Etimológicamente, se puede aplicar el término dislexia a cualquier trastorno, dificultad o alteración en la lectura. Esta alteración puede producirse antes de que el sujeto haya adquirido la competencia lectora o después de adquirirla.
Tipos de Dislexia
Existen diferentes tendencias de clasificación de la dislexia y esta se subdivide dependiendo del punto de vista del neurólogo, del psicopedogogo del maestro. La más aceptada internacionalmente es la que la clasifica principalmente en dislexia adquirida o dislexia del desarrollo.
DISLEXIA ADQUIRIDA: En todos los casos de dislexia adquirida, los especialistas cuentan con signos directos o indirectos que apoyan su opinión de que tales dificultades son causadas en parte por daño cerebral. Los signos directos son, por ejemplo, el daño físico o lesión al cerebro, y las evidencias reveladas por una operación o autopsia, o cualesquiera que muestren que pudo haber lesiones cerebrales o hemorragia, como en una embolia. Los signos indirectos consisten en patrones irregulares en el electroencefalograma (EEG), reflejos anormales, o dificultades en la coordinación y orientación mano-ojo, por ejemplo.
- La dislexia visual es la dificultad para seguir y retener secuencias visuales y para el análisis e integración visual de los rompecabezas y tareas similares. Esta se caracteriza por la inhabilidad para captar el significado de los símbolos del lenguaje impreso.
- La dislexia auditiva es la dificultad para discriminar los sonidos de letras y trabados, reconocer pautas de sonido, secuencias, palabras, ordenes e historias. Esta es la forma de dislexia más difícil de corregir y radica en la inhabilidad de percibir los sonidos separados (discontinuos) del lenguaje oral.
- La dislexia profunda o fonémica, en ella se aprecian errores de tipo semántico, dificultad para comprender el significado de las palabras, con adición de prefijos y sufijos, mayor facilidad para las palabras de contenido que para las de función.
- La dislexia fonológica o semántica sobre la que se conocen pocos trabajos. En este tipo de dislexia si falla la ruta fonológica aparece la dislexia fonológica, donde el paciente utiliza entonces la ruta léxica, esta sólo le permite reconocer las palabras familiares, pero tiene dificultad con las raras o las pseudopalabras, y tienen errores derivativos (como leer “apareció” como “aparición”).
- La dislexia superficial, en la que se depende de la ruta fonológica para leer, los niños tienen dificultades dependiendo de la longitud y complicación de las palabras, como les pasa a tantos niños disléxicos.
DISLEXIA CONGÉNITA O ESPECÍFICA DEL DESARROLLO: La dislexia congénita simplemente significa que el niño parece haber nacido con dificultades. Por supuesto que gran parte de los niños incapacitados padecen de problemas disléxicos que pueden atribuirse directamente a sus incapacidades primarias, como parálisis cerebral y espina bífida, pero las cantidades de estos niños incapacitados que también son disléxicos, son mucho menores de lo que cabria esperar, si se considera la gravedad de las disfunciones físicas de que son victimas.
Antecedentes
Existen estudios que han demostrado que algunos niños disléxicos poseen menor capacidad para retener información en la memoria a corto plazo que los lectores normales (Siegel, Le Normand y Plaza, 1997). Este problema supone que los sujetos tendrán dificultades para relacionar entre sí las palabras y para formar la correspondiente estructura sintáctica. Sin embargo, incluso teniendo una memoria a corto plazo normal, estos niños pueden tener mayores dificultades para realizar el procesamiento sintáctico (y también el semántico), ya que utilizan más tiempo en el reconocimiento de las palabras, lo que supone que tienen su memoria ocupada durante más tiempo y, esto entorpece otros procesos de comprensión que también hacen uso de este almacén.
Por otro lado, el problema de algunos niños radica en la capacidad para usar adecuadamente las claves sintácticas o en la habilidad para segmentar las oraciones en constituyentes.
Causas de la Dislexia
Los orígenes de esta perturbación se atribuyen a trastornos de la comunicación verbal, debilidad mental, mala orientación en el espacio vivido, trastornos del esquema corporal, malas lateralizaciones, fijaciones-regresiones-trastornos afectivos infantiles, sordera o semisordera. Existen niños que presentan retraso en la lectura, y las causa son varias, bien pueden ser de tipo intelectual, o por falta de motivación, falta de asistencia a clase, etc. (Cuetos, 1991). Normalmente, estos niños tienen dificultades en todas las materias.
Las dificultades en el procesamiento semántico pueden tener dos causas fundamentales: o el sujeto no es capaz de organizar los conceptos del texto en una estructura coherente (son incapaces de distinguir las partes importantes del texto de las secundarias), o bien es incapaz de integrar esa estructura en su conocimiento general. Otros sujetos carecen de conocimientos que les ayuden a construir la estructura del texto y que les permitan integrar esa estructura en su memoria.
La dislexia específica es un trastorno duradero del proceso de lecto-escritura, originado en una disfunción cerebral. Dicha disfunción es entendida en un sentido amplio como alteración en el funcionamiento de ciertas áreas, circuitos o sistemas neurológicos responsables de determinados procesos psicológicos implicados en el acto lector.
Las causas de esta disfunción pueden ser varias, desde un trastorno neuroquímico sin evidencia de daño anatómico, hasta una lesión delimitada sin excluir la hipótesis de causas emocionales que impliquen una fuerte agresión ambiental en un periodo evolutivo crítico. Los factores genéticos también tienen una gran importancia corroborados por la existencia de “familias de disléxicos”.
