INTRODUCCIÓN
El manejo de la imagen personal tiene mucha importancia, tanto cuando está por tener una entrevista de trabajo, como para manejarse dentro de su empresa y también a la hora de hacer negocios, ya que lo que está en el foco de la cuestión no es su persona sino el paquete de los beneficios que usted puede brindar a un posible empleador, a la empresa para la cual trabaja o a la persona con quien quiere negociar.
La imagen es la percepción que la gente tiene de usted. Eso incluye no sólo el aspecto que tiene, sino también cómo habla, viste y actúa, la expresión de sus habilidades, fortalezas, su actitud y sus amigos.
La mayoría de las personas con las que se encuentre lo juzgará en los primeros tres minutos de conocerlo y sólo cambiarán su modo de verlo cuando lo conozcan un poco más. Por eso tiene que cuidar el mínimo detalle en estos tres minutos del primer impacto.
Hoy en día, vestirse con elegancia es todo un desafío, sobre todo por el poco tiempo con el que se cuenta. Quizá sin saberlo, una mujer se viste de acuerdo a los valores que rijan su vida. Una vez más, es preciso considerar aquello en lo que se cree, lo que quiero proyectar y la reputación que quiero lograr a la hora de ir por un estilo que sea el sello de mi personalidad, la expresión de mi interioridad.
El valor de la elegancia y la presentación es innegable en nuestra sociedad. Sin embargo como mujeres debemos ir más lejos. Eso significa que si la última moda indica que debemos usar ropa que pretende “vendernos”, entonces es el momento de poner un alto y remar contra corriente. La elegancia nace en uno mismo, no en la ropa.
El modo de vestir de los estudiantes ha influido mucho en la moda masculina, tanto en la femenina.
FORMA DE VESTIR DE LA MUJER Y DEL HOMBRE DENTRO DE LA EMPRESA
VESTIMENTA EN LOS HOMBRES
A partir de la segunda guerra mundial, se ha abierto paso una marcada tendencia hacia una forma de vestir informal. Sin embargo, ésta no debe confundirse con el vestir de sport.
El traje adecuado para la ocasión de que se trate gala, oficina, informal, sport y la buena elección de la ropa son signos inconfundibles del buen vestir. El hombre se preocupa de su aspecto, no va al trabajo como si fuera de paso para su club. Como comentaba una personalidad: Si buscamos hombres para los negocios, no contrataremos nunca a los que tengan aspecto de jugadores de golf.
El traje apropiado para el hombre de negocios incluye una chaqueta que haga juego con los pantalones, zapatos tostados, negros o marrones, dependiendo del color del traje, una camisa blanca o de color, corbata, calcetines y un sombrero que haga juego.
Ropa de sport y de diario
La ropa de sport es la parte más importante del guardarropa de un hombre; pero como su propio nombre indica, posee una finalidad concreta y no debe confundirse con el atuendo de diario del hombre de negocios.
Existe tal variedad de ropa de campo y de sport en lo que se refiere a estilos, colores y modelos, que resulta difícil tratar de todos ellos. Los trajes de sport, proporcionan al hombre la oportunidad de vestir de color, incluso de modo un tanto detonante, si se desea, sin pecar de mal gusto. Sin embargo, hay que tener cuidado para no caer en extremos extravagantes. Un conjunto de sport, compuesto de pantalones, camisa y chaqueta debe seguir ciertas reglas básicas. Los pantalones, por ejemplo, deben ser solo un tono o dos más oscuros que la chaqueta. Los contrastes muy marcados entre chaqueta y pantalón, tienden a dividir la figura en dos partes. Al hombre bajo, le hacen aparecer aún más pequeño. De igual modo, un hombre corpulento lo parecerá aún más.
Al elegir las camisas para este propósito, hay que pensar si va a ser ésta o la chaqueta la que dé la nota audaz. Si la chaqueta tiene un colorido vivo y llamativo, combina bien con una camisa de color y forma más discretos. Lina chaqueta de lana tejida, por ejemplo, de color llamativo, no irá bien con una camisa de abundante colorido. Alguna chaqueta de diario para hombres de negocios pueden combinarse con pantalones deportivos, pero las chaquetas más corrientes son las que tienen menos parecido con las de los trajes.
