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El ciclo trófico de la Antártida

Las costas de la Antártida están pobladas fundamentalmente por pingüinos y focas, mientras que sobre la superficie helada viven algunos invertebrados como ácaros y garrapatas, los únicos animales terrestres que pueden tolerar las bajas temperaturas. La rica fauna marina de la Antártida incluye el krill, una especie de pequeño camarón, que constituye el alimento para un gran número de ballenas que habitan esas aguas. La Antártida no tiene árboles, flores ni plantas herbáceas; la vegetación está limitada a unas 350 especies, principalmente líquenes, musgos y algas.

Aunque parezca extraño, la Antártida puede clasificarse de auténtico desierto, puesto que en su interior la precipitación media anual apenas llega a los 50 mm. La temperatura media del continente es de 50º bajo cero y en la superficie soplan en ocasiones vientos huracanados. Las ventiscas son frecuentes cuando los vientos levantan la nieve previamente depositada y la desplazan de un lugar a otro. La temperatura más baja jamás registrada en la Tierra, 89,2º bajo cero, fue tomada en la base Vostok el 1 de julio de 1983. La masa continental helada y las temperaturas extremadamente frías han limitado la ocupación humana en esta zona del planeta.

Además de ser el continente más frío, ventoso y seco, la Antártida es también el de mayor altitud, ya que tiene una elevación media de 2.438 m. El continente está formado por dos zonas geológicas principales. La Antártida oriental es un zócalo, probablemente precámbrico, cubierto por miles de metros de hielo. Bordeada por los océanos Atlántico e Índico, constituye más de la mitad del continente y en ella se localiza el polo sur geográfico, esto es, el lugar donde todas las líneas de longitud (meridianos) convergen en el punto más meridional del globo. La Antártida Occidental, bañada por el océano Pacífico, es de origen volcánico y tiene diversos sistemas montañosos. El Vinson Massif, parte de los Montes Ellsworth, es el punto más elevado de la Antártida, con 5.139 m. Estas dos zonas están separadas por los Montes Transantárticos, en los que existen al menos dos volcanes activos. En algunos puntos la costa de la Antártida presenta abruptos acantilados de hielo.

Más del 95% de la superficie de la Antártida está cubierta por hielo. Este continente posee casi el 70% de agua dulce del mundo. Los glaciares se desplazan lentamente hacia la periferia del continente, forman enormes plataformas de hielo, y empujan largas lenguas de hielo hacia el mar. La superficie total del continente es de unos 12 millones de km² y duplica su tamaño durante el invierno. Numerosos icebergs están dispersos en las aguas que rodean el continente. El interior de la Antártida está en penumbra durante el invierno, mientras que tiene luz solar de forma casi ininterrumpida durante el verano, que dura desde septiembre hasta abril.

A finales del siglo XIX se iniciaron importantes exploraciones científicas de la Antártida, después de la creación de la primera base invernal en la zona. El explorador noruego Roald Amundsen fue el primero en llegar al Polo Sur en 1911.

 

El eslabón inferior de la cadena trófica está constituido por diatomeas (uno de los elementos del fitoplancton), que deparan el alimento del crustáceo del género Euphasia, muy parecido a un camarón, de unos 3 a 5 cm. de longitud y muy abundante en las aguas subantárticas. El Euphasia es comúnmente llamado Krill (véase el artículo El Kril), y es característico elemento base de toda la vida animal del Océano Austral, cuyo hábitat está constituido por la totalidad de las aguas antárticas hasta la Convergencia Antártica.

El Euphasia, constituye alimento directo de las ballenas en prácticamente todas sus especies y de algunas especies de focas, así como de las aves aladas, de los pingüinos, y de casi la totalidad de los peces, además de los cefalópodos, entre los cuales sobresale el calamar.

Por su parte, éstos son depredados por algunas variedades de pingüinos como el Emperador, por otros peces de mayor tamaño, por focas de las especies de Ross y de Weddell, así como por algunas de las aves aladas que se encuentran en la costa e islas circundantes.

Gran depredador de huevos y de crías de pingüinos es la Skua. Los pingüinos, a su vez, constituyen presa de la foca leopardo, que ataca también a las otras focas en todas sus especies; ésta es depredada a su vez por la orca, el más feroz de los animales que pueblan el Océano Austral, variedad de ballena más bien emparejada con los delfines, que ataca no solo a todas las demás especies animales del Antártico, sino incluso a otras ballenas

 

Un aspecto muy influyente en la Cadena Trófica es el de la relativa falta de luz durante largos periodos de tiempo (invierno solar), que se presenta en ambas zonas polares. Se ha observado que el alimento en los primeros eslabones de la Cadena aparece limitado por esta carencia de luz, que se refiere tanto a la duración de la misma y su intensidad como al ritmo, que es completamente diferente a lo que sucede en el resto de las zonas marinas: anual en lugar de diurno. Por otra parte, se ha encontrado cierta relación entre la tasa de cambio en la intensidad de luz y la estimulación del desarrollo de las gónadas en el elefante marino. Desde otro punto de vista, los fuertes vientos imperantes en la zona que dan lugar a gran turbulencia seguramente son causa de que la productividad global sea estimulada. También los seres vivos experimentan importantes procesos de adaptación al diferente ritmo lumínico como, por ejemplo, una mayor acumulación de reservas, migraciones, aumentos del tamaño medio que con frecuencia es superior al que presentan los especimenes que viven en aguas menos frías.

La influencia de las bajas temperaturas es otro aspecto que se relaciona con las compensaciones que parecen presentarse en el comportamiento, tanto de las proteínas propiamente dichas, como de las proteínas enzimáticas. Presentan, tanto por lo que hace referencia a la síntesis proteica como al propio crecimiento, una cierta ralentización. Por otra parte, no parece que exista problema por lo que atañe a la posibilidad de adaptarse a estas condiciones, ya que todos los grupos zoológicos se encuentran representados en los ambientes polares adaptándose tanto a las bajas temperaturas como al cambio de ritmo luminoso, así como a su baja intensidad.

