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Las Claves Musicales

La clave es un símbolo hermoso usado en notación musical, cuya función es asociar las notas musicales con las líneas o espacios del pentagrama. Una clave asocia una nota en concreto con una línea del pentagrama, de manera que a las notas siguientes les corresponderán los espacios y líneas adyacentes.

Existen tres símbolos distintos para representar a las distintas claves, la clave de sol, la clave de fa y la clave de do, que llevan el nombre de la nota que designan a una línea de los pentagramas. Es obligatoria su colocación al principio de cada pauta, pero puede cambiarse durante el transcurso de la obra en cualquier momento, si se requiere.

 

 

ORIGEN E HISTORIA

En su origen, la grafía del símbolo de cada clave se deriva del nombre de la misma según el sistema de notación musical anglosajón, que nombra a sus notas, y por extensión a sus claves, con letras en vez de con nombres (A en lugar de la, B en lugar de si, etc.). De manera que según este sistema, la clave de sol sería la clave de G, la clave de fa sería la clave de F, y la clave de do sería la clave de C. La G, la F y la C se usarían en su día para simbolizar las claves, y la actual grafía sería una versión transformada de estas letras. Este hecho, se asocia a un monje benedictino italiano, Guido D’Arezzo, que fue el creador de la notación musical, y el que puso las bases para el sistema musical que conocemos en la actualidad, aunque con anterioridad ya hubo otro intento de notación, propuesto por Hucbaldo.

En un principio, la música se transmitía de manera oral, pero llegó un momento en el que vio la necesidad de crear un sistema de notación para poder recordarla y transmitirla. Aunque al principio estos sistemas de notación eran bastante primitivos y solo marcaban la dirección de la voz, si el sonido era o no ascendente, este sistema se fue complicando. Uno de los principales problemas era nombrar a los sonidos que se cantaban, y poder representarlos por escrito, de manera que la clave fue uno de los primeros signos musicales en aparecer.

En los siglos XI y XII, ya se usaban claves, que se ponían al inicio de los tetragramas, ya que solo tenían cuatro líneas, y asignaban líneas a las notas. En el canto gregoriano había en un principio dos claves, la de do y la de fa, que se podían situar en distintas líneas, en la segunda, tercera y cuarta del tetragrama. Se utilizaron también para marcar las tesituras en las que cantaban las diferentes voces cuando se empezó a usar un sistema musical polifónico. La más antigua clave de do tenía forma de pequeña C, mientras que la clave de fa tenía forma de F, pero formada con tres pequeños cuadrados negros. Posteriormente se les unió la clave de sol.

La grafía de las claves fue modificándose, a lo largo de toda la Edad Media y Renacimiento, pero sobre todo es a partir del año 1600, con el inicio del Barroco cuando cambia, y se comienza a usar la misma simbología que usamos para representar las claves actuales, como se puede apreciar en las partituras de la época que han sobrevivido hasta ahora.

 

 

FUNCIÓN DE LAS CLAVES

Estas tres claves designan sonidos distintos sobre el pentagrama: la clave de fa asocia a una línea del pentagrama el fa3, la clave de sol asocia el sol4, y la clave de do asocia el do4 (siendo éste, por convención, el do central del piano). De esta manera, se usa una u otra clave para determinar distintas tesituras. Si un instrumento tiene una tesitura fafafa cinco del pentagrama, pero mucho más cortas, para seguir el esquema de líneas y espacios en la partitura y que el instrumentista pueda reconocer la nota que se representa. Pero si se añaden muchas de estas líneas adicionales, se pierde la perspectiva y resulta muy complicado leerlo, y en otros casos, simplemente no hay espacio físico entre un pentagrama y el inferior o superior).

En teoría, al tener tres símbolos de tres claves distintas, y cinco líneas en el pentagrama, se podrían disponer de 15 posibilidades distintas de colocación de las claves, y por lo tanto, 15 posibilidades distintas de colocar cada sonido sobre el pentagrama. Pero en el pasado solamente se utilizaron siete de estas posibilidades: una para la clave de sol, dos para la clave de fa, y cuatro para la clave de do. Al conjunto de las tres claves y de estas siete posiciones se le denomina septiclavio.

 

 

 

LAS CLAVES DE MUSICA:

 

 Clave sol:

El símbolo usado para representar esta clave se basa en un espiral parecido a una G, unida a una especie de S. La clave de sol en la notación musical moderna se coloca en la segunda línea del pentagrama empezando por la de abajo, y esa colocación se guía por el inicio de la espiral que la forma. Durante el Barroco se la conocía como clave italiana. También se la denominaba “clave de violín” (puesto que las partituras para este instrumento se escriben en esta clave) o “clave de G” (utilizando la notación musical anglosajona). En inglés se denomina treble clef (‘clave para agudos’) y a veces “clave francesa”.

