La cultura fenicia es sin duda una de las civilizaciones antiguas que, aunque no dejó firmes huellas físicas de su existencia, a diferencia de otras; dejó un importante legado cultural a las civilizaciones posteriores a ella.
Desde los principios comerciales hasta el alfabeto, fueron los legados más importantes que dejaron los fenicios. Aunque tuvieron conciencia de su nacionalidad ni nunca fueron un imperio como tal, ejercieron una poderosa influencia sobre toda la costa del mar mediterráneo, que incluso los llevó a sitios tan remotos como las islas británicas y todo el continente africano.
La presente monografía, condensa una pequeña parte del conocimiento descubierto y difundido de esta cultura. Lamentablemente, por razones de espacio y tiempo no se cubre en profundidad áreas de las cuales existen una cantidad enorme de investigaciones e información.
Origen
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Figura 1 – Costa Este del Mar Mediterráneo, Principales Ciudades Fenicias
Si queremos acercarnos al conocimiento de los fenicios, debemos entender desde el principio que nunca ellos se reconocieron bajo ese nombre, ni tuvieron conciencia de nacionalidad o pretendieron un reconocimiento público de otros pueblos. Nunca existió un país llamado “Fenicia”, solo hubo un grupo de ciudades independientes, más interesadas en el comercio que en erigir un imperio. Las cinco ciudades más importantes de la Fenicia Oriental eran: Arados, Biblos, Birutos (la actual Beirut), Tiro y Sidón. (Figura 1).
Los griegos fueron los grandes cronistas de la historia fenicia. Su nombre se lo dieron ellos. El término griego “phoenix” se encuentra por primera vez en Homero y significa púrpura. “Los de la púrpura”, los llamaban, por ser los inventores de este tinte que extraían del molusco murex, abundante en las costas fenicias.
“Fenicia fue ilustre -escribe Pomponio Mela- por los fenicios, raza de hombres hábiles y bien dotados para los oficios de la guerra y de la paz; ellos inventaron las letras y otras obras de la literatura y de las artes, como recorrer los mares con naves,combatir sus escuadras y gobernar a los pueblos, así como el despotismo y la guerra“. Aunque hay otros autores que no describen con tanta benevolencia al pueblo fenicio, como es el caso de Plutarco, quien refería a los fenicios en estos términos: “…Hay un pueblo descortés y lleno de rencor, sumiso a los dominadores, tiránico con los que domina, abyecto en su miedo, feroz cuando es provocado, firme en sus propósitos y tan estricto como contrario a todo humor y gentileza…”
Por lo que se ha podido saber, fue alrededor del año 5.000 o 4.000 antes de nuestra era cuando un grupo de hombres de origen cananeo, raza semita y lengua semítica, procedente del golfo pérsico o Arabia se establecieron en las costas septentrionales sirio libanesas. Su territorio era una débil franja costera aislada del continente por una cadena de montañas, los montes del Líbano cubiertos entonces por espesos bosques de cedro. Ventajas comparativas que usaron los fenicios para construir sus excelentes naves e incluso para suministrar madera de alta calidad y precio al Egipto faraónico. Al observar un mapa de esta región (figura 1), se puede comprobar que la posición geográfica de su país, los caracteres naturales del territorio y la propia habilidad de sus habitantes fueron un determinante para impulsar a los fenicios a buscar rutas marítimas para su expansión y desarrollar las mayores empresas navales
Los fenicios han ocupado durante mucho tiempo un singular espacio en la historia. A través de las numerosas referencias que otros hicieron de ellos – en la Biblia, en la literatura antigua y en las obras de los historiadores clásicos – alcanzaron reputación como los más destacados navegantes, mercaderes, artesanos ambulantes, exploradores y constructores navales de su época. Como pueblo asumieron un papel de intermediarios entres países distantes, entre la antigua cultura oriental y la occidental. De ellos no han quedado huellas y uno de los factores que influyó en la desaparición de los rastros de su cultura, fue la humedad del clima litoral, ya que las inscripciones en los papiros desaparecen rápidamente, la madera se pudre, las tabletas de arcillas, a menos que estén enterradas bajo tierra, se desintegran. Incluso las inscripciones en piedra, al estar expuestas al viento, la lluvia o las heladas se vuelven indescifrables. Por tanto, mientras los fenicios estuvieron sin duda unos mil años afanados en hacer cosas, guardando lo que hacían y anotándolo, la naturaleza, a su vez se afanaba en destruirlas.