Los colores y su combinación
Como ha ocurrido con casi todas las modas masculinas, el uso de los colores y sus combinaciones. En la actualidad, un hombre puede llevar camisas de colores, al menos durante el día, y elegir entre una amplia variedad de accesorios. Sin embargo, aún conservan su valor ciertas reglas elementales.
Los colores más apropiados para los trajes son los grises, azules y marrones. Una regla práctica a seguir es llevar los accesorios del mismo tono de fondo que el traje. Los calcetines deben ser del color dominante de la corbata o ligar con el de la camisa. Se consigue un aspecto más elegante si se llevan los zapatos negros con traje gris, azul o negro. Los zapatos color marrón deben llevarse con tonos castaño o tostado. Como la combinación de colores es difícil de recordar es conveniente tener a mano un cuadro de colores. Cuando tenga duda, consulte a su sastre, acostumbrado a estos menesteres.
Los abrigos
Los flexibles, tipo cajón, siguen siendo los más aceptados por los hombres, a causa de su duración y comodidad. El que usted elija un modelo sencillo o cruzado depende de sus gustos personales y del corte del modelo. Generalmente, los modelos sencillos, abiertos, dan la impresión de líneas más largas y, por lo tanto, de. altura.
Los abrigos adaptados al cuerpo parecen de más vestir, pero no deben ponerse con cualquier traje o accesorios. A menos que pueda comprarse varios, será mejor que elija un modelo corriente, convencional, tipo cajón.
A causa de la marca de fábrica, el estilo y la forma pueden inducirle a errores de apreciación óptica; asegúrese de que le sienta bien a su estatura y tipo. El color es importante por la misma razón: los tonos ligeros tienden a hacer más gordo; los colores oscuros dan sensación de esbeltez.
El sombrero
A principios de siglo, el sombrero era totalmente imprescindible en el equipo masculino y resultaba preciso llevar el sombrero indicado para cada ocasión. Entonces, el ir sin él constituía la novedad, pareja con el aumento gradual del informalismo en el atuendo general masculino que trajo la segunda guerra mundial. No obstante, hoy en día, se ha rehabilitado el sombrero como último toque para el hombre bien vestido.
Cuando se compre un sombrero, preste atención a las líneas y proporciones de su cara. Las alas y copas se fabrican en diversas formas, tamaños y estilos. La apreciación cuidadosa y un poco de experiencia, le ayudarán a elegir el tipo que siente mejor a su rostro.
Es conveniente elegir un modelo neutro, a menos que pueda usted comprarse varios. Así podrá usarlo con sus trajes y abrigos. Como los sombreros están expuestos a mucho uso y desgaste, resulta económico el comprar dos. Cepíllelos con frecuencia y manténgalos limpios y guardados.
Accesorios
Una camisa blanca, por ser neutra, va bien con cualquier traje y permite más fácilmente la elección de la corbata; no hay miedo de que desentone con ninguna. Las camisas de color, sin embargo, resultan muy adecuadas para el trabajo. Se han popularizado, desde el punto de vista de la moda y por su economía. Elegidas con cuidado, pueden contribuir a resaltar la personalidad de un individuo.
Un accesorio llamativo, como puede ser la corbata o el pañuelo de bolsillo, es suficiente para evitar el efecto de monotonía en los trajes de un solo tono. Si el traje es de color liso, puede llevarse cualquier tipo de corbata, a listas, con lunares o figuras. Lo importante es evitar la sensación de monotonía.
Con un traje de lana trenzada o a rayas, evite las camisas y corbatas rayadas. Elija un modelo y color de corbata que destaque menos que el traje. Si éste es de dibujo y de un color discreto, trate d buscar el efecto contrario. Generalmente, las corbatas de dibujo menudo, o las lisas, son las que combinan mejor en estos casos. Si el dibujo del traje es casi imperceptible, la corbata de dibujo grande realzará el efecto.
