En este trabajo se hace un resumen de los principales indicadores del funcionamiento familiar y la importancia de éste para un estado adecuado de salud en la familia y sus miembros, y hago énfasis en la necesidad a la hora de estudiar los problemas de la familia y su interacción recíproca. Se exponen algunos de los indicadores que nos permiten valorar el funcionamiento familiar. Mediante este trabajo quiero hacer un enfoque de la familia partiendo del criterio de funcionalidad de ésta, al considerar el hecho de que una familia con un funcionamiento adecuado, o familia funcional, puede promover el desarrollo integral de sus miembros y lograr el mantenimiento de estados de salud favorables en éstas. Así como también que una familia disfuncional o con un funcionamiento inadecuado, debe ser considerada como factor de riesgo, al propiciar la aparición de síntomas y enfermedades en sus miembros. Por lo general, el hombre pertenece, vive y se desarrolla dentro del grupo social primario denominado “familia” y de ahí que consideramos muy importante también para su salud, su modo de vida familiar.
La familia como grupo social debe cumplir 3 funciones básicas que son: la función económica, la biológica y la educativa, cultural y espiritual y es precisamente éste uno de los indicadores que se utilizan para valorar el funcionamiento familiar, o sea, que la familia sea capaz de satisfacer las necesidades básicas materiales y espirituales de sus miembros, actuando como sistema de apoyo. Sin embargo, para hacer un análisis del funcionamiento familiar, creemos necesario verlo con una perspectiva sistémica, pues la familia es un grupo o sistema compuesto por subsistemas que serían sus miembros y a la vez integrada a un sistema mayor que es la sociedad. Siempre cuando aparece un síntoma, como podría ser la enuresis en un niño o la descompensación de una enfermedad crónica, este puede ser tomado como un indicador de una disfunción familiar y hay que ver al paciente no como el problemático, sino como el portador de las problemáticas familiares. Otros autores señalan como características disfuncionales la incompetencia intrafamiliar y el incumplimiento de sus funciones básicas.
De manera general recomendamos como indicadores para medir funcionamiento familiar los siguientes:
- Cumplimiento eficaz de sus funciones: (económica, biológica y cultural-espiritual).
- Que el sistema familiar permita el desarrollo de la identidad personal y la autonomía de sus miembros.
- Que en el sistema familiar exista flexibilidad de las reglas y roles para la solución de los conflictos. La familia se hace disfuncional cuando no se respeta la distancia generacional, cuando se invierte la jerarquía, y cuando la jerarquía se confunde con el autoritarismo.
- Que en el sistema familiar se dé una comunicación clara, coherente y afectiva que permita compartir los problemas.
- Que el sistema familiar sea capaz de adaptarse a los cambios: La familia funciona adecuadamente cuando no hay rigidez y puede adaptarse fácilmente a los cambios. La familia es un continuo de equilibrio-cambio.
Por lo tanto, la principal característica que debe tener una familia funcional es que promueva un desarrollo favorable a la salud para todos sus miembros, para lo cual es imprescindible que tenga: jerarquías claras, límites claros, roles claros y definidos, comunicación abierta y explícita y capacidad de adaptación al cambio.
PAPEL DEL JUBILADO
El papel del anciano en la sociedad actual (especialmente en los países desarrollados) está en un cambio constante. Por un lado parece quedar relegado por una visión economicista de la vida. Por otro lado, esta misma visión confirma que se crean nuevos problemas que hay que intentar resolver con nuevas fórmulas. Al fin y al cabo, la mayoría esperamos llegar a esta edad. En las antiguas civilizaciones el papel del anciano era muy importante: era respetado, sus consejos se valoraban y se seguían, y eran un elemento clave para el buen funcionamiento de la sociedad. Se pensaba, con lógica aplastante, que “el que más vive más sabe.”
Pero los tiempos cambian. De hecho, en la sociedad moderna, llena de adelantos tecnológicos, se valora más la productividad y la utilidad inmediata que la experiencia acumulada durante años.
Se piensa muchas veces que el anciano no ha sido capaz de entender estos nuevos avances tecnológicos. Y por eso se va relegando a un lado a las personas mayores y se piensa que existen muchas cosas que no pueden hacer.
Es importante por nuestro propio interés cambiar la idea de vejez. Los jubilados actuales tienen todavía mucha capacidad de aportar elementos valiosos a la sociedad en la que viven. Además, si se integran en la comunidad la dependencia y la enfermedad, tardaran más en llegar.
Pasados los cincuenta años, en esta época en la que vivimos, es muy fácil empezar sentirse desubicado. Vivimos en una sociedad completamente centrada en el adulto. Más exactamente, en el adulto que además es laboralmente activo. Y todas las personas y las situaciones se miden en función de este patrón.