Uno de los procesos de mayor interés se refiere a la dinámica en las zonas marginales del hielo, allí donde el hielo se funde. El sistema está asociado al movimiento del Pack que se muestra en la zona helada, en la zona de fusión y en la de afloramiento. En realidad todo el conjunto del sistema obedece a las directrices de la dinámica física. Algunos autores como Maynnard en 1986, han trabajado con el plancton que funciona recibiendo luz solar con una gran inclinación, lo que redunda en una baja intensidad lumínica. Se ha observado que en la zona de contacto entre el agua y el hielo es donde se observa la mayor capacidad productiva, superior a la que se observa en el propio hielo o en el agua colindante. Esta situación influye en el comportamiento del sistema biológico en su totalidad. Lo importante es señalar la gran importancia que tiene la explosión de plancton que se produce en la zona de fusión. Toda esta dinámica influye en gran medida en el comportamiento de la circulación oceánica.

 

            El número de especies de gran familia de plantas y animales del Antártico es pequeño en comparación con el de los trópicos. En consecuencias, se puede afirmar de las aguas Antárticas que poseen más individuos, pero de menos tipos, que los océanos de condiciones menos extremas. Igual ocurre con los vertebrados superiores – aves y mamíferos – que ocupan la parte superior de la pirámide de la vida marina Antártica.

Las técnicas de sondeo por eco han demostrado que los animales planctónicos del Antártico, al igual que los de otros océanos, se concentran en capas a diferentes profundidades, y con la suficiente  densidad como para devolver un eco difuso. Estas capas de reflexión profunda (DSL) migran verticalmente a lo largo del día, por lo general hundiéndose durante las horas de luz y emergiendo hacia la superficie durante la noche. En las especies Antárticas, a esta oscilación diurna se la añade un ciclo anual de migración horizontal; ciertos crustáceos tienden a derivar hacia el Norte durante el verano, y descienden a la Convergencia Antártica mediante las masas de aguas profundas que se mueven hacia el Sur. Con ello, mantiene una situación favorable en cuanto a la latitud, por medio de un recorrido cíclico vertical circular, F. C. Fraser, del museo Británico, ha observado que, además de esta migración estacional el Krill realiza movimientos migratorios sucesivos de su historia natural. Las formas larvales parecen congregarse en aguas fluyentes hacia el Sur, entre la superficie y el fondo. El movimiento hacia arriba de lugar a un reemplazamiento constante de adolescentes en el borde de la cubierta de hielo, tras lo que los organismos maduros resultan transportados en dirección Norte, hasta la Convergencia Antártica.

 

Dado que las masas acuáticas superficiales fluyen hacia el Este bajo el influjo de los vientos orientales predominantes, el movimiento del zooplancton, tiene también un componente de dirección Este, que da lugar a una alta uniformidad en la distribución de las especies alrededor del continente polar. Como resultado, la distribución de los animales que se alimentan del plancton (planctófagos) muestra una uniformidad paralela. Bajo determinadas circunstancias, ciertas peculiaridades en la circulación oceánica o en la disponibilidad de zonas de apareamiento especialmente favorables, algunas especies se agrupan en nodos de concentración más o menos constantes. Unas pocas especies, como el pingüino de Barboquejo, parecen haber llegado solo en la actualidad al punto de extender sus dominios por todo el entorno.

 

Aunque se sabe aún menos acerca del fondo del Antártico que de las aguas que le cubren, parece que la comunidad viviente de las profundidades refleja las mismas características circumpolares, con una frontera, más o menos bien definida, al Norte, representada por la Convergencia. Dado que se considera a la Convergencia como un fenómeno superficial o semisuperficial, no resulta clara a primera vista la razón para la brusca transformación que tiene lugar en el fondo, bajo ella.

 

Puede estar relacionada con diferencias en la lluvia de detritus orgánico desde las aguas próximas a la superficie. Queda mucho por averiguar sobre el mundo bentónico de moluscos, braquiópodos, pícnogonidos, equinodermos, corales, tunicados, hidroideos, holoturias y gusanos marinos.

 

En contraste con la exuberancia de la vida den las aguas profundas, la línea costera de la Antártica, y las costas y bordes sumergidos de las islas antárticas son sorprendentemente estériles en cuanto a peces y animales de fondo. La zona mareal contiene grandes algas sésiles, si bien escasas. La ausencia de fucos de cualquier tipo en las aguas oscuras pero transparentes que bañan los acantilados del continente y sus islas próximas, es una de las características más notables de la zona; tal vez la causa radique en que el levantamiento y el hundimiento de los hielos mantienen limpias las rocas. Además, el grosor y la densidad del hielo firme y de los témpano, densamente agrupados en esta zona, filtran la luz del sol. La fotosíntesis es débil  o inexistente por completo, lo que provoca la degradación del sistema ecológico.

La mayoría de los animales parecen ser carnívoros y errabundos.

 

En cuando a las vastas regiones de agua que subyacen bajo las grandes plataformas de hielo del Continente Antártico, tales como las del mar de Ross o el mar de Weddell, se ha supuesto durante mucho tiempo que debían ser bastante deficientes en vida. Tal suposición se ha venido abajo recientemente gracias al hallazgo de grandes peces, junto con invertebrados de fondo, congelados in situ y que quedan al descubierto bastante por encima del nivel del mar, en la superficie, barrida por los vientos, del banco de Ross, cerca de la base estadounidense del estrecho de McMurdo. Estos restos, encontrados sobre hielo de más de 30 metros de grosor, aparentemente resultaron atrapados en la base del banco de hielo cuando este llego hasta tocar el fondo. Después fueron emergiendo lentamente; el viento fue desgastando la superficie externa del banco, mientras que la interna se nutria con nuevo hielo. Las pruebas preliminares realizadas con Carbono – 14 indican que hicieron falta alrededor de mil cien años para que estos ejemplares alcanzasen la superficie.

 

Si la explicación dad es la correcta –  y no parece haber ninguna otra – confirmaría una hipótesis glaciológica avanzada hace cuarenta años. También serviría de estimulo para la desafiante tarea de explorar lo que cubren los bancos de hielo, seguramente uno de los ambientes más extraños que existen.

