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Concepto de Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en el Reino Unido y Alemania a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Neoclasicismo, dándole importancia al sentimiento. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes. Se desarrolló fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania. Después a Francia, Italia, España, etc. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, el arte y la música.

Algunas de las características determinantes del tipo romántico son:

Entre los representantes del romanticismo se pueden mencionar a:

Romanticismo alemán: El Romanticismo alemán no fue un movimiento unitario. Por ello se habla en las historias literarias de varias fases del Romanticismo. Una etapa fundamental fueron los años noventa del siglo XVIII (Primer Romanticismo), pero las últimas manifestaciones alcanzan hasta la mitad del siglo XIX.

Los filósofos dominantes del romanticismo alemán fueron Johann Gottlieb Fichte y Friedrich Wilhelm Joseph Schelling (los fundadores del Idealismo Alemán). Los autores más importantes son Novalis, Ludwig Tieck, Friedrich Schlegel, Clemens Brentano, August Wilhelm Schlegel, Achim von Arnim, E.T.A. Hoffmann, y Friedrich Hölderlin. Postromántico se puede considerar a Heinrich Heine.

Romanticismo francés: El Romanticismo francés tuvo su manifiesto en Alemania (1813), de Madame de Staël, aunque tuvo por precursor en el siglo XVIII a Jean-Jacques Rousseau. En el siglo XIX sobresalieron Charles Nodier, Víctor Hugo, Alphonse de Lamartine, Alfred Victor de Vigny, Alfred de Musset, George Sand, Alexandre Dumas (tanto hijo como padre), entre otros; son los mayores representantes de esta estética literaria.

 

Romanticismo inglés: El Romanticismo comenzó en Inglaterra casi al mismo tiempo que en Alemania; en el siglo XVIII ya habían dejado sentir un cierto apego escapista por la Edad Media y sus valores poetas falsarios inventores de heterónimos medievales como James Macpherson o Thomas Chatterton, pero el movimiento surgió a la luz del día con los llamados poetas lakistas (Wordsworth, Coleridge, Southey), y su manifiesto fue el prólogo de Wordsworth a sus Baladas líricas, aunque ya lo habían presagiado en el siglo XVIII Young con sus Pensamientos nocturnos o el originalísimo William Blake. Lord Byron, Percy Bysse Shelley y John Keats son los poetas canónicos del Romanticismo inglés. Después vinieron el narrador Thomas De Quincey, y Elizabeth Barrett Browning y su marido Robert Browning, este último creador de una forma poética fundamental en el mundo moderno, el monólogo dramático. En narrativa destacan las novelas sobre la Edad Media inglesa de Walter Scott o las novelas góticas El monje de Lewis o Melmoth el Errabundo, de Charles Maturin.

 

Romanticismo italiano: El Romanticismo italiano tuvo su manifiesto en la Lettera semiseria de Grisóstomo del Berchet (1816) y destaca, sobre todo, por la figura de los poetas Ugo Foscolo, autor del famoso poema Los sepulcros, y Giacomo Leopardi, cuyo pesimismo se vierte en composiciones como El infinito o A Italia. El romanticismo italiano tuvo también una gran novela histórica, I promesi sposi (Los novios), de Alessandro Manzoni.

 

Romanticismo estadounidense: El Romanticismo estadounidense, salvo precedentes como William Cullen Bryant, proporcionó a un gran escritor y poeta, Edgar Allan Poe, creador de una de las corrientes fundamentales del Postromanticismo, el Simbolismo, y a James Fenimore Cooper (discípulo de las novelas históricas de Scott). Se puede considerar un postromántico el originalísimo pensador anarquista Henry David Thoreau, introductor de ideas anticipadas a su tiempo como la no violencia y el ecologismo, y autor del famoso ensayo Sobre la desobediencia civil.

 

Romanticismo español: En España la ideología romántica tuvo precedentes en los afrancesados ilustrados españoles, como se aprecia en las Noches lúgubres de José de Cadalso o en los poetas prerrománticos (Nicasio Álvarez Cienfuegos, Manuel José Quintana…), que reflejan una nueva ideología presente ya en figuras disidentes del exilio, como José María Blanco White. Pero el lenguaje romántico propiamente dicho tardó en ser asimilado, debido a la reacción emprendida por Fernando VII tras la Guerra de la Independencia, que impermeabilizó en buena medida la asunción del ideario romántico.

A pesar de ello, ya en la segunda década del siglo XIX, el diplomático Juan Nicolás Böhl de Faber publicó en Cádiz una serie de artículos entre 1818 y 1819 en el Diario Mercantil a favor del teatro de Calderón de la Barca contra la postura neoclásica que lo rechazaba, que suscitó un debate en torno a los nuevos postulados románticos. Más tarde, en el periódico barcelonés El Europeo (1823-1824), Bonaventura Carles Aribau y Ramón López Soler defendieron el Romanticismo moderado y tradicionalista del modelo de Böhl, negando decididamente las posturas neoclásicas. En sus páginas se hace por primera vez una exposición de la ideología romántica a través de un artículo de Luigi Monteggia titulado Romanticismo.