Una persona que cumple los cincuenta años lleva bastantes años en una situación social central, y todo parece entonces lógico y sencillo. Sin embargo, poco a poco, casi imperceptiblemente, empezará a darse cuenta de que está empezando a ser desplazada por otra generación, que está ocupando lentamente ese lugar central. Usted mismo, aunque no lo crea, y a los ojos de muchas personas, en el momento de la jubilación ingresará en las “clases pasivas”, “ese grupo de inútiles que quieren recibir más pensiones, que no paran de exigir más y más cosas a los pocos que trabajamos para pagar todos los impuestos”.
Las personas mayores deben exigir unos derechos que con justicia se han ganado en la sociedad, y luchar por ellos cuando muchas veces se les niegan. A veces, ni siquiera se les guarda un respeto debido. Una actitud positiva y el convencimiento de que tiene que seguir adelante es fundamental. Piense que debe seguir con su vida, y si quiere viajar, bailar o casarse es libre para ello. Niéguese a convertirse en el chico de los recados o el cuidador de su nieto (si no quiere serlo, claro). No se quede en la butaca esperando que le lleven el periódico.
NIDO VACIO
El síndrome del nido vacío es una sensación general de soledad que los padres u otros tutores pueden sentir cuando uno o más de sus hijos abandonan el hogar. Aunque es más común en las mujeres, puede ocurrir en ambos sexos. El matrimonio de un hijo o hija puede provocar sentimientos parecidos, ya que el papel e influencia de los padres a menudo se vuelve menos importante que el del nuevo cónyuge.
Un lazo maternal o paternal fuerte entre uno o ambos padres y su hijo puede empeorar esta condición. El papel de un padre cuando el hijo aún vive con ellos es más inmediato y cercano que el que es posible cuando viven en diferentes hogares, particularmente si la distancia física entre uno y otro significa una mayor dificultad para visitarse.
Factores sociales y culturales
El síndrome del nido vacío se ha vuelto más importante en los tiempos modernos a medida que las familias extendidas son menos comunes que en las generaciones pasadas y las personas de la tercera edad empiezan a vivir solos.
En muchas culturas, como las de África, India, Medio Oriente y el Este Asiático, los ancianos son altamente estimados y se considera que sus descendientes tienen la obligación de cuidarlos y respetarlos. En contraste con la mayoría de las sociedades occidentales, las familias extendidas son comunes en esas regiones. Sin embargo, a medida que las ciudades adoptan costumbres occidentales como parte de su industrialización, los valores están cambiando gradualmente. En una sociedad moderna, a veces resulta inconveniente o no resulta práctico vivir con uno de los padres o cuidar de ellos exhaustivamente. Esto también se aplica si dichos padres fueron abusivos o represivos. El síndrome del nido vacío también está empezando a surgir en culturas donde los valores tradicionales entran en conflicto con la occidentalización de las costumbres, siendo un claro ejemplo el de la sociedad en Hong Kong.
Tratamiento
Es normal que los padres tengan mucho más tiempo libre cuando un hijo se va del hogar, especialmente si ya no quedan más hijos en casa. Normalmente se aconseja que los padres encuentren nuevas actividades y distracciones para ocupar ese tiempo. Sin embargo, algunas depresiones pueden ser muy severas, en cuyo caso se recomienda que se busque ayuda profesional.
ORIENTACIÓN FAMILIAR
Entendemos por orientación familiar “el conjunto de técnicas que se encaminan a fortalecer las capacidades evidentes o latentes que tienen como objetivo el fortalecimiento de los vínculos que unen a los miembros de un mismo sistema familiar, con el fin de que resulten sanos, eficaces y capaces de estimular el progreso de los miembros de todo el contexto emocional que los acoge”.
Con el fin de que ningún aspecto de la realidad presentada por la familia quede fuera del radio de acción del ámbito de la orientación, y tomando en cuenta el tipo de situación presentada, podemos abordarlo desde tres posibles finalidades:
- Prevención: Podemos considerarlo como un medio de prevención de conflictos intrafamiliares, al mostrar a la familia la forma de construir una sana interacción. La intervención se da a nivel educativo, por lo que el profesional no analiza la interacción propia de una familia. Al considerar a la familia como uno de los núcleos principales para el desarrollo personal y social de cada uno de sus miembros, es necesario dar a conocer las formas más adecuadas de comunicarse e interrelacionar entres sus componentes, así como las etapas de desarrollo que atravesara tanto personalmente como de manera familiar. Generalmente este trabajo lo desarrollamos a través de las escuelas de padres o la formación permanente de adultos.