Otra sorpresa fue el tamaño de algunos peces, que pesan entre 15 y 70 kilos. Casi todos los miembros previamente registrados del grupo endémico de los notótenidos, al que pertenecen, eran relativamente pequeños.

 

Al igual que los habitantes submarinos de las aguas antárticas, los pájaros muestran un grado de endemismo que sugiere la existencia de un largo aislamiento. Los pingüinos auténticos son aves del hemisferio Sur, uno de los varios tipos singulares de aves sin alas que evolucionaron en las islas y en los subcontinentes por debajo del Ecuador, gracias a la falta de depredadores tetrápodos. Los pingüinos no están en ningún modo restringidos al Antártico; algunos tipos son de distribución templada o subtropical.

 

En el caso de los petreles o paiños, este fenómeno es aún más notable; se trata de un orden tanto de distribución mundial como de agua salada, pero con un número considerable de formas exclusivamente antárticas. Ignorando la insignificante representación de aves terrestres en las islas subantárticas exteriores – incluidas la bisbita de Georgia del Sur, el más austral de los pájaros terrestres, las especies antárticas típicas son aves marinas, y deberían ser de tanto interés para el oceanógrafo como lo son para el ornitólogo. Hay alrededor de 30 especies a las que debe considerarse como Antárticas, de ellas, unas 15 anidan en el Continente Antártico. No es un número demasiado elevado, pero el tamaño de muchas de las poblaciones de cada especie es sumamente grande.

 

La discrepancia entre el número de especies y el de individuos está de acuerdo con las características generales de la vida en la región Antártica. También puede relacionarse con la discrepancia similar existente entre espacio y recursos alimenticios. La disponibilidad de comida es enorme, mientras que los sitios adecuados para anidar son relativamente escasos. Ello provoca grandes concentraciones de aves en el territorio disponible en tierra, así como un interesante uso múltiple del territorio. Por ejemplo, suele verse a los petreles gigantes anidando en zonas llanas desguarecidas, con otros petreles más pequeños en sus madrigueras, alrededor y por debajo de ellos, petreles tempestad (o paiño común, Hydrobates pelagicus) en los montículos adyacentes de líquenes o musgos, y otros pájaros ocupando lugares próximos y nichos rocosos, o en montones de rocas al pie de los taludes.

Entre los miembros de ciertas comunidades destacan la quionidas (chionis), aves aberrantes relacionadas con las agachadizas, de tierra firme por herencia pero marinas en cuanto a costumbres.

 

Se ha visto como los pájaros en las que se ve como excretan granos de sal a través de los orificios nasales, una facultad supuestamente exclusivas de las aves marinas, y dependiente de la existencia de glándulas especiales para la retención de la sal en las fosas nasales. Se trata de las únicas aves sin membranas interdigitales en las patas de entre las que crían en el Antártico.

 

Obtienen su comida del mar pero, por decirlo de algún modo,  de segunda mano, se comportan como carroñeras y comensales, rodando las zonas en las que comen los pingüinos, los petreles y los cormoranes. Algo similar sucede con los skuas o pagalos antarticos (Stercoraiidae), parientes de las gaviotas, que hacen presa en los huevos y en las crías de los pingüinos.

 

Existen diferentes grados de antarticidad entre los pájaros antárticos, en lo que representa a condiciones climáticas y a adaptación. El errabundo albatros es antártico en el sentido de que hace sus nidos en las islas situadas al sur de la Convergencia, pero solo un miembro de esta familia albatros sombrío (phoebetria palpebrata), penetra profundamente en la región antártica. Entre los pingüinos, el Emperador (Aptenodytes forsteri) y el Adelia (pygoscelis adeliae o el pájaro bobo), comen en las costas del continente Antártico, mientras que el pingüino barboquejo (P. antarctica), el gentu (P. papua) y el macaroni (Eudyptes chrysolopus) ocupan fajas de tierra más externas, sin dejar de ser antárticas. El emperador es, sin duda, el más polar de todos los pájaros. Su distribución sin embargo, no alcanza tan al sur como la del petrel de las nieves; tan solo iguala al de Adelia, pero queda más limitado al sur que los dos pájaros anteriores. La continuidad de su título imperial queda asegurada gracias a que se reproduce en la oscuridad, en pleno invierno, encima del hielo del continente, transportando e incubando su único huevo encima de sus pies palmeados. Por este comportamiento, único entre las aves, el emperador escapa de la depredación de los skuas, que pasan el invierno en zonas más septentrionales.

 

Los once petreles que crían en la zona antártica representan los once géneros distintos, que a su vez incluyen las subdivisiones naturales del orden, desde los grandes albatros hasta los pequeños petreles de las nieves. Sus límites de distribución varían ampliamente. Solo el petrel de las nieves (pagodroma) se halla circunscrito inequívocamente a la Antártica. Otras especies nidifican aquí, pero pueden migrar a zona trópicos. Tal diversidad tiene un obvio significado evolutivo: las especies que realizan los viajes estaciónales más largos, los petreles de Wilson.

 

Para comer, las formas endémicas y los invasores estaciónales hacen presa fundamentalmente en el Krill, los calamares y algunos otros invertebrados; sin embargo, el petrel de las nieves captura regularmente muchos pececillos de superficie en los témpanos. Aunque el riguroso ambiente provoca una elevada mortalidad tanto de huevo como de pollos entre todos estos pájaros, la viabilidad de los adultos aparece como excepcionalmente favorable.

 

Las recuperaciones de petreles marcados han demostrado en numerosas ocasiones que permanecen con sus parejas anteriores y en el mismo lugar de anidamiento. El peligro que representan los depredadores, tales como el skua, así como lo severo del ambiente físico, influye fuertemente en contra de las etapas inmaduras de las especies antárticas. Pero un solo huevo, puesto únicamente una vez al año, es suficiente para mantener unas poblaciones a las que se calcula como las mayores dentro de la clase Aves.