Diagnóstico
Para los profesionales de la enseñanza es importante detectar los problemas de dislexia si quieren contribuir a su solución y no aumentar los problemas que estos niños tienen en esta área de aprendizaje tan crucial en nuestro sistema de enseñanza. Si el niño presenta los siguientes casos, se debe descartar la dislexia:
– defectos de visión
– defectos de la audición
– Un C.I. por debajo de lo normal
– La existencia de una perturbación emocional primaria
– Que el problema sea debido a mera falta de instrucción.
– Que haya problemas de salud graves que mediaticen el aprendizaje
– Que no se den lesiones cerebrales diagnosticables y que puedan afectar al área del lenguaje.
– Que pueda darse el diagnóstico de algún retraso grave de desarrollo.
La lateralidad cruzada o no definida, suele ir ligada a la dislexia. El psicopedagogo escolar o privado, fundamentalmente tratará de establecer, además del historial personal, médico y pedagógico del alumno, su C.I. y las características de su perfil.
El WISC (Escala de inteligencia de Wechsler para niños) es el test de inteligencia más utilizado, por la amplia información que proporcionan sus subtests y la posibilidad de establecer un perfil, que si bien se discute su utilidad, al menos permite conocer detalles del funcionamiento y las posibles lagunas de dicho funcionamiento cognitivo..
El aspecto psicomotriz se puede ver mediante las pruebas de Mira-Stambak y el área de integración mediante el test Gestáltico-Visomotor de Lauretta Bender. Una alternativa para medir la inteligencia con escaso componente verbal, son la matrices progresivas de Raven. En buena medida, las pruebas que se pasan tienden a tratar de aclarar qué aspectos son deficitarios en el funcionamiento del niño y qué áreas trabajar en la recuperación.
La dislexia en el Aula
La Lectura
En un aula se puede detectar una posible dislexia haciendo leer a un niño en voz alta y pidiéndole que nos cuente algún acontecimiento previamente narrado por él o lo que ha leído, cuando se ha comprobado o que lo ha comprendido y lo ha expresado correctamente a nivel oral.
En la lectura se pueden encontrar errores desde el desconocimiento de más o menos letras, hasta las adiciones, omisiones, repeticiones, inversiones, cambios de línea, lectura con falta de ritmo, ausencia de puntuación, acentuación y entonación, dificultades en sílabas compuestas, inversas, palabras largas o nuevas, o con acumulación de dificultades de pronunciación, dificultades con la g y la j, con la c y la z, confusiones en letras simétricas: d/b, p/q, d/p, letras de pronunciación similar: m/n, m/p, b/p, b/m… Cuando son mayores, típicamente inician la lectura de una palabra larga y acaban con otra que aparentemente se inventan. Esto es debido a que por falta de agilidad y práctica no hacen la adecuada previsión de lo que viene a continuación, como hacen los buenos lectores. Por eso en la reeducación hay que acompañarlos al leer y corregir con suavidad sus errores para que puedan hacer un aprendizaje correcto y reestructuras sus hábitos y automatismos lectores.
Como se ve la cantidad de errores posibles y las posibilidades de combinación abundancia, influencia en las dificultades, es variada, y habrá de ser tenida en cuenta a la hora de programar la reeducación.
Escritura
En la escritura, cuando se le pide que escriba de una manera espontánea, generalmente se producen estos fenómenos:
- Dificultad inicial para imaginar la historia o si la ha imaginado adecuadamente, se siente incapaz de expresarla por escrito. Consume mucho en tiempo antes de iniciar el trabajo.
- El niño necesita un tiempo excesivo para escribir su relato.
- La escritura en sí puede ser indicativa, por el tipo de letra, la mayor o menor disgrafía, la forma a veces incorrecta de coger el lápiz, la forma de realizar los óvalos de las letras. Se puede observar agarrotamiento a la hora de escribir.
- Discrepancia entre lo escrito y el lenguaje oral del niño. A veces utilizan una sintaxis extraña, omite palabras en especial los nexos y las palabras de función, dándose cuenta de ello en ocasiones al releer el texto.
Cuando se habla del tratamiento de la dislexia generalmente se piensa en fichas de lateralidad, orientación espacial, grafomotricidad, orientación temporal, seriaciones, etc. Sin embargo no está demostrado que todo esto sea necesariamente previo al aprendizaje de la lectoescritura para poder avanzar y recuperar las dificultades disléxicas.
Recomienda Thomson es el “sobreaprendizaje”. Volver a aprender la lectoescritura, pero adecuando el ritmo a las posibilidades del niño, trabajando siempre con el principio rector del aprendizaje sin errores, propiciando los éxitos desde el principio y a cada paso del trabajo de sobreaprendizaje. Se trata de hacer el reaprendizaje correcto de las técnicas lecto-escritoras, haciéndolas agradables y útiles para el niño, propiciando como digo el éxito, en lugar del fracaso que está acostumbrado a cosechar. Las colecciones de fichas son útiles en estos casos como herramienta de apoyo y complementación de la tarea principal, para variar las tareas y que no sean demasiado idénticas a las del aula, así como para trabajar determinados aspectos en los que algún niño debe incidir especialmente.
Citar este texto en formato APA: _______. (2012). WEBSCOLAR. ¿Qué es Dislexia?. https://www.webscolar.com/que-es-dislexia. Fecha de consulta: 23 de noviembre de 2024.