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Supervisión

La función básica de la supervisión es el mejoramiento de la situación de aprendizaje de los niños. En esto todos están de acuerdo. Si un supervisor no contribuye a que la enseñanza sea más eficiente en el salón de clase, no está cumpliendo debidamente su función. La supervisión es una actividad de servicio que existe para ayudar a los maestros en el desempeño de su labor. Todos los maestros tienen mayor potencial de trabajo que el que desarrollan. Muchos factores falta de visión, experiencias anteriores, presión de la comunidad, falta de adaptación en las relaciones humanas, deficiente administración de personal, incapacidad para evaluar su propio trabajo impiden que los maestros apliquen toda su capacidad al ejercicio de sus tareas. La función del supervisor es ayudar a los maestros a que ejerciten sus potencialidades hasta el máximo de su capacidad.

La supervisión consiste en todas las actividades conducentes al mejoramiento de la educación, las actividades relacionadas con la moral del profesor, el mejoramiento de las relaciones humanas, el perfeccionamiento del maestro durante la realización de sus funciones y el desarrollo del currículo. Muchas personas participan en el papel de la supervisión: jefes de currículo, especialistas, directores de escuela y colegios, los maestros sobresalientes. Las personas llamadas supervisores cumplen sus funciones mejor cuando ayudan a crear una situación en la cual la gente pueda ayudarse mutuamente, sentirse libres de buscar ayuda en los otros, hacer planes en conjunto, recoger y brindar ideas a los demás.

¿Qué es Supervisión?

Supervisión, pues, no es una labor puramente de vigilancia y reportaje como ha solido acontecer; ni tampoco una situación crítica o tirante entre jefe y subalterno, sino un estado de mutuo entendimiento, de simpatía y cooperación.

¿Qué significa la supervisión?

Una función mayor de la supervisión es la del mejoramiento de la instrucción. En opinión de muchas personas, es una tarea elemental. Sin duda alguna en su mayor parte los supervisores de escuelas norteamericanas fueron escogidos porque se supuso que serían capaces de ayudar a los maestros a mejorar sus métodos de enseñanza.

¿Cómo debe ser una supervisión?

Los principios que se proponen en seguida son a manera de ilustración, pues para cada situación que se trate se deberá elaborar, proponer, discutir y aceptar los propios.

  1. La supervisión debe ser proporcionada a todos los miembros del personal. Todos los trabajadores de la educación necesitan ayuda profesional, y ésta debe ser amigable y científicamente proporcionada; la supervisión tiene por objeto el mejoramiento de la educación y el perfeccionamiento de los maestros que se hallan en servicio; cada día se puede ser mejor maestro y desarrollar una mejor educación, pero nunca puede llegarse a la perfección deseada.
  1. La supervisión no debe ser impuesta a la situación sino que se debe derivar de ella. Toda acción de supervisión inteligentemente realizada, empieza por las situaciones reales, investigando circunstancias para deducir de allí los diferentes medios que deben emplearse para tratar de resolver los problemas existentes. El supervisor que desconoce estas circunstancias es incapaz de proporcionar ayuda técnica de acuerdo con las necesidades; en tal caso su labor es impuesta en lugar de derivarse de la situación.
  1. La supervisión debe ser cooperativa. Esto es, debe aceptar ayuda procedente de diferentes medios; todos los miembros del personal deben colaborar y ayudarse unos a otros con el objeto de mejorar la educación.
  1. La supervisión debe ser respetuosa de las diferencias individuales. Es sabido que no todos los miembros del personal en una escuela que son iguales y, por consiguiente, no deben ser todos tratados conmétodos generales; unos necesitan ayuda especial en un sentido y otros en otro sentido. El objeto de la supervisión escolar es investigar estas diferencias para respetarlas y proporcionar ayuda de acuerdo con las necesidades personales.
  1. La supervisión debe reconocer los méritos y sacrificios tanto a como los defectos. Una supervisión consciente no se debe preocupar sólo de buscar defectos que merezcan ser enmendados; una obra de supervisión, para que sea justa, debe también reconocerlos esfuerzos y las bondades de cada uno de los miembros del personal; si no se hace esto, los educadores terminan por desilusionarse al ver que sus sacrificios por el mejoramiento profesional no son reconocidos.
  1. La supervisión debe efectuarse con acciones más que con palabras. Es bastante fácil dedicarse a buscar problemas en la escuela, pero bastante difícil proporcionar la ayuda técnica que el caso requiere. Los supervisores deben dar orientaciones prácticas ayudando a la realización de ellas, en lugar de contentarse sólo con exponer principios rentes de aplicación.
  1. La supervisión debe ser científica y democrática. Es científicas cuando hace uso de procedimientos, tales como la investigación y la experimentación, formulando primero algunas hipótesis, comprobando las por diferentes medios después, y elaborando seguidamente las conclusiones del caso. Es democrática cuando hace uso de principios tales como la cooperación, la armonía y el respeto por el individuo, cuando es exigente respecto de las obligaciones y respetuosa de los derechos de los diferentes miembros del personal.
  1. La supervisión debe ser profesional más que personal. Los directores o supervisores escolares no deben descender a los problemas, puramente personales de los maestros; deben tratar las dificultades o fallas de tal forma que no se intervenga en la vida privada de los miembros del personal. La supervisión debe limitarse, en la medida de lo posible, al nivel profesional de los docentes.
  1. La supervisión debe ser amable y despertar la confianza y cooperación del personal. Cuando la actitud del supervisor es autoritaria, tratando sólo de buscar defectos para sancionarlos, los docentes adoptan una postura de oposición; en cambio, cuando están convencidos de que al supervisor o director le interesa conocer sus problemas para ayudarlos a darles solución, los maestros se vuelven comunicativos, manifestándolos y solicitando la ayuda necesaria para tratar de resolverlos.
  1. La supervisión debe ser individual y colectiva. Hay aspectos que conviene atender en forma individual cuando por la naturaleza del problema compete a una persona nada más; en tal caso debe hacerse uso |de las entrevistas individuales y otros medios dedicados a una persona bolamente. Pero a la vez hay muchos problemas que pueden atenderse ¡en forma colectiva y en cooperación; en tal caso puede hacerse uso de las sesiones de maestros, clases demostrativas, experimentaciones, etc.
  2. La supervisión debe ser evaluada frecuentemente. Para estar más o menos seguros de los resultados de la supervisión, ésta debe evaluarse frecuentemente tomando en cuenta los objetivos, los medios y las circunstancias que fueron considerados en su planeamiento y desarrollo. La evaluación la puede efectuar un grupo especialmente formado para el caso, con la cooperación de los diferentes miembros del personal en un esfuerzo de autoevaluación con el fin de conocer más la situación para mejorarla y promover, asimismo, el perfeccionamiento profesional.

