Para que el niño tenga el impulso de coger un libro y sentarse a leer, lo primero que hay que hacer es introducir los libros en su vida desde que nace. Se puede empezar con un sencillo libro de tela, con diferentes texturas y sonidos incluso, pasará un rato entre tenido jugando con sus hojas y observando los vivos colores. De ahí se puede pasar a los libros de ilustraciones, deben ser resistentes, de gruesas hojas, fáciles de manejar. Pueden ser de colores o números, lo importante será dedicar un momento del día a pasar sus páginas con el niño, comentando los dibujos, interactuando con los personajes. Poco a poco se introducirán los libros con las primeras palabras, y cuando en el colegio empiecen a trabajar la lectura, habrá que incidir en casa, de una forma lúdica para que al niño no le resulte pesado.
La lectura forma parte de este proceso, antes de empezar a escribir el niño ya es capaz de reconocer palabras e incluso de leer oraciones. Se trata de fomentar el gusto por la lectura, si al niño le gustan los cuentos y las historias será fácil verle con un libro en la mano, de ahí a la escritura solo hay un pequeño paso. Los niños suelen imitar con facilidad a sí que podemos animarles a que reproduzcan palabras o frases de sus cuentos. No hay que esperar necesariamente a que comience el trabajo en la escuela, se puede tomar como un juego. Desde que el niños hacer un garabato le podemos pedir que haga una letra o que copie su nombre en el papel, esto último les motiva mucho.
Desde que son capaces de coger un lápiz los niños se entretienen mucho haciendo garabatos o pintando. Es positivo alentarles para que sigan haciéndolo, es una actividad necesaria mediante la cual aprenden a conocer su mundo, pero es algo más, utilizar lápices y pinturas entrena al niño para otra de las habilidades básicas en su vida, la escritura.
La escritura forma parte indisociable de un proceso más amplio en el que se incluye la lectura. Identificar letras y palabras e intentar copiarlas es el primer paso en el camino de la alfabetización.
Aprender a escribir
Aprender a escribir requiere un esfuerzo, no es un trabajo fácil para los niños. Haciendo un poco de memoria podremos recordar esas cartillas de caligrafía que tanto costaban. La escritura es un trabajo mecánico que requiere de una destreza psicomotriz mediante la cual se imita aquello que vemos escrito. Mediante la práctica se adquiere la habilidad y ese mecanismo se va automatizando de forma que al final sale sin esfuerzo. Pero hasta que se llega a ese punto el niño ha realizado mucha caligrafía, un trabajo costoso y en el que se puede desmotivar con facilidad. Para evitarlo debemos hacer ver al niño la importancia que tiene adquirir de forma correcta esa habilidad.
Citar este texto en formato APA: _______. (2014). WEBSCOLAR. El hábito de la lectura. https://www.webscolar.com/el-habito-de-la-lectura. Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2024.