VESTIMENTA EN LAS MUJERES
Vestirse de manera adecuada para el trabajo puede resultar más difícil para las mujeres que para los hombres, pues al menos ellos cuentan con un “uniforme”, que sería el traje.
¿Cómo cultivar el buen gusto?
El buen gusto no es una cuestión de herencia. Puede adquirirse, pero requiere cuidadosa atención, observación, estudio y práctica en los cambios de las modas; además de probar, pensar y saber distinguir. Podemos definir el buen gusto como la sencillez y adecuación equilibrada de los vestidos, apropiados para determinadas ocasiones. El mal gusto se identifica con las combinaciones de colores poco adecuadas, conjuntos en los que se mezclan estilos de «sport» y de vestir, vestidos demasiado ajustados y uso excesivo de adornos y maquillaje.
Tendencias de la moda
Al planear su guardarropa, la mujer que quiera vestir bien debe tener en cuenta las tendencias de la moda. La industria textil siempre va en busca de nuevas ideas que harán cambiar los estilos en la temporada próxima. Los diseñadores recurren con frecuencia a modas antiguas para sacar sugerencias adaptables al estilo moderno.
Una autoridad en el estudio de la moda ha dicho que ningún cambio es realmente nuevo, sino que siempre es una modificación de algo anterior. Desde los comienzos de la civilización, las tendencias del vestir pueden agruparse en tres ciclos. El primero, es el de las formas acampanadas, con cinturas apretadas y gigantescas faldas de metros y metros a su alrededor. Ejemplos del segundo ciclo, de caderas anchas, los encontramos en los miriñaques de finales del siglo xvin. Estos estilos dieron lugar al tercero, tipo tubular de vestido, caracterizado por ropajes largos enrollados al cuerpo, con la cintura alta y debajo del pecho.
La forma de reaccionar las mujeres a las innovaciones de la moda es algo que varía. En un extremo se encuentran las ultraconservadoras, que rehusan aceptar los cambios y se muestran en completo desacuerdo con ellos. En el otro extremo están las atrevidas, que son capaces de ponerse todo lo nuevo, con fervorosa pasión.
Los últimos modelos y estilos de sombreros que aparecen cada temporada suelen ser demasiado extremados para ser aceptados por la mujer normal. Es mejor esperar a que pasen las fases más revolucionarias de cada temporada antes de ampliar el guardarropa y luego aceptar lo que de veras siente bien. Las líneas verticales y horizontales producen diferentes efectos según sea el tipo. Estudie previamente su figura para saber qué le conviene disimular y qué resaltar.
¿Cómo vestirse para el trabajo?
Toda mujer joven debe saber cambiar su guardarropa de estudiante por el más apropiado para su actividad profesional o para su situación de señora joven. Si llega a convertirse en una mujer de negocios o en una profesional, dejará a un lado las cintas del pelo y llevará sombreros, sustituyendo las faldas y jerseys por trajes, medias y zapatos de tacón en lugar de medias de sport y playeras, remplazando los adornos demasiado juveniles e intrascendentes por otros más serios. Una mujer joven debe lucir su mejor aspecto en el trabajo, no solo por su propia conveniencia, sino para causar buena impresión a sus clientes y a los que tiene a su alrededor.
Detalles que se deben saber acerca de la vestimenta
Para los primeros días en el trabajo luzca conservador/a. Mire cómo visten sus compañeros de trabajo y su supervisor. Entonces tendrá una idea del tipo apropiado de ropa que puede llevar. Vestir como el jefe es generalmente es la mejor idea. Esto demuestra su deseo por ser parte de la organización. Recuerde estos puntos:
Si todavía tiene dudas pida un manual del empleado. La mayoría de compañías han escrito reglas que incluyen los códigos de vestuario. Leer el manual no sólo le dará una idea de qué usar, sino también le dará pautas de lo que se espera de usted como empleado.