Los fenicios, como pueblo, no pueden ser diferenciados de los cananeos (de los cuales son descendientes directos), por lo menos hasta el año 1200 a.C. Como pueblo empiezan a diferenciarse a partir del segundo milenio antes de Cristo, sin embargo, es a partir del primer milenio antes de Cristo cuando viven su periodo de esplendor, el cual se da entre la decadencia de Egipto y hasta el apogeo del imperio asirio, entre 1.100 y 700 a.C. Alcanzaron su cenit cuando comenzaron a expandir su influencia por medio del comercio y sus gentes por medio de la colonización, a lo largo del Mediterráneo y más allá. Siguen sus éxitos en oriente hasta el 332 a.C., en que Alejandro Magno tomó Tiro y en el occidente hasta el 146 a.C., en que Roma saqueo Cartago. A partir de estos hitos la Fenicia Oriental se incorporó al mundo griego helenístico y la Fenicia Occidental al imperio romano.
Historia Política
La historia política de Fenicia se comprende en la supremacía que sucesivamente ejercieron sus ciudades más importantes Gebal o Biblos, Sidón y Tiro. Cada una de estas ciudades constituía un minúsculo estado independiente, con sus leyes, su constitución, su gobierno propio, sus reyes hereditarios; cuyo poder estaba templado por las familias aristocráticas y por la clase sacerdotal.
Hegemonía de Biblos
Figura 2 – Vestigios del Antiguo Templo de Biblos. Enciclopedia Encarta
Su hegemonía dura hasta el siglo XVIII a.C., los datos que se poseen acerca de éste periodo son muy escasos. Solo se sabe que los egipcios establecieron una factoría o casa de comercio en Biblos y compraban a sus príncipes las maderas del Líbano. Las excavaciones, han puesto al descubierto la importancia de esta ciudad con Egipto, por las relaciones que mantuvo con los faraones.
Hegemonía de Sidón
Su hegemonía duró cinco siglos, del XVIII al XIII a.C.. Sidón (la Pesquería), estaba situada en la pendiente de un promontorio cerca de una llanura bien regada y cubierta. Poseía una flota numerosa con la que desarrolló un intenso comercio en la época en que los egipcios dominaban el Asia Anterior. De esta forma, los fenicios bajo la protección de los Faraones egipcios, intensificaron su comercio con los pueblos ribereños del Mediterráneo y principalmente con el valle del río Nilo.
Durante la hegemonía de Sidón, los fenicios empezaron la colonización del Mediterráneo oriental y fundaron factorías en Chipre, Creta y Rodas. Al igual que explotaron el oro de las minas de Tasos y de la Colquida. Finalmente, Sidón fue saqueada y destruida primero por los Filisteos en 1209 y, después por los asirios.
Hegemonía de Tiro
Después de Sidón, la hegemonía paso a Tiro, ejerciéndola durante cinco siglos, del XIII al VIII a.C. Tiro estaba situada al sur de Sidón y constaba de dos ciudades: una en el continente y la otra en un islote rocoso, separada de tierra firme por un brazo de mar de un kilómetro de anchura. Y su puerto estaba situado entre ambas ciudades.
Al caer Sidón bajo los Filisteos (1209), muchos nobles de ésta ciudad se refugiaron en Tiro. De esta forma, las ciudades fenicias formaron una confederación y aceptaron la soberanía de Tiro, dando inicio, a lo que se llamó la fundación de una“nación fenicia”, bajo un régimen monárquico.
Durante este período, los fenicios ubicaron por todo el Mediterráneo occidental, establecimientos de varias clases, tales como las factorías, o casa de comercio, a las que los habitantes del país acudían a cambiar los productos de su región por los objetos fabricados que les llevaban los fenicios. De igual manera, establecieron verdaderas colonias, en islas como Chipre, Creta, Cartago, etc. Pero sin duda alguna, la península ibérica, fue su mayor centro de colonización en el mediterráneo occidental, ya que fundaron Málaca (Málaga), Abdera (Adra), Ebussus (Ibiza) y aunque no tenga mucha importancia. Cadir (Cádiz). En sus viajes marítimos, llegaron por el norte hasta las islas Casitérides o islas de estaño (hoy Seilly o Sorlingas). Y por el sur hasta Cabo Verde, en Africa.