- Asesoramiento: Pasamos a un nivel más complejo en el que no podemos limitarnos a informar, si no que , dados los obstáculos del dinamismo familiar y de la evolución de cada uno de sus miembros, las intervenciones van dirigidas a trazar líneas más adecuadas de convivencia comunicación que permitan solventarlos. El profesional interviene sobre la demanda de una familia, por lo que tendrá que analizar en profundidad la interacción de todo el sistema, para replantear y formular reglas de interacción y de comunicación.
- Tratamiento terapéutico: Las situaciones que se abordan desde este nivel son aquellas que han degenerado en crisis profundas de tipo personal o familiar de las cuales no son capaces de salir por sí mismos y necesitan de apoyo y orientación específica para sus circunstancias concretas. El conocimiento de la interacción familiar que haga el profesional es fundamental, ya que tendrá que ilustrar los cambios y las posibles estrategias para conseguir romper los dinamismos que están paralizando el sano crecimiento de todo el sistema familiar.
Cuando la familia requiera una intervención, bien sea como asesoramiento bien como un tratamiento terapéutico, el profesional debe tratar de captar todo el funcionamiento de la interacción familiar, pues cualquiera de los estados de esa interacción puede ser el que esté interfiriendo en el sano desarrollo del sistema. Además en ese análisis el profesional descubrirá las potencialidades que le ofrece la familia y los puntos fuertes en los que podrá apoyar toda su intervención.
MUJER JEFA DE HOGAR
Jefa de hogar es aquella mujer que, con sus ingresos laborales, es el principal aporte económico de su hogar y es responsable económicamente de otras personas.
Se entiende por jefa de hogar la mujer que es económicamente activa, tiene responsabilidades familiares y es el principal sustento económico de la familia. Se incluirá además, a las mujeres que están en la condición de trabajadora jefa de núcleo secundario: quien vive al interior de un hogar y que ya cuenta con un jefe o jefa, pero que con su aporte económico igual mantiene cargas familiares de su núcleo.
La realidad de las trabajadoras jefas de hogar
Esta historia de avances de las mujeres no ha sido una historia lineal, se han producido avances y retrocesos, sin embargo, la voluntad de las mujeres ha estado siempre presente. Gracias a ello, las mujeres han producido cambios en su vida y en la sociedad aunque ello ha significado una sobrecarga para las mujeres. Las mujeres ahora nos conciben en varias dimensiones, cada una de las cuales nos plantea exigencias y demandas. Aunque cada vez más mujeres ingresan al mercado laboral, el trabajo de los hombres sigue siendo mejor pagado que el de las mujeres aunque sea el mismo trabajo.
Las trabajadoras jefas de hogar se encuentran ante la difícil misión de cumplir sus funciones de madre, abuela, hermana, pareja y además sus funciones de trabajadora. En muchos casos, las mujeres jefas de hogar son solteras o viudas que se hacen cargo de sus hijas/os; este tipo de familias son llamadas monoparentales femeninas. En Chile, este tipo de familias representa un 10% de la población. En otras ocasiones, las jefas de hogar viven con su pareja y ellas son el principal aporte económico. En ambos casos, la estabilidad económica de su hogar y familia depende directamente de su ingreso.
En el caso de las mujeres jefas de hogar de hogares monoparentales, se suma la dificultad de que asumen, generalmente solas, la crianza cotidiana de las hijas e hijos. Estas mujeres, suman, restan y calculan todo el día la mejor fórmula para cumplir con sus roles de madres y de trabajadoras. Muchas veces, estos cálculos implican ceder en determinados aspectos por lograr beneficios en otros ámbitos, por ejemplo, a veces se ven en la necesidad de optar por trabajos con menores ingresos, pero que les permitan asegurar un ingreso mensual estable, o que les permitan pasar más tiempo con sus hijas/os. De esta manera, buscando cumplir con todos sus roles, en ocasiones, estas mujeres acceden a trabajos precarios.
Es por todo lo anterior, que el Servicio Nacional de la Mujer ha diseñado un programa específico para jefas de hogar, porque sabemos el esfuerzo que estas mujeres realizan día a día y estamos conscientes de que es necesario contar con un programa que otorgue elementos para que mejoren sus condiciones de empleabilidad y puedan acceder en mejores condiciones al mercado laboral.
Citar este texto en formato APA: _______. (2015). WEBSCOLAR. La familia funcional y disfuncional. https://www.webscolar.com/la-familia-funcional-y-disfuncional. Fecha de consulta: 23 de noviembre de 2024.