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Poesías y pensamientos sobre la Semana del libro

POESÍAS DEL LIBRO

El Libro
Hersilia Ramos de Argote

El libro es mi amigo,
mi amigo mejor;
me enseña mil cosas,
me da su ilusión.

Paciente me guía
con gracia y tesón
y llena mi mente
de luz y esplendor.

El libro es tesoro
de ciencia, de amor
y abre los caminos
de superación.

Medito y aprendo
en cada lección,
por eso yo digo
que el libro es mi amigo
mi amigo mejor.

 

Al Libro
María Olimpia de Obaldía

¡Oh, libro! Mi amigo, maestro y hermano:
en tus hojas blancas, delgadas y tersas
poetas y sabios modernos y antiguos
me guían por la senda del Arte y la Ciencia.

Me muestras el cielo cuajado de mundos
sujetos a leyes y normas divinas;
la tierra que guarda la edad del planeta
que el tiempo ha grabado con mágicas cifras;

La vida que anima los vastos océanos
sencilla, compleja, sutil, multiforme,
y en donde se enlazan la fauna y la flora
por medio de sabios ocultos resortes.

Contigo visito lejanos países,
conozco otras razas, estudio costumbres
extrañas y varias, contemplo el desfile
de pueblos que mueren y pueblos que surgen.

Levantas el negro endal del pasado
y miro los hechos que retan al tiempo
e ilustres figuras nimbadas de gloria
que llenan la historia con nobles ejemplos.

Musitas los versos de tiernos liridas
y al ritmo armonioso mi espíritu sueña
cual  sueña el infante con bellas visiones
en tanto su madre lo arrulla y lo besa.

¡Oh libro! Mi amigo, maestro y hermano,
en tus hojas blancas, delgadas y tersas
poetas y sabios modernos y antiguos
me guían por la senda del Arte y la Ciencia.

 

 

Jardín de Invierno

Pablo Neruda

Llega el invierno.

Espléndido dictado

me dan las lentas hojas

vestidas de silencio y amarillo.

Soy un libro de nieve,

una espaciosa mano,

una pradera,

un círculo que espera,

pertenezco a la tierra y a su invierno.

Creció el rumor del mundo en el follaje,

ardió después el trigo constelado

por flores rojas como quemaduras,

luego llegó el otoño a establecer

la escritura del vino:

todo pasó, fue cielo pasajero

la copa del estío,

y se apagó la nube navegante.

Yo esperé en el balcón tan enlutado,

como ayer con las yedras de mi infancia,

que la tierra extendiera

sus alas en mi amor deshabitado.

Yo supe que la rosa caería

y el hueso del durazno transitorio

volvería a dormir y a germinar:

y me embriagué con la copa del aire

hasta que todo el mar se hizo nocturno

y el arrebol se convirtió en ceniza.

La tierra vive ahora

tranquilizando su interrogatorio,

extendida la piel de su silencio.

Yo vuelvo a ser ahora

el taciturno que llegó de lejos

envuelto en lluvia fría y en campanas:

debo a la muerte pura de la tierra

la voluntad de mis gerruinaciones.

 

 

A Kempis

Amado Nervo

Ha muchos años que busco el yermo,

ha muchos años que vivo triste,

ha muchos años que estoy enfermo,

¡y es por el libro que tú escribiste!

¡Oh Kempis, antes de leerte amaba

la luz, las vegas, el mar Océano;

mas tú dijiste que todo acaba,

que todo muere, que todo es vano!

Antes, llevado de mis antojos,

besé los labios que al beso invitan,

las rubias trenzas, los grande ojos,

¡sin acordarme que se marchitan!

Mas como afirman doctores graves,

que tú, maestro, citas y nombras,

que el hombre pasa como las naves,

como las nubes, como las sombras…,

huyo de todo terreno lazo,

ningún cariño mi mente alegra,

y con tu libro bajo del brazo

voy recorriendo la noche negra…

¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,

pálido asceta, qué mal me hiciste!

¡Ha muchos años que estoy enfermo,

y es por el libro que tú escribiste!

 

 

Oración al Libro
Gastón Figueira

¡Oh libro, amigo mío
que ennoblece mi camino:
guíame por la vida,
eres mi buen hermano!

Calma esta inagotable
sed de saber.
De tu fuente de luz
dame a beber.

Hazme como tú, claro,
generoso, profundo,
abierto al infinito
llamamiento del mundo.

De la vida el misterio
tú me harás conocer.
De la ignorancia, sálvame.
El saber es poder.

¡Ah, guarda entre tus páginas,
con humano fervor,
mis horas de alegría
mis horas de dolor.
Guíame por la vida,
se mi hermano,
oh libro, hermoso libro
que ennobleces mi mano

 

 

PENSAMIENTOS

Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la ambición les impiden decirme lo que debo hacer.

Alfonso II de Aragón

Los libros sirven para demostrarnos que nuestras reflexiones y pensamientos de los que tanto nos enorgullecemos por considerarlos originales no son, en realidad, tan originales como pensábamos.

Abraham Lincoln

Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.

Hermann Hesse

Los libros son compañeros, maestros, magos, y banqueros de los tesoros de la mente. Son portadores de civilización.

Bárbara Wertheim Tuchman

Los libros son como los amigos, no siempre es el mejor el que más nos gusta.

Jacinto Benavente

Hay libros que no parecen escritos para que la gente aprenda, sino para que se entere de que el autor ha aprendido algo.

Johann Wolfgang von Goethe

El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.

Gustavo Adolfo Bécquer

El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.

Ruben Darío

Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma”.

Marco Tulio Cicerón

No hay libro tan malo que no contenga algo bueno”.

Miguel de Cervantes Saavedra

Citar este texto en formato APA: _______. (2021). WEBSCOLAR. Poesías y pensamientos sobre la Semana del libro. https://www.webscolar.com/poesias-y-pensamientos-sobre-la-semana-del-libro. Fecha de consulta: 23 de noviembre de 2024.

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