La Pobreza es la carencia de recursos necesarios para satisfacer la necesidad de una población o grupo de personas especificas, sin tampoco tener la capacidad y oportunidad de como producir esos recursos necesarios. Sin duda la pobreza es relativa y se mide de diferentes formas. La definición de pobreza exige el análisis previo de la situación socioeconómica general de cada área o región, y de los patrones culturales que expresan el estilo de vida dominante en ella. La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y/o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de segregación social o marginación.
En muchos países del tercer mundo, se dice que uno está en situación de pobreza cuando su salario (si es que tiene un salario), no alcanza para cubrir las necesidades que incluye la canasta básica de alimento.En el tercer mundo la mayoría de la población es pobre; y un cuarto de la población de los países altamente industrializados está comprendida en una situación de pobreza. En ambos casos se reconoce, éticamente, que tal situación debe ser superada y eliminada. Este planteamiento convergente (a pesar de la diversidad de expresiones culturales, sistemas sociales y enfoques ideológicos) se debe al hecho de que, desde cualquier perspectiva de análisis, la pobreza es el resultado o producto de algo que es sustancialmente desigual. La desigualdad es “éticamente mala, socialmente injusta y económicamente no óptima’.
Hay algunos intentos de categorización de las desigualdades sociales en relación con América Latina y el Caribe, se consideran cuatro categorías:
- Desigualdades estructurales, que dependen de la naturaleza y características de los correspondientes sistemas socio-económicos;
- Desigualdades sexuales, en cuanto desigual distribución de derechos y oportunidades que en sus respectivas sociedades nacionales tienen mujeres y hombres;
- Desigualdades físicas, concernientes a la ubicación y condiciones geográficas, así como a la diversidad y riqueza de recursos naturales; y
- Desigualdades por origen racial.
Así planteada la problemática global en cuestión, la pobreza es una de las manifestaciones de la desigualdad. De esto se deriva, lógicamente, que en el supuesto de eliminarse la pobreza en un espacio físico y social determinados, ello no conduciría automáticamente a la igualdad, si concurrentemente no se cumplieran otras condiciones, cuya dimensión depende de los distintos niveles de percepción y de las opciones que se asuman. Los bajos ingresos y aún su distribución desequilibrada no son, ciertamente, la única característica de la pobreza rural.
Esta es un fenómeno multifactorial, algunas de cuyas expresiones son las siguientes:
- Desigual distribución del ingreso
- Desequilibrio entre estructura económica y demográfica
- Desempleo y subempleo rural
- Bajos salarios agrícolas
- Mecanización agrícola
- Falta de organización de los trabajadores agrícolas
- El uso de la tierra
- El acceso a la tecnología
- El acceso a los servicios de comercialización
Al iniciarse la década de los ochenta, según las referencias de CEPAL, había en América Latina 147 millones de pobres, de los cuales 80 millones correspondían a las poblaciones de las áreas rurales y 67 millones correspondían a las poblaciones de las áreas rurales y 67 millones a las áreas urbanas. Esta fría y objetiva comprobación, está indicando que la pobreza en América Latina es un fenómeno plenamente vigente y que no ha sido reducida sustancialmente pese a los esfuerzos que se han realizado hasta ahora. Esta situación que vive causando cada vez más agudos conflictos sociales está planteando a los gobiernos de los países de la región la urgente necesidad de definir acciones para eliminar la pobreza o por lo menos reducirla.
CUATRO VISIONES SOBRE LA POBREZA A ESCALA MUNDIAL
Aunque la visión de un mundo de pobres y de ricos es ciertamente antigua o al reparto mundial en el XIX con el sistema de las colonias, tampoco es menos cierto que no se tiene una visión mundial de la pobreza hasta entrado el siglo XX. Esto se debe, desde mi punto de vista, a la consolidación precisamente de la unidad de análisis: el estado; y a la producción sistemática y más o menos fiable de datos empíricos comparables.