Los propósitos de todo amable y capacitado supervisor escolar

He aquí una corta enumeración de los muchos propósitos de todo amable y capacitado supervisor escolar:

  1. Profundizar en los maestros el concepto y la técnica de la educación moderna;
  2. Formular, en compañía del personal, una aplicable filosofía de la educación;
  3. Poner a los maestros en contacto de las condiciones y necesidades de la comunidad;
  4. Unificar el trabajo de la escuela para que haya armonía en la labor docente al efecto de alcanzar los mismos objetivos generales;
  5. Descubrir y estimular las capacidades de cada miembro riel personal .para sacar mayor ventaja de éstas en favor de la educación;
  6. Iniciar v orientar a los nuevos maestros en el ejercicio de su profesión;
  7. Ayudar a los educadores a analizar críticamente su propio trabajo;
  8. Despertar en cada subalterno la ambición por el progreso profesional;
  9. Interpretar y aplicar los programas escolares;
  10. Efectuar cambios en las disposiciones administrativas cuando éstas sirvan para facilitar la labor del docente;
  11. Ayudar a los maestros a mejorar su técnica de enseñanza, asistiéndolos en los problemas que se les presenten;
  12. Medir y evaluar los resultado de la educación;
  13. Investigar y corregir las causas de los problemas disciplinarios:
  14. Desenvolver buenas relaciones sociales entre los miembros del personal, alumnos, padres de familia y autoridades locales;
  15. Proteger a los maestros contra las exigencias fuera de las docentes que a veces imponen en algunas localidades;
  16. Evaluar, estimular y seleccionar a los maestros de la escuela; etc.

El mejoramiento a través de interacción mutua

Si un supervisor ha de ser efectivo, tiene que trabajar de tal manera que sea posible que los maestros acepten ayuda y ánimo y que le tengan confianza. El supervisor debe obrar de tal manera que haga posible que otros acepten ayuda. Si el supervisor concibe su trabajo como mandato, el maestro no puede aceptarlo. Si concibe su papel como si fuera el superior, el otro tampoco puede aceptarlo. Si su comportamiento es detestable, el otro no puede aceptar ninguna ayuda de su parte. Si el supervisor no inculca la cooperación como un modo de vida, entonces la aceptación de ayuda es un indicio de debilidad, y sus acciones prohíben que alguien acepte su ayuda. Si dos personas tienen metas en común, es más fácil proveer y aceptar ayuda. Si dos personas pueden verse trabajando en una tarea común, uno puede ayudar al otro sin que ambos se sientan avergonzados o resentidos. El supervisor tiene que estar seguro de que su papel es de ayudante y no de dirección. Debe reconocer que la iniciativa pertenece a la persona que pide ayuda, y no a él. Debe verse como consejero, sin tener que obligar a la otra persona a que acepte sus consejo.