Su apariencia representa a la compañía. Para los clientes, usted es la compañía. También, su apariencia puede directamente afectar su relación con otras personas en el trabajo y afectar el ambiente de trabajo. Por lo tanto, debe considerar su aspecto para trabajar, no para usted mismo/a. Lo primero es identificar el grado de clasicismo que se requiere. La ropa que necesite una abogada, por ejemplo, será más conservadora a la que requiera la creativa de una agencia de publicidad.
Más aún, el grado de formalidad debe adaptarse según la oficina específica. Si una mujer es muy arreglada, y trabaja en un lugar relajado, parecerá alzada, anticuada e inaccesible. Por otro lado, una chica de estilo desenfadado que labore en un lugar más formal no será tomada en serio.
En cualquier instancia, es importante evitar la ropa abiertamente sexy. Los tops escotados u ombligueros y los pantalones ultraceñidos dan una imagen poco profesional. Además, pueden hacer que la mujer parezca una adolescente recién salida de la prepa en lugar de una profesionista destacada. En general, se aconseja evitar los extremos. ¡Nada de ropa muy apretada, muy aguada, muy larga, muy corta o demasiado vanguardista!
Para oficinas formales, Cotton Incorporated aconseja armar un guardarropa con una falda negra que llegue un poco arriba de la rodilla, pantalones negros favorecedores, un suéter negro con cuello de tortuga, un twinset (juego de dos suéteres), una camisa blanca clásica, un traje de pantalón, un saco o chamarra de buen corte, una blusa femenina, un vestidito negro y un buen surtido de accesorios.
Un buen consejo para quienes trabajen en sitios conservadores es buscar ropa similar a la que usen mujeres de mayor jerarquía. De hecho, una estrategia para ascender en el medio laboral consiste en vestir no para el puesto que se tiene, sino para el que se desea llegar a tener.
Incluso en las oficinas más relajadas hay que recordar que informal no es lo mismo que fachoso. Lo más conveniente es usar prendas de buen corte en telas modernas, como pana o mezclilla oscura, nunca deslavada
¿Cómo formarse un guardarropa con lo indispensable?
El secreto de un buen guardarropa es su adecuación, comodidad y elegancia clásica. Cuando tenga que elegir entre calidad y cantidad para su guardarropa, la joven inteligente elegirá, posiblemente, lo primero. Las prendas de calidad conservan su forma, lavan bien y son siempre elegantes aun cuando ya no estén nuevas.
El que su guardarropa se componga especialmente de conjuntos, vestidos normales o una combinación de ambos, dependerá de su gusto personal, de sus rasgos físicos y de los dictados de la moda. Pero el criterio principal en su selección debe ser la línea sencilla, la buena calidad y los colores bien combinados.
Prendas que la mujer no debe utilizar en el trabajo
Entre estas prendas que por nada se deben utilizar en el trabajo podemos mencionar:
- Blusas reveladoras o sin mangas, a menos que vayan bajo un saco
- Mallones o pantalones tan ajustados que hagan que se marque la ropa interior
- Moda étnica o de aire campirano
- Estampados locos y coloridos
- Estampados florales llamativos
- Sacos cruzados sin abotonar
- Chamarras aguadas o de mal corte
- Pantalones Capri
- Pantalones demasiado acampanados
- Bordados o brocados
- Faldas muy largas o muy cortas
- Botas al muslo
- Medias de red, de encaje o de colores
¿CÓMO COMPRAR CON INTELIGENCIA?
En casi todos los países se gasta mucho dinero en comprar ropa para el trabajo. Aun así, hay mucha gente que no elige bien la suya por desconocer algunos principios básicos sobre géneros y vendedores.
Si pregunta entre sus amigos y conocidos, se sorprenderá al comprobar que son muy pocos los que van solos de compras. Generalmente, la mayoría de las personas creen que no entienden lo suficiente sobre géneros y modas para emitir sus propios juicios. No se trata de negar los conocimientos del vendedor, pero un traje es un producto de acabado complicado; gran parte de lo que contribuye a su valor y duración permanece escondido.