 

 

Nombre de las líneas en clave de sol

Esta clave se encarga de situar al sol4 (sol3 en la notación franco-belga, y sol5 en la notación de Riemann) en la segunda línea, lo que quiere decir que el resto de las notas que estén escritas sobre la partitura se nombran a partir de esa. Es la clave que da la posibilidad de representar sonidos agudos, de manera que es la que usan los instrumentos con tesituras más altas. Sobre todo la usan los instrumentos de viento de madera, el violín, algunos instrumentos de percusión, y la mano derecha del piano (a diferencia de la mano izquierda, que lee en clave de fa, y también en clave de sol). En la música vocal, tanto la voz soprano como la contralto, están escritas igualmente en esta clave si bien, en sus orígenes, esto no era así ya que cada una tenía una clave propia. La clave de sol es la más usada en la actualidad.

Durante el siglo XVII y el siglo XVIII, era costumbre escribir la música para violín o flauta, sobre todo la publicada en Francia, en una clave de sol en la primera línea, ya que daba la posibilidad de representar en el pentagrama sonidos un poco más agudos.

Clave de fa:

Cada uno puede hacer la clave de Fa como quiera, ya que no tiene un sitio determinado. La clave de fa se ha representado con dos símbolos distintos, aunque uno de ellos en la actualidad está en desuso. Ambos símbolos provenían de una versión estilizada de la letra F, que en la notación musical anglosajona simboliza a la nota fa. Esta clave sitúa a la nota fa3 (fa2 según la notación frannco-belga y fa4 según la notación de Riemann) sobre el pentagrama, y tiene dos posiciones distintas sobre el mismo, o bien sobre la tercera línea, o bien sobre la cuarta línea. Su situación sobre una o sobre otra línea lo marcan dos pequeños puntos, uno encima del otro, que se colocan a la derecha de la clave y delimitando la línea a la que se refiere.

 

Clave de fa en cuarta

La clave de fa que se sitúa en la cuarta línea del pentagrama, se denomina clave de fa en cuarta y hace más tiempo se denominaba también clave de bajo, ya que para la música vocal la partitura de los bajos estaba escrita en esta clave. Es la clave en uso que permite escribir sobre el pentagrama sonidos más graves. En la actualidad, la usan sobre todo los bajos de la cuerda frotada, como el violonchelo y el contrabajo, y los instrumentos más graves de la familia del viento metal, como por ejemplo la tuba o el trombón.También usada en percusión (redoblante, timbales, platillos, bombo, caja, etc.). También se usa para la mano izquierda del piano, que da sonidos más graves que la mano derecha, que se escribe en clave de sol.

 

Clave de fa en tercera

La clave de fa que se sitúa en la tercera línea del pentagrama se denomina clave de fa en tercera. Se utilizaba como clave de transición para instrumentos de tesituras graves. Una denominación más antigua era clave de barítono, ya que en la música vocal, las partituras escritas para estos cantantes se escribían en esta clave. Se usa muy poco, o casi nada.

 

Clave de fa en quinta

En alguna ocasión se ha usado la clave de fa situada en la quinta línea del pentagrama, como el caso del compositor Heinrich Schütz, pero en la actualidad no se utiliza. Daría el mismo nombre a las notas que la clave de sol en segunda línea, pero la tesitura sería dos octavas más grave. Es la clave que proporciona la tesitura más grave de todas las posibles combinaciones de claves en el pentagrama.

Clave de do:

El símbolo que representa a la clave de do, está formada por dos C al revés, una encima de la otra. Esto es porque en la notación anglosajona, la C representa a la nota do, y además se encarga de asignar a las líneas del pentagrama la nota do4 (Do central). Esta clave tiene cuatro posiciones posibles, en la primera línea, en la segunda, en la tercera o en la cuarta, aunque las más utilizadas son las que se sitúan sobre la tercera o cuarta línea. Como generalidad, se usa para representar sonidos medios.

 

Clave de do en tercera

La clave de do que se sitúa sobre la tercera línea del pentagrama, se denomina clave de do en tercera o clave de contralto, debido a que la música para contraltos se solía representar en esta clave. Se usa para la música para violas, a veces para trombones y para música vocal antigua.

 

Clave de do en cuarta

La clave de do situada sobre la cuarta línea del pentagrama, se denomina clave de do en cuarta o clave de tenor. Esto se debe a que la música para tenor solía representarse en esta clave. Se usa para el fagot, como clave de transición para algunas notas agudas del violonchelo y para representar notas agudas del trombón. En ocasiones se puede ver todavía en partituras de música vocal antigua.

 

Clave de do en primera (no usada)

La clave de do que se representa en la primera línea del pentagrama, siempre empezando a contar por abajo, se llama clave de do en primera o clave de soprano. En la actualidad no se utiliza, pero en otros tiempos se usaba sobre todo para representar la parte de soprano en las partituras vocales. Ahora se puede encontrar en textos antiguos, para algún fragmento cantado por sopranos.