 

De las tres golondrinas de mar antárticas, una (Sterna virgata) apenas merece tal denominación, ya que tiene un área de distribución casi totalmente limitada a las islas sureñas del Océano Indico. La segunda, la golondrina Antártica propiamente dicha (Sterna vitarta) es, verdaderamente antártica, anidando en muchas islas del anillo circumpolar e incluso en algunas regiones del continente; se trata de un pájaro costero y relativamente continental. La tercera, es la golondrina Ártica (Sterna paradisea), que migra hacia el sur cuando el invierno se acerca a las altas latitudes, del Hemisferio Norte; probablemente disfruta de más luz diurna que ningún otro animal. Durante el verano Antártico acumula reservas gracias al Krill, en los témpanos de hielo.

 

Al igual que los pingüinos, las focas son tan torpes en tierra como veloces en el agua.  Las focas Antárticas parecen ser genéticamente distantes de las septentrionales y aun mas respecto a sus vecinos de justo por fuera de la convergencia: los leones y los osos marinos. Las cuatro focas antárticas típicas pertenecen a la familia de la foca común (Phocidae); todas ellas son portadoras de la misma divergencia evolutiva, que las limita casi por completo a una vida marina, divergencia que se advierte magníficamente tanto en estructura como en función. Al salir a tierra se mueven con dificultad y no pueden ir a prisa, ya que sus patas posteriores, que constituyen su principal medio de propulsión cuando nadan, arrastran lastimosamente al cuando están  fuera del agua, constituyendo tan solo un apéndice posterior del cuerpo. Sin embargo los movimientos de avance en la tierra o sobre el hielo, la efectividad de las patas anteriores se ve aumentada por cierta capacidad de reptación.

Como animales más oceánicos que terrestres, las focas antárticas son circumpolares en distribución. Pero sus nichos ecológicos son tan específicos que escapan totalmente a competencias interespecificas. Solo una de ellas, la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus), tiene una población relativamente grande. La más escasa es la foca Ross (Ommatophoca rossi), es posible que alcance una población menos de 50,000 individuos.

Ahora mencionaremos algunos de los ciclos troficos de las especies animales que habitan el Antártico, tales como los cetáceos que representan a las ballenas, las aves en donde dentro de este grupo tenemos los petreles, la golondrinas, gaviotas y las aves no voladoras, los cuales son los pingüinos, además tenemos a las focas, los leopardos marinos, elefantes marinos, lobos marinos, los invertebrados en donde tenemos algunos crustáceos como el krill y los organismos microscópicos como las bacterias. Se mencionarán por orden de la cadena alimenticia.

 

LOS CETACEOS O BALLENAS

 

Son mamíferos de respiración pulmonar, completamente adaptados al medio acuático, fuera del cual no pueden vivir porque su peso les oprime el tórax impidiéndoles respirar.

En la adaptación han perdido sus miembros posteriores, conservando los anteriores, que usan como aletas. También han perdido el pelaje, el que se reduce a algunas cerdas, ubicadas en la cara. Tienen debajo de la piel una capa de grasa de 15 cm o más o más que les sirve de aislamiento y de reserva nutritiva y energética para la época del apareamiento y de la cría, que se efectúa en los mares templados donde el alimento no abunda. Pueden permanecer 30 minutos o más sin respirar. Cuando emerge su enorme cabeza exhala el aire caldeado por las narices que están implantadas muy atrás. Este aire caliente, cargado de vapor de agua, es el que se ve desde lejos y constituye la columna que vulgarmente llaman “chorro de agua”. La gestación llega a durar hasta 16 meses en algunas especies y la cría al nacer puede medir un tercio del tamaño de los padres. Se las divide en ballena sin dientes o barbadas y en ballenas dentadas. Las primeras carecen de dientes poseen unas formaciones córneas triangulares, implantadas en el paladar cuyos bordes interiores están desflecados y les sirven de filtro para obtener el krill, del que se alimentan exclusivamente en cantidades notables. Se han cazado ejemplares que alojan hasta 2 toneladas de krill en su estomago.

Las especies más comunes entre las barbadas son la ballena azul, la de aleta, la jorobada, la pigmea, boba  y la enana.

 

 

 

Ballena azul – Balaenoptera musculus

La ballena azul Se llaman así a causa de su piel azul-grisácea es el animal más grande del mundo, puede crecer hasta los 31 metros de longitud y pesar alrededor de 84 toneladas, aunque se han registrado ejemplares de 150 toneladas y más de 32 m. de longitud. Las medidas promedio son 23,4 m. las hembras y 22,6 m. los machos.Su corazón es del tamaño de un vehículo pequeño y bombea más de 15.100 litros de sangre; un hombre podría gatear por su vena aorta. La hembra pare una cría cada dos o tres años que pesa alrededor de 6.400 kg.

Durante el periodo de lactancia (unos 10 meses), las hembras poseen en cada uno de los surcos mamarios una glándula que mide alrededor de 2 m. de longitud, 60 cm. de ancho y 30 cm. de espesor. Una cría de Ballena Azul puede ingerir por encima de 600 litros de leche por día, y doblar su peso en una semana. Se reproducen en alta mar, en aguas templadas entre julio y agosto. Tras 11 meses de gestación las hembras paren un ballenato de unos 7 m. de longitud, tras lo cual pueden volver a quedar preñadas nuevamente. La madurez sexual la adquieren entre los 8 y 10 años. Se estima que la ballena azul puede llegar a vivir 90 años

Son ballenas de océanos profundos; nadan en grupos, a menudo de 20 o más. Los grupos incluyen generalmente a ambos sexos en mayor o menor proporción. Estas ballenas son comunes en el Océano del Sur en verano, donde acuden a alimentarse de crustáceos pequeños llamado Krill. Nadan al borde del hielo y quedan cerca de él la mayor parte del verano antártico. Es conocido que las Ballenas Azules se comunican por medio de baja frecuencias (ultrasonidos). Se cree que estos sonidos pueden viajar a miles de kilómetros.