Culturas hebreas
El surgimiento de un monoteísmo ético como religión característica de los hebreos de época histórica sienta un precedente único en la historia del Oriente Próximo. Tal vez, el único ejemplo válido anterior a la reforma mazdeísta que Zoroastro instaura en la Persia del siglo VI a.C. sea la herejía de Amenofis IV, pero esta forma de monoteísmo solar, de adoración panteísta a través del disco solar que baña a sus criaturas, dista mucho de parecerse al monoteísmo hebreo, fundado en la creencia de un dios único principio cosmogónico innombrable que se revela a su pueblo y le manifiesta el destino reservado a éste, con puntos de acercamiento/alejamiento de su pueblo “elegido” oscilantes y coincidentes con el acercamiento/alejamiento de esta fe única.
No faltaron opiniones referentes a una posible influencia amarniana en los orígenes del monoteísmo hebreo, máxime teniendo en cuenta la tradición bíblica con el consabido “cautiverio en Egipto”: no existe documento histórico alguno que corrobore el paso del conjunto total de las tribus hebreas en Egipto, ya sea en mención de fuentes aloctonas, como así tampoco existe evidencia de este hecho en fuentes arqueológicas, ni en vestigios humanos comprobables a través de la antropología física. Este ha sido siempre uno de los puntos más álgidos sobre los cuales historiadores partidarios de una u otra opinión se han expedido. Más allá de posicionamiento alguno, referente a este punto, los pocos datos que tenemos extra-bíblicos de la errancia de tribus nómades, presumiblemente identificables con los hebreos, es la Estela de Israel, que poco dice al respecto.
Ni siquiera la pretendida antigüedad de la entrada del pueblo de Israel en Egipto, que siempre se quiso asociar con el fenómeno de las invasiones hicsas durante el Segundo Período Intermedio (1785-1570 a.C.) puede pensarse ni como una evidencia de esta antigüedad ni cuanto menos de este origen. Las excavaciones de Avaris (actualmente, Tell el-Daba) llevadas a cabo por los austríacos en el último decenio han dejado claramente sentado que tanto por la evidencia arqueológica (cerámica importada de fenicia), cuanto por las pruebas de la antropología física (cráneos semíticos, asociados a un contexto fenicio, con un ajuar de cotas de cuero en forma de lengua, típicamente fenicio) son la prueba contundente, al momento, de que el conjunto de pueblos identificados como hicsos serían un grupo semítico dirigidos por una aristocracia de origen fenicio. Esto echaría por tierra la visión tradicional apoyada por los relatos bíblicos.
Sus caracteristicas politica social y economica religiosa
El análisis sociopolítico.
Hay dos temas a tratar para poder analizar el desarrollo sociopolítico del surgimiento de los estados:
1. Diferencias entre estado primario y estado secundario.
Los estados primarios surgen de un vacío de poder, es decir, sin entidades políticas contemEl crecimiento de la población se daba por la necesidad de tierras para la agricultura, lo que provocaba la lucha entre comunidades locales, la creación de jefaturas en territorios vencidos, lo que lleva al surgimiento del estado, que en algunos casos puede llevar al surgimiento de un imperio.poráneas o desarrolladas previamente en su vecindad: Egipto antiguo, Mesopotamia, costa peruana, valle del Indo.
Los estados secundarios emergen del colapso de otros estados a causa de la influencia de estados vecinos: monarquía israelita (esto está reflejado en el pedido de los ancianos de un rey a que los juzgue: “…he aquí tu has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.” Sam. VIII, 5.
Si bien las influencias externas influyen en la creación de un estado secundario, sin duda la influencia interna es muy importante.
2. Definición del status sociopolítico de Israel en los diferentes estadios que conducen al establecimiento de la monarquía.
Según Service hay cuatro fases para llegar a la constitución del Estado: bandas, tribus, sociedades de jefatura y estado. Para el estudio del surgimiento de la monarquía en Israel, las etapas importantes son la jefatura y el estado.