Las herramientas de supervisión

Si el supervisor quiere que el cuerpo auxiliar crezca profesionalmente, debe ayudarlos a sentirse importantes. De todas las formas posibles, el supervisor debe alentar el sentido de bienestar y valor individual, de todos los miembros del cuerpo docente. Respeto para las opiniones de los demás, dando explicaciones por las decisiones, diciendo cosas que edifican, en vez de denigrar, son las herramientas del supervisor.

Clases y medios de supervisión

Se clasifican cuatro clases de supervisión que son: Supervisión correctiva, supervisión preventiva, supervisión constructiva y supervisión creativa.

Necesidad de la supervisión

Prácticamente todos los trabajadores de la educación tienen necesidad, en una u otra forma, de recibir ayuda técnica, oportuna y entecamente proporcionada. En el capitulo primero de esta obra, diurnos que el director eficiente debe tomar en cuenta que cada uno de sus profesores, por competente que sea, necesita orientación; además cuando el principal objetivo de la supervisión es estimular el progreso profesional de los maestros en servicio, este simple hecho garantiza por si solo la necesidad constante de la supervisión, pues el campo del conocimiento humano o tiene límites y el maestro puede prepararse para el cada día mejor favoreciendo también con esto el mejoramiento de la educación y de la sociedad en general. Muchos educadores se jactan de poseer una larga experiencia interponiendo este argumento como una indicación de que por este hecho no necesitan de la labor supervisora; pero en este caso cabe argumentar también que si la experiencia ha sido en procedimiento erróneo, indudablemente tiene más desventajas que ventajas.

Por lo general, los maestros en servicio tienden a adoptar prácticas estereotipadas porque en esta forma la tarea se hace menos dificultosa. Tratan sólo de enseñar como a ellos les enseñaron, o como les enseñaron a enseñar, sin tomar en cuenta que la evolución constante es una de las características de toda sociedad y toda cultura, y maestro que no sigue los pasos de esta evolución se rezaga o se desvía; además, las comunidades son diferentes en cada lugar y el maestro que desconoce esta diferencias, no puede hacer la educación real, adaptada a los intereses y circunstancias regionales. Cada situación social es diferente porque no se encuentran dos situaciones formadas por idénticos factores, ni por los mismos factores en idénticas proporciones siempre o en la misma relación.

CONCLUSIÓN

La supervisión escolar en el sentido que la empleamos en esta obra, considerándola como ayuda técnica, amable y oportunamente proporcionada, es relativamente reciente, pues la escuela tradicional sólo ha hecho uso de la inspección que nosotros precisamente tratamos de excluir de las prácticas educacionales en toda escuela democrática.

Naturalmente que una supervisión científica y democráticamente desarrollada es bastante difícil, sobre todo cuando se trata de principiar; pero después de algún tiempo de estar en funciones se notan las grandes ventajas que esto trae para la educación. Además, una supervisión autocrática y rutinaria no está de acuerdo con nuestro sistema de vida y de gobierno, ni con la naturaleza del niño y de la sociedad, que es siempre viva y cambiante. La supervisión escolar, como todas las ciencias sociales, debe seguir el proceso evolutivo seguido por las demás ciencias, y aún más, debe sacar ventaja utilizándolas y colaborando con ellas en benefició de una sociedad mejor.

La supervisión escolar no debe ser llevada a cabo por una persona solamente, como solía suceder en el pasado; el director no es competente para hacerlo todo ni tiene tiempo para ello; si hay supervisores especiales, el director debe consultarlos, lo mismo que a los especialistas y a los vecinos, porque todos pueden tener sugestiones valiosas que al tomarse en cuenta forman un conjunto de diferentes puntos de vista tan necesarios en una labor de mejoramiento social. Dentro de la misma escuela también, el director o supervisor escolar puede utilizar las fuerzas vivas allí existentes, pues los alumnos y los maestros pueden colaborar eficazmente si a cada uno se asignar, atribuciones dentro del límite de sus capacidades e intereses.

BIBLIOGRAFÍA

Batanaz L y otra. Ostión y supervisión de centros educativos. San José,
EUNED, 2000. Págs 292 a 308 y 312 a 339.

Gento P, Samuel. Gestión y supervisión de centros educativos. San José,
EUNED, 2000. Págs 162 a 181 y 186 a 215.

 

http://www.monografias.com/trabajos35/supervision-educativa/supervision-educativa.shtml

http://www.mailxmail.com/curso-supervision-educativa/supervision-educativa

Citar este texto en formato APA: _______. (2012). WEBSCOLAR. Supervisión. https://www.webscolar.com/supervision. Fecha de consulta: 24 de noviembre de 2024.

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