Muchas de las Ballenas Azules han estado bajo amenaza de seria extinción durante muchos años, debido a la caza comercial desmesurada que se ejerció hasta 1950 (se estima que existía una población de 200.000 ejemplares). La grasa de la ballena se usaba en la fabricación de margarinas, jabón y glicerinas. La Ballena Azul producía tanto aceite como dos Ballenas de Aleta, o dos y media ballenas Jorobadas; así, la Ballena Azul llegó a ser una presa de gran importancia para la industria ballenera. Se cree que su población total es aproximadamente de uno 8.000 ejemplares en todo el mundo. No se ha podido determinar si esta especie aumenta o decrece.

A diferencia de la Ballena azul la Ballena  orca,  la cual es carnívora y muchas veces llamada la ballena asesina por el record de personas casadas es una especie que tiene una dieta un poco diferente a la ballena azul alimentándose de pingüinos, focas y otras ballenas.

 

ELEFANTE MARINO

Elefante marino –  Mirounga leonina

Todas las focas que viven en las aguas frías del antártico son “Pinípedos”. La foca Elefante es el más grande todos los pinípedos, y uno de los mayores mamíferos, a excepción de las ballenas. De notable diformismo sexual, los machos adultos llegan a alcanzar una longitud de 5 metros y a pesar unos 4000 kilogramos aproximadamente; la hembra es notablemente más pequeña, mide unos 2,8 metros y pesa alrededor de 900 kilogramos. Ya desde los 4 años los machos son notoriamente más grandes que las hembras. Al nacer pueden pesar unos 50 kilogramos. No tienen un cuello definido, especialmente los machos. La piel es muy gruesa y de color parduzco.

Debe su nombre a la prominente nariz (probyscide) en forma de trompa que se hincha insuflando bocanadas de aire, dando así un aspecto más feroz para atemorizar a sus adversarios; esta trompa aumenta de tamaño durante el periodo de reproducción. No demuestra el menor temor a la presencia del hombre, dejándose acercar y tocar sin tratar de huir ni de defenderse. Pasan en tierra toda la estación fría, sin hacer otra cosa más que dormir y lanzar sordos mugidos entre ellos, para lo cual abren mucho la boca e inflan la trompa

Las focas Elefante tienen bajo su piel una densa capa de grasa que les permite vivir cómodamente en las frías aguas polares, y en las playas de las islas próximas al Continente Antártico. En realidad vivieron en gran parte de las aguas del hemisferio sur, pero ahora la mayoría de colonias se encuentran en las islas Georgias del Sur y algunos puntos del Océano Atlántico sur. Han estado a punto de extinción tras las cazas indiscriminadas efectuadas en el pasado por el valor comercial de su grasa.

Las focas Elefante tienen hábitos poligámicos. Aunque alcanzan la madurez sexual a los 5 años, no son capaces de mantener un territorio de reproducción hasta los 7 u 8 años, forman “harenes”, donde un único macho puede llegar a congregar hasta 100 hembras.

Las hembras suelen engendrar en las playas, pero gran parte de ellas tienen sus cachorros entre los bloques de hielos marinos, donde existe gran riesgo de ser cazados por los depredadores de estas aguas, como la Orca o la foca Leopardo. La estación de cría es tiempo de encarnizadas luchas, y muchos adultos de ambos sexos muestran heridas y cicatrices como resultado de los combates, aunque las hembras también presentan heridas en el cuello practicadas por los machos a consecuencia del cortejo de apareamiento. Las crías al nacer presentan un pelaje negruzco que va cambiando en pocos meses a una tonalidad marrón, que se mantiene hasta ser adulto.

Después del periodo reproductivo, en que se muda el pelaje, machos y hembras se congregan por separado; mientras que los machos prefieren descansar a descubierto próximos a las playas o sobre la arena, las hembras lo hacen en huecos del terreno y lugares protegidos; ocasionalmente se puede ver uno o dos machos entre las hembras congregadas.

La alimentación del Elefante Marino es principalmente a base de peces y moluscos cefalópodos, que capturan a diferentes profundidades.

 

LOBOS Y LEOPARDOS MARINOS 

Los Leopardos Marinos

Poseen pelaje gris oscuro con manchas plateadas y amarillentas, mide más de 4 mts, poseen dimorfismo sexual donde la hembra algo menor.

Se distribuye alrededor del continente antártico y su hábitat invernal es el borde del pack de hielo. Algunos individuos se desplazan hacia el norte, existiendo registros en islas subantárticas y hasta en Tierra del Fuego.

La hembra es más grande que el macho, y hay registros de hembras de hasta 4 metros de largo y 450 kg de peso.

Los nacimientos de cachorros se dan sobre pequeños bandejones, y en zonas de la Península ocurren entre noviembre y diciembre.

Las hembras preñadas son las que más se internarían en el pack y lo harían para evitar las inestables condiciones del hielo con las crías recién nacidas.

Es probable que su lactancia no dure más de un mes. El cortejo y cópula serían bajo el agua, tras el destete del cachorro.

En promedio, alrededor de la mitad de la dieta de esta foca sería el krill. Pingüinos y focas, en especial las cangrejeras jovenes, son más predados en primavera y verano, mientras que peces y pulpos son alimento más secundario.

 

Los Lobos marinos – Los lobos de dos pelos

No tienen pabellones auditivos visibles y se arrastran para moverse fuera del agua. La posición de la cintura pélvica y el fémur les impide desplazarse sobre sus miembros posteriores. Su lactancia es muy breve. Las hembras no se alimentan en este período y ofrecen leche muy energética, perdiendo en consecuencia, muchas reservas. En tanto, los cachorros crecen muy rápido en esta etapa.


Forman densas colonias de reproducción en las islas Georgias, Sandwich, Orcadas y Shetland del Sur y se distribuye también hacia el sur en sectores oeste de la Península.

En las islas Georgias, los machos alcanzan la madurez sexual cuando tienen alrededor de diez años de edad, con unos 130 kg de peso; mientras que las hembras están en condiciones de procrear a los cinco años, cuando rondan los 40 kg.

A fines de octubre de cada año, los machos comienzan a establecer y defender territorios. Los primeros en llegar se sitúan cerca de la costa, mientras que los más retrasados deben internarse un poco más.