APRENDA A CONOCER LOS GÉNEROS
Las etiquetas dicen poco más que la clase del género con que una prenda está confeccionada lana, algodón, fibra sintética o mezcla y el porcentaje de cada una de las fibras que lo componen. Aunque esta información no es suficiente para la elección final, sí constituye una parte de los datos que debe conocer el consumidor. Si no es usted capaz de distinguir la lana de otros tejidos y mucha gente no lo es, lea la etiqueta para asegurarse.
Las fibras utilizadas en las telas o son naturales, derivadas de animales o vegetales, o sintéticas. Los tejidos naturales son lanas del pelo de animales, como la oveja, camellos o gatos de angora. El algodón sale de la planta de su nombre; el lino y la seda, esta última elaborada a partir del filamento del gusano de seda, se usan solamente para ropas de verano.
Los tejidos sintéticos se fabrican por medios químicos, a partir del aire, carbón, agua, pulpa de madera y celulosa, tratada con ácidos. Entre los tejidos más conocidos de este tipo se encuentran el orlón, dralón, rayón y nylón. Estos géneros se han usado ampliamente en ropas de verano por su ligereza y, ahora, adecuadamente mezclados con lana, se emplean durante todo el año.
TEJIDOS TRENZADOS Y LISOS
Los métodos utilizados al tejer los materiales proporcionan también indicaciones sobre la calidad de un traje o abrigo. El tipo de tejido se identifica más fácilmente en los más acabados.
El tejido se reconoce por el ángulo que forman las fibras al cruzarse. El ángulo es mayor de 45 grados en las telas impermeabilizadas, trenzadas, como las de gabardina. El ángulo típico de 45 grados de trenzado se encuentra en la espiguilla. En el tejido liso, las fibras se cruzan perpendicular-mente, pasando alternativamente por encima y por debajo unas de otras. Las tejidas en telares artesanos son típicos ejemplos de estas manufacturas. En general, los trenzados son los tejidos de más duración, y suelen emplearse con más frecuencia en los trajes.
FÍJESE EN LAS SOLAPAS Y EN LOS HOMBROS
En la ropa de mala calidad, las solapas tienen poca elasticidad al arrugarlas, debido a la deficiente elaboración y al uso de entretelas de mala calidad. Unas buenas solapas se conservan flexibles, indeformables y sin arrugas.
Aun en los mejores trajes, los hombros van rellenos con hombreras suaves y sin bultos. Las hombreras no deben exagerar los hombros. En un traje de mala calidad los hombros aparecen rígidos y pesados, porque las hombreras están mal construidas. A veces, están hechas de papel y van mal sujetas.
INSPECCIONE LOS BOLSILLOS Y COSTURAS
Fíjese en si los bolsillos están terminados adecuadamente. Su hechura correcta impide que se abulten hacia el exterior. Las costuras deben estar terminadas con galones que oculten los bordes de la tela. Examínelos, para ver si están bien rematados. Si las costuras asoman por debajo de la chaqueta, la manufactura es de poca calidad. Los ojales han de estar limpios y también bien rematados.
El uso del sombrero está más generalizado en unos países que en otros. Así, mientras en unos lugares es considerado como requisito del buen vestir, en otros, incluso los más meticulosos en cuestiones de vestir, prefieren no llevarlo. Al elegir un sombrero, permita que un dependiente experto le aconseje. Por lo general, una cara alargada se ve mejor con sombreros de ala estrecha y copa angosta en la parte superior. Para caras llenas es más recomendable una copa más ancha y ala median
Los bolsillos de los pantalones deben estar bien cortados y cosidos razonablemente. Los mejores son los de algodón trenzado. Los de mala calidad suelen estar hechos de un tejido tosco de algodón que se des-hilacha después de algunos lavados. El bolsillo mal cosido, rematado solo una vez, se descose fácilmente o se rompe.
OBSERVE SI ENCAJAN LOS DIBUJOS EN LAS COSTURAS
En los trajes de telas trenzadas o lisas, fíjese en las costuras. En la ropa de calidad, el paño se corta siempre de modo que los dibujos o la dirección del sesgado de la tela coincida en cada detalle. Observe con cuidado las siguientes zonas críticas:
- Costura central trasera de la chaqueta o abrigo. La estría o el dibujo no debe interrumpirse.
