Los buenos maestros contribuyen a la eficacia (calidad de los procesos) de la escuela trabajando colaborativamente con otros profesionales en políticas educativas, desarrolladores de currículum y sus colegas. Pueden evaluar el progreso de su escuela y la ubicación de los recursos de la escuela iluminando la comprensión de sus objetivos educativos generales y locales. Son conscientes de los recursos específicos, escolares y comunitarios, que pueden ser empleados para beneficio de sus estudiantes, y son diestros para usarlos cuando se necesitan.
Los buenos maestros encuentran formas de trabajar colaborativa y creativamente con los padres, comprometiéndolos productivamente en el trabajo de la escuela.
- Los maestros están comprometidos con sus alumnos y con su aprendizaje. Los buenos maestros están dedicados a hacer accesible el conocimiento a todos sus alumnos. Actúan con el convencimiento de que todos sus alumnos pueden aprender. Los tratan equitativamente, reconociendo sus diferencias individuales, que distinguen a un alumno de los demás, y toman en cuenta estas diferencias en su práctica docente. Adaptan su enseñanza basándose en la observación y conocimiento de los intereses de sus alumnos, de sus habilidades, destrezas, conocimientos, circunstancias familiares y las interrelaciones con sus compañeros.
- Los buenos maestros conocen su materia y la forma de enseñarla. Los buenos maestros tienen una rica comprensión de las materias que enseñan y conocen cómo construyen el conocimiento de la misma sus alumnos, cómo se organiza, se vincula a otras disciplinas y se aplica en situaciones reales. Al mismo tiempo que representan la sabiduría colectiva de nuestra cultura y sostienen el valor del conocimiento disciplinario, también desarrollan las capacidades críticas y analíticas de sus estudiantes.
- Los buenos maestros son responsables de administrar y supervisar el aprendizaje de sus alumnos. Los buenos maestros crean, enriquecen, mantienen y modifican sus formas de enseñar para captar y sostener el interés en sus estudiantes y para utilizar óptimamente el tiempo. También son adictos a implicar a sus alumnos en apoyar su enseñanza y a tomar en cuenta la pericia y el conocimiento de sus colegas para completar los propios. Los buenos maestros dominan un rango de técnicas generales de instrucción, saben cuándo cada una es pertinente y las utilizan según sean necesarias. Son conscientes de las prácticas inadecuadas y dañinas para evitarlas.
- Los buenos maestros reflexionan sistemáticamente sobre su práctica y aprenden de su experiencia. Los buenos maestros son modelos de personas educadas, ejemplifican las virtudes que buscan inspirar a sus alumnos (curiosidad, tolerancia, honestidad, justicia, respeto por la diversidad y aprecio de las diferencias culturales) y las capacidades que son prerrequisitos para el crecimiento intelectual: la habilidad de razonar y tomar diversas perspectivas, ser creativo y correr riesgos, y adoptar una orientación de experimentar/resolver problemas.
Citar este texto en formato APA: _______. (2017). WEBSCOLAR. Las destrezas que debe tener un buen maestro en la actualidad. https://www.webscolar.com/las-destrezas-que-debe-tener-un-buen-maestro-en-la-actualidad. Fecha de consulta: 23 de noviembre de 2024.