La agresión entre machos aumenta a medida que avanza la temporada y se incrementa la densidad de la colonia. Cada macho defiende un territorio de unos 20 m2 en los que mantendrán unas diez hembras, las que inician su llegada dos a tres semanas después que los machos.

 

Tras unas cinco semanas desde su arribo, los machos habrá copulado a sus hembras y retornarán al mar para recuperar energías.

Las hembras en tanto, dan a luz a poco de llegar y ya una semana después son copuladas. Maman a sus crías por períodos de entre 2 y 5 días, intercalados con viajes de alimentación en el mar de entre 3 y 6 días. Los cachorros pesan unos 6 kg al nacer y tras alrededor de 110 días de lactancia llegan a los 16 kg de peso. Al recibir comida en forma interrumpida, tienen un crecimiento relativamente lento. En las islas Georgias, los cachorros nacidos a fines de noviembre destetan recién a comienzos de marzo.

Al retornar de sus viajes de alimentación, la hembra emite sonidos para atraer a su cachorro. Pero en el trajín de la colonia, las cosas no son fáciles para los pequeños. Muchos no se reencuentran con sus madres y al tratar de mamar de otras hembras, pueden recibir ataques de muerte, o individuios macho pueden quitarles la vida, al aplastarlos por accidente.

A principios de mayo las últimas hembras y crías dejan las playas y se dispersan. El krill domina en la dieta de la hembra y, en especial fuera de la estación reproductiva, se suman también peces y calamares.

Sus profundidades de buceo se correlacionan con los patrones de migración del krill. A medida que progresa la noche y el krill migra a las capas superficiales, los lobos disminuyen su profundidad de buceo y aumenta la frecuencia de sus salidas.

 

 

LAS FOCAS

 

Son mamíferos carnívoros caracterizados por estar adaptados a la vida acuática (el cuerpo es fusiforme y las extremidades están transformadas en aletas-dedos largos y palmeados), con el cráneo más aplanado que los carnívoros, falta de clavícula, cola corta o rudimentaria y pabellones auriculares reducidos o atrofiados. La dentadura está adaptada para capturar presas viscosas como los peces y los cefalópodos. Tienen la caja torácica robusta y la cintura escapular más desarrollada que la pélvica. La musculatura de los orificios nasales y del oído externo permiten cerrar estas aberturas durante la inmersión. El pelaje es generalmente poco denso compuesto por una sola clase de pelo, corto, liso y fuerte, de color gris o amarillento irregularmente manchado o moteado. El aislamiento térmico depende fundamentalmente del grueso panículo adiposo que, además, contribuye a la flotabilidad. Tanto el respiratorio como el circulatorio están adaptados para soportar largos

 

Foca leopardo – Hydrurga leptonyx

 

Esta enorme foca recorre las zonas exteriores de los casquetes glaciales antárticos. De color gris oscuro con manchas más claras en la parte inferior, puede llegar a medir 3 m y pesar hasta 320 kg. Unos 500.000 ejemplares de estos animales agresivos y solitarios recorren las aguas del sur a la caza de pingüinos, pájaros, kril (pequeños crustáceos que integran el zooplacton) y elefantes marinos jóvenes.

Los mamíferos que frecuentan el antártico, están representados por el grupo de las focas y por el de los cetáceos.

La foca Leopardo es la más grande y esbelta de las focas de los hielos. De pelaje gris oscuro con manchas de color amarillo y plateado, crecen hasta unos 3 metros de longitud (excepto la hembra que es algo mayor) y suelen pesar incluso por encima de los 350 kilogramos; las hembras son a menudo un 10% más grandes que los machos. Las características de su cabeza sinuosa con muescas, hocico rasgado, cuerpo y cuello alargado, le dan un aspecto de reptil inconfundible.

La foca Leopardo es llamada así a causa del color de la piel y su naturaleza feroz y poderoso cazador. Su dentadura es muy fuerte, posee caninos largos y post-caninos tricúspideos, que le permiten atrapar y desgarrar a sus presas. Se alimentan generalmente en la superficie, y aunque parte de la dieta anual es a base de Krill son cazadores feroces, depredadores de pingüinos, aves voladoras y otras especies de focas. Con su agilidad es capaz de saltar fuera del agua y atrapar los pingüinos en sus propias colonias, arrastrándolos hacia el mar donde los devora. Cuando los cachorros del Lobo Antártico se arriesgan a nadar mar adentro, son presas fáciles de la foca Leopardo; cuando los atrapa los sacude violentamente sobre el agua para desgarrar piel y músculos; las aves como los petreles, gaviotas y golondrinas de mar, se benefician inmediatamente de la caza de la foca Leopardo, que ingieren los trozos de carne que despide en sus sacudidas. Esta voraz foca come la carne y vísceras, pero descarta la piel, que termina varada en la orilla de las playas.   La depredación de esta foca puede llegar a reducir en un 50% la producción de cachorros en una temporada. Los peces y calamares completan su dieta. Ocasionalmente puede atacar al hombre.

Es muy común verlas sobre los témpanos de hielo descansando plácidamente, y en general por todas partes del Océano Antártico, es la foca antártica de más amplia distribución. En invierno viajan en dirección al norte, y a menudo suelen ser vistas en las islas sub-antárticas mayores, como la isla Macquarie o isla Heard, e incluso tan lejos como el sur de Tasmania. En el agua nadan velozmente. Es solitaria y vive casi exclusivamente entre el hielo marino, sus cachorros no suelen ser vistos. Se intuye que cuando desaparece su actividad visible se está dedicando al apareamiento y cría.

 

 

LOS PINGÜINOS

Los antecesores de los pingüinos eran aves voladoras que se especializaron en el buceo, por ese motivo sus alas se parecen más bien a las aletas de otros vertebrados nadadores. La pérdida de la capacidad de volar y la atrofia de las alas se debe a su adaptación al medio acuático, en el cual se desenvuelven con verdadera maestría.

Los pingüinos son aves gregarias. Sus colonias están compuestas a menudo por cientos de miles de individuos, donde gritan con fuerza y sin cesar. Tanto en el mar como en tierra siempre se les observa en bandadas. Debido a su constitución adoptan en tierra una posición erguida, aunque pueden caminar, saltar y desplazarse sobre el abdomen, aprovechando las superficies heladas para deslizarse sin esfuerzo; para ello apoyan la zona ventral del cuerpo y se dan impulso con las alas y las patas.