Visión 1. La pobreza como una realidad mundial
La pobreza a escala mundial “se descubrió”, por citar de manera literal las palabras de Sachs, hacia 1940 en los primeros informes del Banco Mundial. La pobreza en aquellas condiciones era entendida como una operación estadística de carácter comparado (siguiendo las indicaciones de su principal artífice, Colin Clark) que afecta a los ingresos per cápita de los diferentes estados. Desde esta perspectiva se deriva una estructuración mundial de la pobreza muy clara: países de mayor renta vs países de renta inferior. Y un país pobre es el que queda por debajo de un determinado nivel de renta o umbral. Esta perspectiva, lejos en la actualidad de estar en desuso, ha sido completada con aportaciones empíricas y teóricas y continúa siendo una de las principales fuentes de información y referencia para la descripción para el análisis de la pobreza.
Visión 2. La pobreza absoluta. Niveles mínimos de vida
Sin embargo, desde el propio Banco Mundial y hacia el final de los años 60 y durante los años 70, se produce una reconducción en el término “pobreza”. Hablamos de pobreza absoluta y de niveles de vida sobre los que pesa una clara delimitación o franja a partir de la cual se es pobre. Célebre es la cita (del nada sospechoso McNamara): “para finales del siglo debemos erradicar la pobreza absoluta. Ello significa en la práctica la eliminación de la malnutrición y del analfabetismo, el descenso de la mortalidad infantil y el incremento de la esperanza de vida de forma equivalente a los estándares de los países más desarrollados”. A parte de las implicaciones a nivel internacional que tuvo esta visión sobre la pobreza, también en esa dirección se encuadraron los estudios de Ornati 1966 y las políticas públicas que para el caso de los Estados Unidos, se enunciaron como “War on Poverty”, durante el gobierno de Johnson, con los efectos ya. Por lo tanto, aquellos países (o grupos) que no cumplan con un mínimo vital establecido según parámetros occidentales, serán pobres. Esto es especialmente relevante si lo entendemos dentro del contexto hegemónico de los EE.UU en el sistema mundial.
Visión 3. El “otro desarrollo”.
Pero es en la década de los años 70, y más en concreto sobre 1975, cuando se empieza a hablar del “otro desarrollo” en términos más cercanos a lo que hoy podemos considerar proceso de empobrecimiento o una definición más amplia de desarrollo. Casi como un discurso paralelo y antagónico al oficialista de instituciones como el Banco Mundial, sus postulados se basan en la liberación como axioma fundamental, está orientado hacia la satisfacción de las necesidades humanas, tanto materiales como no materiales. Se fundamenta en la búsqueda de un equilibrio ecológico y en los procesos endógenos de crecimiento y cambios estructurales, mediante la articulación de lo macro con lo micro e incorporando a los diferentes análisis cuestiones novedosas o no incluidas con anterioridad. Las diferentes formas de conceptualizar la pobreza y su dimensión mundial que hemos propuesto en estas tres visiones, explican con bastante fidelidad que no fuera posible un consenso. Y precisamente las tres visiones sobre la pobreza mundial de donde se nutren los axiomas básicos del desarrollo humano, cuarta visión, ésta, sobre el proceso de empobrecimiento mundial.
Visión 4. Desarrollo humano
La realidad de la agenda política para la lucha de la pobreza global, no dejaba de ser un conjunto de propuestas basadas, una vez más, en la unidad de análisis: el estado. La perspectiva del desarrollo humano (PNUD) sintetiza tres aspectos clave de la socialdemocracia como ideología política: renta, educación y sanidad. Estos tres aspectos son el eje central mediante el cual se articula toda una propuesta de indicadores y políticas aunque, como bien sabemos, cada informe está dedicado a un aspecto más concreto del panorama mundial del desarrollo: mujer (1991, 1995), pobreza humana(1997), consumo(1998)… De todas formas, en el origen, el concepto de desarrollo humano se parece bastante más a la visión de la realidad de la pobreza mundial que llamábamos “el otro desarrollo”. Cosa, por otra parte, lógica si tenemos en cuenta las propuestas de partida del PNUD.