 

Clave de do en segunda

La clave de do situada en la segunda línea del pentagrama, se denomina clave de do en segunda, o también clave de mezzosoprano, debido a que se usaba esta clave para representar la música de las cantantes mezzosoprano. Apenas se usa, excepto para algunos fragmentos para evitar añadir muchas líneas adicionales en la música para mezzosoprano.

 

OTROS TIPOS DE CLAVES:

Clave para percusión:

La clave de percusión, a diferencia del resto de claves, no tiene el mismo significado que la de sol, la de fa ni la de do. Ésta, no coloca los sonidos entre las líneas y espacios, como hacían las otras, sino que es una convención para mostrar que lo que está escrito a continuación de ella en el pentagrama está dedicado a la percusión que no tiene ninguna afinación en concreto. A cada instrumento se le asigna una línea o un espacio distinto.

Para partituras de instrumentos de percusión que sí emiten distintas notas, que tienen afinación, como por ejemplo los timbales, o los xilófonos, tienen partituras propias separadas de la de percusión, con las claves ya explicadas, como el resto de instrumentos.

 

Clave para guitarra

La música para guitarra o bajo, en muchas ocasiones no viene escrita en los pentagramas tradicionales, sino que viene escrita en tablaturas. Son como los pentagramas, pero suele tener seis o cuatro líneas, representando cada línea una cuerda. A diferencia de los pentagramas, no se representa la nota, sino la posición de los dedos sobre los trastes. Para indicar que es una tablatura y no un pentagrama, se indica con las letras TAB en sentido vertical al comienzo de la obra. Este TAB tendría el mismo significado que la clave de percusión.

 

Clave de transposiciones de octava

En ocasiones, las claves no representan el sonido real que interpreta un instrumento. Por ejemplo, el contrabajo, tiene sus partituras en clave de fa en cuarta, pero en realidad, los sonidos que emite no son los que están representados, sino que son una octava más grave. La guitarra, la flauta de pico alto, o en música vocal los tenores, están afinados una octava más grave de lo que indica la clave en la que están escritas sus partituras, en este caso, la clave de sol. En otros casos, ocurre al contrario, y el instrumento está afinado una octava más agudo de lo que indica su clave, como por ejemplo, la flauta píccolo, que tiene sus partituras escritas en clave de sol. A esto se le llama transposición de octava.

Para señalar que el instrumento está emitiendo los sonidos con una octava de diferencia de lo escrito en la partitura, se añade un 8 pequeño a la parte inferior de la clave, en el caso de que sea una octava más grave, y un 8 en la parte superior de la misma en el caso de que sea una octava más agudo. También existe la posibilidad de añadir un 15, lo que significaría que habría dos octavas de diferencia, pero esto apenas se usa.

En la mayoría de los casos, los editores no se suelen molestar en añadir el 8 a las claves de las partituras de estos instrumentos, ya que consideran que la diferencia de octavas está sobreentendida.

Hay otros casos en los que se amplía la tesitura de una clave, añadiéndole en algún fragmento de la obra la notación de octava, 8va en el caso de que sea más aguda, y 8vb en el caso de que sea más grave, para evitar tener que cambiar de clave o añadir muchas líneas adicionales.

 

 

USOS DE LAS CLAVES

Edición de fragmento de partitura de Bach, donde se aprecian claves similares a las actuales

A pesar de existir tantas posibilidades distintas de claves y posiciones en el pentagrama, solamente se usan normalmente siete de estas posibilidades. Los criterios para usar una clave u otra son principalmente dos, que la tesitura del instrumento que lo va a interpretar se adecúe al rango de notas que impone la clave, y que sea lo más claro y simple posible, para facilitar la lectura de la partitura al músico.

No se usa la clave de sol colocada en la tercera, cuarta o quinta línea, porque estaría dando las mismas notas que la clave de do en primera, la clave de do en segunda y la clave de do en tercera respectivamente. Son totalmente equivalentes, en cuanto al nombre de las notas y en cuanto a la tesitura. No tiene mucho sentido usar distintas claves para nombrar exactamente lo mismo. Si además tenemos en cuenta que las claves de do en primera y segunda línea son muy poco utilizadas, es muy innecesario usar más claves.

No se usa la clave de fa en la primera o en la segunda línea, porque tienen equivalencia de nombre y tesitura con la clave de do en tercera y la clave de do en cuarta respectivamente, así que no es útil porque estas claves de do son bastante utilizadas.

De entre las claves de do posibles, la que no se usa es la que está colocada en la quinta línea del pentagrama. Esto es porque tiene equivalencia de nombre y tesitura con la clave de fa en tercera. Si esta clave ya se usa poco, es innecesario crear más elementos para la notación.

El que se usen unas claves y no otras, cuando comparten tesitura y designan los mismos nombres a las notas del pentagrama, es una cuestión de tradición, y de evolución de las primitivas claves que se usaban en los tetragramas durante la Edad Media.

Citar este texto en formato APA: _______. (2011). WEBSCOLAR. Las Claves Musicales. https://www.webscolar.com/las-claves-musicales. Fecha de consulta: 22 de noviembre de 2024.

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