En el agua su forma de propulsión es utilizando las alas a modo de aletas, que le permiten una agilidad excelente y velocidades de unos 40 km./hora. Mientras se desplaza en el agua lleva las patas extendidas hacia atrás usándolas como timón, con los que puede conseguir rápidos cambios de dirección en busca de su alimento.

En tierra adoptan una posición erguida y al andar necesitan pasar una pata por encima de la otra, que como son cortas y están en una posición muy atrasada, les obligan a un balanceo rotatorio. Pueden alcanzar, según la especie, entre 38 y 120 cm. de altura o más. Las más grandes como el pingüino Emperador pueden superar los 120 cm. Por el contrario, el más pequeño es el pingüino Azul de Australia y Nueva Zelanda, que mide unos 41 cm. e incluso menos.

Los pingüinos no tienen tipos específicos de plumas, como ocurre en la mayoría de las aves. Su cuerpo está cubierto casi de manera uniforme de pequeñas plumas que se asimilan a escamas. Mientras que la mayor parte de las aves emplean un periodo relativamente largo del año en cambiar el plumaje, los pingüinos sólo utilizan un breve intervalo de tiempo en mudar todas las plumas. Algunas especies incluso mudan el escudo del pico. Cuando un pingüino se encuentra en fase de muda su aspecto es muy deslucido e hinchado. En este periodo evita entrar al agua para alimentarse, sobre todo porque su cuerpo pierde las plumas en grandes superficies que reducen su natural protección; esta fase puede durar varias semanas.

Generalmente los pingüinos están muy bien adaptados a las temperaturas extremas. La mayor parte de ellos poseen patas, alas y cabeza bastante pequeñas. La superficie total del cuerpo es relativamente pequeña comparándola con el volumen del ave, lo que le proporciona una excelente conservación del calor. Además, muchos pingüinos poseen una capa de grasa bajo la piel que le sirve de aislante térmico. A pesar de todo, unas especies están mejor adaptadas que otras para afrontar las bajas temperaturas, el pingüino Emperador parece el mejor preparado.

 

Piguino Adelia – pygoscelis adeliae o el pájaro bobo

El Adelia es probablemente el pingüino más clásico. Pertenece al género más estudiado, habiendo recibido quizá la mayor atención de los biólogos en comparación con todas las demás especies. Mide unos 70 cm. de altura y pesa alrededor de 5,5 kilogramos; tiene la espalda y cabeza negra con un círculo blanco rodeando los ojos; el pecho blanco; el pico es corto y fuerte. La cabeza y patas son más cortas que los demás pingüinos que habitan hacia el norte, de esta forma consiguen reducir la pérdida de calor.

Habita el litoral del Continente Antártico e islas periféricas. Después de invernar en el hielo, regresan a tierra sólo a aparearse, generalmente antes de que los deshielos hayan comenzado. Esto suele ocurrir en el Continente, Península Antártica e islas del Mar de Scotia, Pedro I, Scott y Balleny. Frecuentemente, viajan a grandes distancias sobre el hielo marino en busca de tierra.

Se alimentan de pequeños peces y crustáceos. Skuas, Petreles y otras aves, son depredadoras incansables de sus huevos y polluelos, sin olvidar a la foca Leopardo que ataca igualmente a los adultos. Teniendo en consideración su dieta y  depredación, la densidad de población es de aproximadamente 2,5 millones, y parece mantenerse estable.

Durante la estación de apareamiento los pingüinos se concentran en grandes colonias donde se reúnen para reproducirse. Aunque pueden convivir juntas diferentes especies, lo habitual es que estén muy segregadas. Para llegar a los lugares preferentes de reproducción, los pingüinos siguen fielmente el camino de sus predecesores. Estas rutas son a veces realmente complicadas, y se pueden ver a lo largo de desoladas costas y zonas rocosas. Estas zonas se encuentran en muchas ocasiones a varios kilómetros del océano. Las áreas por donde pasan los pingüinos para incubar se encuentran generalmente muy desgastadas, formando senderos lisos y bien definidos, incluso en las rocas, barriendo los guijarros y gastando la vegetación desde la orilla hasta más de un kilómetro tierra adentro, tras el paso por esos lugares de incontables generaciones de aves.

La búsqueda de pareja supone un ritual de exhibiciones. Suelen emitir extraños gritos y según la especie braman, sacuden la cabeza o levantan las alas en sus llamadas. La forma de anidar varía según la especie. Mientras que algunos prefieren refugiarse en lugares abrigados como madrigueras o huecos en las rocas, otras ni siquiera construyen nido o incuban directamente a cielo abierto sobre piedras o palos amontonados. Los pingüinos Emperador y Rey, curiosamente, utilizan sus patas como soporte del único huevo que incuban acuclillándose sobre él para darle calor. Otras especies hacen hoyos para depositar los huevos formando rectángulo de 60 a 90 cm. de hondura, pero con forma de horno con entrada ancha y muy baja.

Los pingüinos suelen poner dos huevos parecidos a los de un ganso, el color es más bien entre blanco y verdoso con pecas pardas, y El proceso de encubación es mutuo ya que el macho participa a la vez en donde el llega primero y limpia el lugar de anidamiento del año anterior cuyo nido suele construir con guijarros. La hembra, a menudo una compañera de años previos, se une una semana más tarde. Después de que la hembra ha puesto sus dos huevos regresa al mar a alimentarse, el resto del tiempo la incubación la realiza el macho entre 30 y 37 días. Algunas especies son tan sociables que los huevos pueden llegar a cubrir por completo un espacio de terreno de 500×50 m. Se dan casos en los cuales los ejemplares más grandes adoptan por la fuerza los huevos de los más pequeños.