Algunos escritores liberales españoles, emigrados por vicisitudes políticas, entraron en contacto con el Romanticismo europeo, y trajeron ese lenguaje a la muerte del rey Fernando VII en 1833. La poesía del romántico exaltado está representada por la obra de José de Espronceda y la prosa, por la figura decisiva de Mariano José de Larra. Un romanticismo moderado encarnan José Zorrilla, poeta y dramaturgo, autor del Don Juan Tenorio; y el Duque de Rivas, que, sin embargo, escribió la obra teatral que mejor representa los temas y formas del romanticismo exaltado: Don Álvaro o la fuerza del sino.

Biografías de los representantes del romanticismo

Concepto de Costumbre

El nombre dado a la literatura dedicada a la representación de costumbres de una región o un país en particular en cierta época; fue muy practicado en el siglo XIX. Tendencia o género literario que se caracteriza por el retrato e interpretación de las costumbres y tipos del País.

La descripción que resulta es conocida como “cuadro de costumbres” si retrata una escena típica, o “artículo de costumbres” si describe con tono humorístico y satírico algún aspecto de la vida. Los cuadros de costumbres, llamados también artículos de costumbres son bocetos cortos en los que se pintan costumbres, usos, hábitos, tipos característicos o representativos de la sociedad, paisaje, diversiones y hasta animales, unas veces con el ánimo de divertir y otras con marcada intención de crítica social y de indicar reformas con dimensión moralizadora.

El artículo de costumbre es uno de los géneros más ampliamente leídos en el Mundo Hispánico, al parecer porque interpretan raíces hondas de la raza y corresponden al gusto por estos estudios de la realidad circundante.

Mariano José de Larra y Sánchez de Castro

(Madrid, 24 de marzo de 1809 — id., 13 de febrero de 1837)

Escritor y periodista español. Nació en Madrid (1809), en la calle de Segovia donde estaba situada la antigua Casa de la Moneda. Larra prosigue sus estudios en Madrid, en tanto que su padre va ocupando destinos en distintos puntos de España. En 1824 se muda a Valladolid a estudiar en la Universidad, sin presentarse a ningún examen ese curso, aunque en octubre de 1825 aprobaría todas las asignaturas. Tras asistir a los exámenes de octubre, deja los estudios de Valladolid y vuelve a Madrid (1825). Prosigue sus estudios y en 1827 ingresa en los Voluntarios Realistas, cuerpo paramilitar formado por fervientes absolutistas, significados por su participación en la represión contra los liberales. Al tiempo empieza a escribir poesía, fundamentalmente odas y sátiras. Sin embargo, será el periodismo satírico lo que saque a la luz a Larra. Con diecinueve años, en 1828 Larra publica un folleto mensual llamado El duende satírico del día. El 13 de agosto de 1829 se casó con Josefa Wetoret. El matrimonio fue desgraciado y acabaría en separación pocos años después. Durante 1830, Larra se dedica a la traducción de piezas francesas para el empresario teatral Juan Grimaldi, al tiempo que empieza a escribir las suyas propias. En 1832 vuelve al periodismo de crítica social con El Pobrecito Hablador, en la cual escribió con el seudónimo de Juan Pérez de Munguía.

En 1834 publicó la novela histórica El doncel de don Enrique el Doliente. En el verano de 1834, Dolores le abandona y se va de Madrid, en tanto que se separa de su mujer, embarazada, la cual dará a luz una niña después de la ruptura. En 1835 emprendió un viaje a Lisboa, desde donde embarcó rumbo a Londres y luego a París, pasando antes por Bruselas. De regreso en Madrid, trabajó para el periódico El Español. En esta época, la preocupación política dominaba en sus escritos. Tras la caída del gobierno de Mendizábal, decidió intervenir en la política activa a favor de los moderados, siendo elegido diputado por Ávila (1836). Sin embargo, el Motín de La Granja, con la que se restaura la Constitución de 1812, impidió que tomara posesión de su escaño. Quizá el más notable es El día de difuntos de 1836, publicado en El Español, en el que detrás de su habitual ironía aparecía un hondo pesimismo.

Larra fue un eminente articulista, con una gran claridad y vigor en su prosa. Descontento con el país y con sus hombres, escribe artículos críticos (En este país, El castellano viejo, El día de difuntos de 1836, Vuelva usted mañana…), contra la censura (Lo que no se puede decir no se debe decir), la pena capital (Los barateros o El desafío y la pena de muerte), contra el pretendiente carlista (¿Qué hace en Portugal su majestad?) y el carlismo (Nadie pase sin hablar al portero), contra el uso incorrecto de las palabras (Por ahora, Cuasi, Las palabras), etc. También cultivó la novela histórica (“El doncel de don Enrique el Doliente”) y la tragedia (“Macías”).

Es uno de los más importantes exponentes del romanticismo español.

Citar este texto en formato APA: _______. (2012). WEBSCOLAR. Concepto de Romanticismo. https://www.webscolar.com/concepto-de-romanticismo. Fecha de consulta: 22 de diciembre de 2024.

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