La jefatura se caracteriza por tener cargos en manos de familiares del jefe, con un gobierno central no demasiado fuerte y una sociedad que tiende a la fragmentación; mientras, en el estado, los cargos públicos son manejados por especialistas, no necesariamente familiares del líder. Su economía es especializada y la sociedad está estratificada.
Finkelstein toma como fuente a la Biblia, ya que la arqueología no permite distinciones sociopolíticas en el corto espacio de tiempo del estadio formativo de la monarquía.
Cultura persa
Surge como consecuencia de la última expansión indoeuropea, de manera que es consecuencia de la llegada de estos pueblos a Oriente Próximo y es consecuencia de la desintegración de la ultima hegemonía en oriente, la de los asirios, la caída de estos se produce de forma que se convierten en un reino vasallo dentro del imperio persa.
La primera característica es que sus estructuras se basan en el imperio, que pretende ser universal. Los persas son un de los muchos pueblos indoeuropeos que se instalan al sur del Caucaso y que sobreviven como una cultura nómada desde el año 1000 a.C en colaboración con los pueblos colindantes, en especial con los medos, que con el tiempo constituirán uno solo. En el año 522 a.C cuando accede al trono el rey Ciro II, es apenas un pequeño reino y en menos de 40 años, se extiende para constituir un gran imperio (medos, babilonios, egipcios) y en vez de un poder personal en estos territorios, establecen tratados internacionales, por los cuales incorporan estos territorios al imperio. Este esta estructurado en grandes territorios llamados satrapías, que corresponde a los distintos reinos.
Persia por tanto establece un tejido de comunicaciones que le permite controlar un vasto territorio, sin necesidad de establecer puestos de vigilancia. Los persas no dejan literatura. Los Akemenidas tenían un gran respeto por las peculiaridades de los otros reinos que gobernada, a diferencia de los asirios, lo que le hacia frágil, y se manifiesta en varios hechos:
1. Las constantes derrotas ante los griegos.
2. La rápida desintegración tras su caída.
Su economía se basa en una actividad comercial y fue precisamente esta la que hace que choquen con los griegos, por el control de las rutas del Mediterráneo oriental. Esta hegemonía se basa en la difusión del Siclo como sistema monetario, que rivaliza con el Dragma griego. La seguridad de las caravanas aseguraba el comercio, de esto se encargaban los gobernantes de las satrapías.
Tiene un sistema sucesorio estable que no solo afecta al emperador sino a toda la estructura política y que llega a extenderse a los sátrapas, a diferencia de los otros imperios es este carácter familiar el que prima en la estabilidad política.
Los persas no dejan textos, la lengua predominante es el arameo, establecen una religión pero hegemónica, esta religión esta vinculada a las fuerzas de la naturaleza. El símbolo de la religión es el fuego y su maestro es Zaratrusta. Definen una religión dualista, existen el bien y el mal (Ormuz y Arriman) que están en constante lucha. En esta aparentemente vence el mal, sin embargo el bien (Ormuz) derrotará al mal (Arihman), tiene carácter universal por lo que se parece al judaísmo. El fin del hombre es la conquista del bien. El hombre esta en lucha no es un objeto pasivo (no esta predestinado). Es una religión ética, es fundamental mantener una disciplina moral. Supone por tanto un avance respecto a las otras religiones orientales:
1. universal
2. realidad objetiva no subjetiva
3. responsabilidad ética.
En cuanto al arte, establecen un arte elegante, refinado, de fuerte influencia de los asirios pero dulcificado. Las ciudades-palacio son ciudades abiertas, con columnas de gran porte que sustituían a los muros, que influyeron posteriormente a los griegos.
La cultura persa dura 150 años en el 323 a.C se produce su desintegración con la llegada de Alejandro Magno, que quiso incorporarlo pero este se desintegró ya que las satrapías se independizaron, con el imperio romano los persas recuperaron su esplendor (reino parto) y finalmente desaparecen bajo el dominio de los musulmanes.
Citar este texto en formato APA: _______. (2013). WEBSCOLAR. La Cultura Fenicia, Hebrea y Persa. https://www.webscolar.com/la-cultura-fenicia-hebrea-y-persa. Fecha de consulta: 22 de diciembre de 2024.