DIMENSIONES DE LA POBREZA
Para saber qué es lo que ayuda a aliviar la pobreza, lo que funciona o no funciona, lo que cambia a través del tiempo, la pobreza se tiene que definir, medir y estudiar y a veces, incluso, vivir. Como la pobreza tiene varias dimensiones se tiene que mirar a través de varios indicadores, niveles de ingresos y consumo, indicadores sociales y más recientemente indicadores de vulnerabilidad de riesgos y acceso socio-político. Hasta ahora la mayoría de los estudios sobre la pobreza se han basado en medidas de consumo o ingresos. En los últimos tiempos algunos de los estudios examinan también otras dimensiones de la pobreza.
¿CÓMO SE MIDE LA POBREZA A NIVEL DE PAÍS?
La manera más común de medir la pobreza es a través de los niveles de ingreso o consumo. A un individuo se le considera pobre si su nivel de ingreso o consumo se sitúa por debajo de un nivel mínimo que le permita satisfacer sus necesidades básicas. A este nivel mínimo se le suele denominar “línea de pobreza”. Lo que es necesario para satisfacer las necesidades básicas varía a través del tiempo y las sociedades. Por lo tanto, las líneas de pobreza varían según el tiempo y el lugar, y cada país utiliza líneas que son apropiadas en relación con su nivel de desarrollo, normas y valores sociales.
La información sobre el consumo y el ingreso se obtiene a través de encuestas por muestreo en las cuales se hacen preguntas a las unidades familiares sobre sus hábitos de gasto y fuentes de ingreso. Estos tipos de encuestas se complementan cada vez más con técnicas participativas, en las que se pregunta a los individuos cuáles son sus necesidades básicas y cómo definirían el término pobreza. Lo que es interesante es que los resultados de nuevas investigaciones demuestran un alto grado de concordancia entre líneas de pobreza basadas en evaluaciones objetivas y subjetivas de las necesidades.
¿CÓMO SE MIDE LA POBREZA A NIVEL GLOBAL?
Cuando se estima la pobreza a nivel mundial, se tiene que usar la misma línea de pobreza de referencia, y expresarla en una unidad común a través de los países. Por lo tanto, a efectos de agregar y comparar datos a nivel global, el Banco Mundial usa líneas de referencia de $1 y $2 por día en dólares de 1993 en términos de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA) (donde la PPA mide el poder adquisitivo relativo de las monedas a través de los países). Se ha estimado que en 1998 1200 millones de personas en el mundo tenían niveles de consumo inferiores a $1 por día – 24 por ciento de la población de los países en desarrollo – y 2800 millones de personas vivían con menos de $2 diarios. Estas cifras están por debajo de las estimaciones anteriores, lo que indica que algún progreso ha tenido lugar, pero siguen siendo demasiado altas en términos de sufrimiento humano, y queda mucho por hacer. Y se debe enfatizar que, para analizar la pobreza en un país determinado, el Banco Mundial siempre usa líneas de pobreza basadas en las normas de dicha sociedad. Dado el tiempo que toma recopilar y sistematizar los datos de las encuestas de los hogares, de donde son extraídas las cifras anteriores, y la complejidad del ejercicio de estimación, estas cifras aparecen con un retraso y se actualizan solamente cada tres años.
NUEVAS DIRECCIONES EN LA MEDICIÓN DE LA POBREZA
Aunque que se ha realizado gran progreso en la medición y análisis de la pobreza del ingreso, se necesitan más esfuerzos para medir y estudiar todas las otras dimensiones de la pobreza. Para la preparación del Informe sobre el Desarrollo Mundial: Lucha Contra la Pobreza, publicado en septiembre del 2000 se ha realizado mucha investigación en las otras dimensiones de la pobreza -la definición de indicadores cuando eso fue necesario, la recolección de datos y la evaluación de tendencias. La agenda del Informe sobre el desarrollo mundial ha incluido tanto la unión de indicadores sociales comparables y de alta calidad para la educación, la salud, y el acceso a servicios e infraestructura como el desarrollo de indicadores que examinan otras dimensiones – por ejemplo el riesgo, la vulnerabilidad, la exclusión social, el acceso al capital social. El programa de trabajo, además, ha incluido métodos de comparar un concepto multi-dimensional de pobreza, cuando la agregación de todas las dimensiones en un solo índice podría no tener sentido.