- Costuras laterales y base de las mangas.
- Dorso del cuello.
- Parte delantera, con la chaqueta abrochada.
- Aberturas de los bolsillos, incluso el del pecho.
- Límite entre el cuello y la solapa.
Si en cualquiera de estos puntos no casan los dibujos, puede tener la razonable certeza de que el fabricante habrá prestado también poca atención a otros aspectos importantes de la manufactura.
TENER PACIENCIA PARA ELEGIR LO QUE SIENTA BIEN
El traje de mejor calidad contribuirá poco a su aspecto a menos que le siente bien. Esto también aumenta la duración del artículo. Cuando compre ropa, tómese el tiempo suficiente para probársela por todas partes. Mírese por delante y por detrás. Póngase y quítese la chaqueta sin ayuda del dependiente. Ande un poco, siéntese y compruebe cómo le cae.
Observe cómo le quedan los pantalones. ¿Se siente cómodo al caminar, o le aprietan? Si las piernas le están estrechas, le molestarán o no le caerán bien. ¿Caen en línea recta? ¿Y la vuelta del pantalón? Debe apenas tocar los zapatos. Si le caen demasiado, éstos parecerán largos y se le rozarán con los zapatos, gastándose pronto.
El cuello de la chaqueta debe no hacer arrugas y quedar próximo al dorso y lados de su cuello. Debe verse de medio a un centímetro del cuello de la camisa. Del mismo modo, el largo de la manga debe permitir asomar un trozo aproximadamente igual del puño de la camisa; sin embargo, esto último depende del gusto de cada uno. Algunos prefieren que no le asomen los puños.
El cuerpo de la chaqueta debe caer en línea recta desde los hombros hasta la parte inferior. Algunos prefieren que se ajuste un poco a la cintura. Los hombros deben ser moderadamente anchos, con el pecho relleno y ajustado a la altura de las caderas. La forma de la prenda debe ser lisa, sencilla y sin arrugas. No debe dar sensación de tirantez cuando se abotona la chaqueta. Una buena regla a seguir, respecto al largo de la chaqueta, es que ésta cubra totalmente la cruz de los pantalones. Las mangas deben ser estrechas, pero cómodas. El hueco de las mismas lo suficientemente amplio como para que no se levante la chaqueta al cruzar los. brazos.
CUIDADO Y MANTENIMIENTO DE LA ROPA
La duración y el aspecto de su ropa depende, en cierto modo, de los cuidados que usted le dispense.
Un buen surtido le ayudará a ello, porque la ropa podrá descansar durante cierto periodo de tiempo.
Aunque solo tenga tres trajes, debe ponérselos alternativamente. Las siguientes sugerencias podrán serle de provecho:
- Asegúrese de que sus trajes le quedan bien.
- Después de ponerse cada traje, déle un día de descanso.
- Cuélguelo siempre en una percha.
- Deje los bolsillos vacíos.
- Evite el llevar los bolsillos llenos, porque se deforman, hacen que le siente mal el traje y resulta feo.
- Mantenga el sombrero limpio, cepillándolo varias veces por semana. El sombrero de pelo debe guardarse con el pelo hacia arriba, y como cualquier sombrero, sobre una superficie plana.
- Cepille la ropa con frecuencia.
- Tenga la ropa limpia y planchada siempre que sea necesario. El hacerlo con demasiada frecuencia estropea el género. Cepillándola adecuadamente, colgándola y cambiando de traje a menudo se conservan bien muchas semanas, sin tener que limpiarlo.
- Póngase la camisa limpia todos los días.
- Cuando se quite la corbata, deshaga el nudo para que el tejido pueda recuperar su forma primitiva.
- Cambíese de calcetines y ropa interior a diario.
- Lleve siempre un par de pañuelos y cám-bielos cada día.
- Lleve los zapatos brillantes. El betún conserva el cuero y lo protege contra los elementos, además de darle un aspecto cuidado.
- No se ponga los mismos zapatos dos días seguidos. Guárdelos con una horma, para que conserven la forma, y deles tiempo para que se sequen.