La incubación y alimentación de los polluelos es en general tarea de ambos sexos. El macho permanece cerca de la hembra y la reemplaza en el nido, asiduamente se dedica a cebar a la hembra y polluelos que reciben el alimento regurcitado de su estómago. En alguna especie como el pingüino Adelia, el macho suele ayunar durante las primeras dos semanas de incubación, permitiendo que la hembra acuda al mar a alimentarse. Se conocen casos en que el periodo de ayuno del macho abarca desde la defensa del territorio en que van a anidar, el de apareamiento, y el de incubación de los huevos. Cuando la hembra regresa al nido para tomar el relevo, el macho acude al mar (muchas veces a kilómetros del nido) para alimentarse y recuperar la grasa perdida. Al regresar al nido trae alimento en su estómago para los polluelos que van a salir, y que regurcitará en sus picos. Otras especies no experimentan ayunos tan arduos durante el periodo de reproducción. Las que anidan en zonas próximas al mar pueden desplazarse a diario en busca de comida.

Los polluelos de pingüino nacen cubiertos por un plumón grisáceo, o con dibujos blancos o grises suaves. Según las especies pueden permanecer confinados en el nido o madriguera durante todo el periodo que dure la anidación. Mientras tanto son alimentados  por sus progenitores.

Cuando los polluelos alcanzan un desarrollo en el que no necesitan vigilancia y atención constante, son agrupados en otras especies, en colonias, donde permanecen mientras los padres pescan. Al regreso, éstos son capaces de reconocer a sus polluelos entre grupos de miles de individuos; cuando son reconocidos, los polluelos realizan una carrera persiguiendo a uno de sus progenitores, que suele llegar cargado de comida; cuando se detiene regurcita la comida en el pico del polluelo, que ya ha sido digerido en parte. Cuando los jóvenes pingüinos han adquirido su primer plumaje, entran al mar y se buscan alimento por si mismos.

Los enemigos naturales de los pingüinos son las focas Leopardo, Orcas y ciertas aves como las Skuas, que roban los polluelos y los huevos. El hombre también infligió grandes masacres en la caza de estas aves, que los capturaba a miles por su grasa y piel. La inaccesibilidad de la región antártica y los tratados internacionales han contribuido a su preservación.

 

 

KRILL ANTÁRTICO

El Krill (del orden de las Euphausiaceas) es un pequeño crustáceo parecido a un camarón de unos 3 a 5 cm. de longitud, muy abundante en todas las aguas que circundan el Continente Austral. Es alimento fundamental de numerosas especies en el antártico. Una rotura en la cadena alimenticia, de la cual el Krill forma parte, podría tener consecuencias catastróficas en términos ecológicos. Es pues, un elemento estratégico en la biología antártica, constituyendo quizá uno de los eslabones más importantes de la Cadena Trófica.

Existen próximos a las 90 especies en el mundo, y sólo en el Antártico se estima una biomasa de Krill de 5.000.000 de toneladas. Los bancos de estos crustáceos suelen tener densidades de 20 kg. por m3.

Se alimentan filtrando con sus patas plumosas las diminutas diatomeas del agua. Emiten una luz azul verdosa que posiblemente les sirve para reunirse en el momento de desovar. Del Krill se alimentan peces, aves y muy especialmente las ballenas, las cuales pueden consumir dos toneladas de una vez. Según la especie, permanecen en superficie o bajan hasta profundidades de 2.000 m.

La dramática disminución de las ballenas, que ha colocado a varias especies al borde de la extinción, ha originado teóricamente un excedente en las poblaciones de krill. Sin embargo, este teórico exceso es probablemente ilusorio. Su explotación a gran escala es estudiado con interés por rusos y japoneses.

 

INSECTOS Y VIDA MICROSCOPICA

La vida en el clima extremo del Antártico es difícil de sustentar. Ningún animal terrestre vertebrado vive de forma permanente en el Continente, sólo algunas especies invertebradas son capaces de sobrevivir allí, y aún así, siempre fuera de las áreas libres de hielo. Unas 100 especies de invertebrados se han podido clasificar, la mayor parte de ellas son sumamente pequeñas o microscópicas, y casi todos insectos. Incluyen mosquitos, gusanos, arañas, pulgas o piojos. Algunos de estos animalillos viven entre los musgos, líquenes y bajo las piedras cercanas a las colonias de pájaros. Existen también muchas especies unicelulares llamadas protozoos, así como bacterias del suelo y del agua.

Los insectos de estas latitudes necesitan condiciones secas para sobrevivir; el agua de los cuerpos supone una amenaza para ellos que podría helar sus células a bajas temperaturas. Los insectos antárticos resuelven el problema de diferentes maneras. Algunos sueltan el agua en forma de gotas; otros evitan las heladas fabricando en la sangre un compuesto químico anti-hielo; otros se hielan, pero los cristales de hielo se forman entre las células, no dentro de ellas; muchos otros que no poseen capacidades biológicas para enfrentarse al hielo, adoptan funciones parasitarias uniéndose al cuerpo de otros animales para mantener su propia temperatura.

En cuanto a las bacterias, los Coccus son las más abundantes en la Antártida. Tienen forma redondeada y según los tipos de agrupaciones se definen como: Diplococos (Streptococcus pneumoniae), Estreptococos (en cadena, como la Streptococcus pyogenes), o Estafilococos si se asocian en forma de racimo de uva, como la Staphylococcus aureus. Existen también otras formas de bacterias más escasas como los Flavobacterium y los bacilos.

Según el medio en que se desarrollan las bacterias pueden ser Anaeróbicas, que no precisan de oxígeno para sobrevivir, como las que habitan los cadáveres de animales o restos de algas; o Termófilas, que requieren temperaturas elevadas para su normal desarrollo generalmente superiores a 45º C., como las encontradas en las calderas de Isla Decepción. Otras bacterias halladas en el Antártico poseen facultades para fijar el nitrógeno o reducir sulfatos. Las bacterias del agua juegan un papel importante en los ecosistemas marinos aunque están menos estudiadas.

 

 

Citar este texto en formato APA: _______. (2011). WEBSCOLAR. El ciclo trófico de la Antártida. https://www.webscolar.com/el-ciclo-trofico-de-la-antartida. Fecha de consulta: 21 de noviembre de 2024.

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