Además de extender la gama de indicadores de pobreza, es necesario trabajar en la integración de los datos obtenidos a través de encuestas por muestreo con la información obtenida de por medio técnicas más participativas, las cuales usualmente ofrecen observaciones interesantes sobre por qué los programas tengan menor o mayor éxito. Los enfoques participativos ilustran: la naturaleza del riesgo y de la vulnerabilidad, cómo los factores culturales y étnicos interactuan y afectan la pobreza, cómo la exclusión social limita la participación de las personas en el desarrollo, y cómo las barreras hacia esa participación pueden ser eliminadas. De nuevo, trabajo en la integración de análisis de la pobreza basadas en encuestas por muestreo y en técnicas participativas ha sido realizado para la preparación del Informe sobre el desarrollo mundial.
DE LA MEDICIÓN DEL PROGRESO A LA ACCIÓN
Los cambios en las mediciones de pobreza, y en los indicadores sociales, a través del tiempo y los lugares revelan si las políticas para reducir la pobreza están funcionando o no, tanto a nivel global como a nivel de país. Indicadores de nivel de proyecto indican si un programa ha funcionado o no. Saber si ha habido progreso, y dónde ha habido progreso en alcanzar la Estrategia XXI ayudará e influenciará el diseño de políticas y proyectos. El conocimiento sobre lo que funciona para reducir pobreza tiene que, primero y más importante, guiar en la formación de políticas y programas de un país. Es por esta razón que es esencial que en cada país exista capacidad de estudiar la pobreza y analizar el impacto de los proyectos y programas. El Banco Mundial continua a trabajar en varios países para fortalecer las capacidades locales aconsejando lo que funciona o no. El mismo conocimiento debe también influenciar las decisiones sobre el tipo de ayuda que el Banco Mundial ofrece a los países.
ACTITUDES QUE PERPETÚAN LA POBREZA
La segunda raíz de la pobreza son algunas actitudes que impiden el progreso, que están en boga general. Estas actitudes son de naturaleza personal, pero suelen generalizarse a tal punto que se convierten en características de grupo de naciones. Algunas actitudes son propias del Tercer Mundo, y frenan su crecimiento inicial, tal como la indolencia, la indiferencia, y la resistencia al cambio. Otras se adoptan más adelante, después de que el Tercer Mundo comienza a imitar las costumbres del primer mundo, tal como la fuerte dependencia sobre sindicatos o gobiernos..
Las siguientes son algunas de estas actitudes:
- Tengo derecho a vivir sin molestias de mis actividades agrícolas tradicionales, como lo hicieron mis antepasados.
- Conforme la sociedad trasciende los restos del feudalismo, yo demando el derecho a mi propia tierra, aún si debe quitársele a alguien más, para crecer en ella mi maíz o fríjol o arroz.
- Indistintamente de cuánto produzco, tengo derecho a tener un ingreso suficiente para poder disfrutar de todas las comodidades de la vida moderna, aún si para ello es necesario que se me apoye con precios fijos o subsidios que mejoran mi nivel de vida; entre muchas otras más.
Estas actitudes, tan comunes en tiempos modernos, se reflejan en muchas falacias económicas, que forman la base de los programas políticos de hoy.
Algunas de estas falacias son:
- Seremos más ricos y prósperos en la medida en que gastemos más dinero y ahorremos menos. Un corolario de esta creencia sería: El ahorro produce el estancamiento (stagnation). Esta actitud conduce directamente al desperdicio en el consumo, conocido como consumismo, y al agotamiento del capital escaso.