Sus vestidos deberán destacar sus mejores cualidades, acentuar su personalidad y ser adecuados para su tipo de vida. El vestir bien, saber comprar, elegir y combinar diversos artículos para formar un conjunto elegante es cuestión de buen gusto. Si usted no es capaz de distinguir entre lo que significa buen y mal gusto en el vestir es probable que se sienta disminuida en el mundo de los negocios y que cause una pobre impresión en sociedad. Algunas mujeres se excusan de su aspecto poco atractivo, diciendo que no poseen el inaccesible don del buen gusto. Continúan admirando, sin envidia, a la estudiante bien vestida, a la mujer de negocios o a la señora que saben sacarle partido a su buen gusto. Pero continúan comprando una serie de accesorios inadecuados y, la mezcolanza de vestidos y blusas que poseen, abarrotan sus armarios.
Conclusión
En este trabajo se hace un delicado énfasis en el modo de vestir al momento de ir a un trabajo o de haber adquirido un empleo, esto es muy importante ya que la moda, ha influido mucho en la manera de vestir de lo jóvenes, haciendo que estos vistan de una manera disparatada.
Aunque como mucho dicen toda vestimenta tiene su ocasión y lugar, así mismo la oficina posee una adecuado vestimenta, la cuál ha sido explicada en este trabajo.
Es muy importante que la vestimenta sea la adecuada en el ámbito de trabajo, ya que esa es la imagen que uno refleja, su vestimenta, y a base a esto se debe uno el respeto ante los compañeros e inclusivo con sus superiores.
La mujer como tanto el hombre, pueden ir un día vestidos en ropa deportiva, pero siempre y cuando sea de una manera no muy libre y otra cosa que no sea un lunes, donde se empieza la semana.
Otros puntos se han tocado en este trabajo, espero que les haya sido de su agrado y utilidad.
Recomendaciones
- Este trabajo es un método para fomentar a los jóvenes a vestir de una manera adecuada al momento de adquirir un empleo.
- Fomentar a las escuelas a realizar y practicar trabajos como este para hacer entender a la juventud que toda vestimenta tiene su lugar.
- Hacer pancartas para que todas las personas tengan acceso a esta información.
- Los colegios deben realizar materias donde se simule la vestimenta en el ámbito empresarial, para fomentar el temprano habito en los estudiantes.
- Realizar actividades, donde se den conferencias y debates para exponer los beneficios de una buena presencia, una buena imagen.
Bibliografía
LIBROS:
- Cap. 12 del libro escolar. El vestir en los hombres. Pp. 103 – 111
- Cap. 13 del libro escolar. El vestir en las mujeres. Pp. 113 – 120
- Enciclopedia Microsoft Encarta de Consulta 2005
Cd-Rom
INTERNET:
http://www.mujerynegocios.com/artBELLEZA.asp
http://www.urbanext.uiuc.edu/dress_sp/08-job-success-02dre.html
www.magellanassist.com/mem/library/ default.asp?TopicId=349&CategoryId=0&ArticleId=8
www.soloellas.com/dinero_ comovesitersedeformacorrecta03.html
www.enfemenino.com/mode/ dressingembauche/dressingembauche1.asp
www.enplenitud.com/nota.asp?articuloid=522
Anexo
Vestimenta de la mujer en la oficina
Debe ser muy conversadora.
Los trajes de saco, le dan a la mujer ejecutiva mucha personalidad.
La manera como se está vestido es la imagen que damos a mostrar, recordando somos la imagen de la empresa.
Anexo
Vestimenta del hombre en la oficina
Un traje de buena calidad es un conjunto es utilizado por excelencia brindándole mucha personalidad al hombre en el trabajo.
Citar este texto en formato APA: _______. (2013). WEBSCOLAR. Forma de vestir de la mujer y del hombre dentro de la empresa. https://www.webscolar.com/forma-de-vestir-de-la-mujer-y-del-hombre-dentro-de-la-empresa. Fecha de consulta: 21 de noviembre de 2024.