con libros llevados por los niños por solicitud expresa de algún título; llevados por elección libre de los alumnos. La organización de esta biblioteca puede quedar a cargo de los propios niños, con funciones distintas e intercambiables.

La decisión de qué libros incluir en esta selección es muy importante, porque para aficionarse a la lectura no es suficiente cualquier texto, y esto es más cierto cuando pensamos que no existe un solo tipo de lector, sino muchos niños lectores, con intereses y contextos personales específicos y distintos a los de otros. Y puede ser que una mala elección distancie a los niños de la lectura.

El nivel de los libros debe ser pensado para la edad del lector, y en ello las editoriales que se dedican a hacer este tipo de publicaciones deben pensar en función de esta necesidad: léxico adecuado, figuras literarias que el niño pueda comprender, temas afines a sus intereses, papel adecuado, ilustraciones de calidad, tamaño de la letra, número de páginas, etcétera. Por lo tanto la selección es vital para la animación a la lectura.

Los libros considerados tradicionalmente como clásicos de la literatura infantil muchas veces no son para que los niños los lean autónomamente. Requieren de un adulto que les lea, o bien son para jóvenes. Si les diéramos a leer uno de estos libros a un niño actual, es muy probable que lo abandonaría; por lo tanto, y en vista de que la lectura compite con medios audiovisuales y electrónicos muy poderosos, en la actualidad la literatura debe echar mano de otros recursos. Seguro habrá niños que se interesen por los clásicos, pero esto los maestros lo deberán identificar y después proponer en específico a esos alumnos ese tipo de lecturas.

Citar este texto en formato APA: _______. (2012). WEBSCOLAR. ¿Cómo promover la lectura desde la escuela?. https://www.webscolar.com/como-promover-la-lectura-desde-la-escuela. Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2024.

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