- Seremos más ricos en la medida en que creemos más empleos y paguemos mejores salarios, indistintamente de la productividad. Este error conduce al alto costo asociado con la burocracia y la ineficiencia.
- El desempleo es un mal mayor que la inflación. Su corolario: que se imprima todo el dinero necesario para crear empleos para todos, sin importar que se trabaje poco.
- Es preferible la inflación a elevar impuestos o disminuir los servicios provistos por el gobierno.
- La deuda no es importante. Es mejor endeudarse que sacrificar el bienestar presente. Nuestros nietos podrán ignorarla, y la inflación lo hace parecer irrelevante.
- Los precios deben mantenerse bajos, a pesar de que se aumentaron los salarios y la oferta monetaria. Siempre hay que responsabilizar a los productores por el alto costo de la vida y castigarlos con todo tipo de pena. Nunca se debe considerar culpar al banco Central del alza en precios.
- El gobierno es un leal servidor público, y su intervención en todos los programas sociales es tanto beneficiosa como inevitable.
OBJETIVOS PARA FINALIZAR LA POBREZA EN EL SIGLO XXI
El irregular progreso en desarrollo es preocupante. Los flujos de comercio y capital que integran la economía global pueden beneficiar a millones pero al mismo tiempo pueden hacer que la pobreza y el sufrimiento continúen. En un mundo integrado, las enfermedades, la degradación ecológica, los conflictos civiles y las actividades criminales son también preocupaciones de carácter global. Agencias internacionales para el desarrollo, respondiendo a preocupaciones sobre la pobreza a escala global, han empezado a reexaminar las maneras en las que hacen negocios. Las agencias internacionales para el desarrollo tienen más en cuenta el impacto que el dinero aportado, estableciendo objetivos en ejecución.
20 PAÍSES CON ALTO INDICE DE POBLACIÓN A NIVEL MUNDIAL
CONTINENTE |
PAÍS |
POBLACIÓN |
|
1 |
Asia |
China |
1,330,044,605 |
2 |
Asia |
India |
1,147,995,898 |
3 |
Norteamérica |
Estados Unidos |
303,824,646 |
4 |
Asia |
Indonesia |
237,512,355 |
5 |
Suramérica |
Brasil |
191,908,598 |
6 |
Asia |
Pakistán |
167,762,040 |
7 |
Asia |
Bangladesh |
153,546,901 |
8 |
Europa |
Rusia |
140,702,094 |
9 |
África |
Nigeria |
138,283,240 |
10 |
Asia |
Japón |
127,288,419 |
11 |
Norteamérica |
México |
109,955,400 |
12 |
Asia |
Filipinas |
92,681,453 |
13 |
Asia |
Vietnam |
86,116,559 |
14 |
Europa |
Alemania |
82,369,548 |
15 |
África |
Egipto |
81,713,517 |
16 |
África |
Etiopía |
78,254,090 |
17 |
Europa |
Turquía |
71,892,807 |
18 |
África |
República Democrática del Congo |
66,514,506 |
19 |
Asia |
Irán |
65,875,223 |
20 |
Asia |
Tailandia |
65,493,298 |
Asia es el continente con mayor cantidad de países con mayor población (10 países), mientras que luego le sigue África con 4 países, Europa con 3 países y América con tres también. Pero de la comparación el país con mayor población mundial es China (1, 330, 044, 605 habitantes) que se encuentra en el continente Asiático. Se cree que Asia es uno de los continentes con mayor población, debido a que es uno de los continentes más grande y más antiguos de la tierra. Además su población refleja un crecimiento urbano gracias a la emigración y el rápido aumento de la población en la mayoría de los países. La tasa de población se incrementa en todo el continente alrededor del 1,8% al año. No obstante, la población de todos los países asiáticos es joven.
Citar este texto en formato APA: _______. (2011). WEBSCOLAR. Fundamentos de la pobreza mundial. https://www.webscolar.com/fundamentos-de-la-pobreza-mundial. Fecha de consulta: 22 de diciembre de 2024.