El Método de Montessori en el Lenguaje
Módulo de Lenguaje
Aunque en el método Montessori se promueve el lenguaje en todos los módulos, en el módulo de lenguaje la Doctora María Montessori enfatiza que el niño y la niña logran una mejor alfabetización mediante el empleo o la unión de varios sentidos a la vez. Es decir, que se plasma mejor el conocimiento en el inconsciente de los niños cuando éstos al mismo tiempo tocan, escuchan y ven las letras. También se promueve que el niño y la niña aprendan a leer primero y luego escribir para que así sean conscientes de lo que leen y escriben.
El desarrollo de esta área consiste en extender la habilidad del habla de todo niño, para incluir el funcionamiento con el lenguaje escrito.
En un ambiente Montessori hay 3 aspectos que consideramos para el desarrollo del lenguaje en los niños:
1. Auto-confianza – autoexpresión
Es importante conversar con los niños, pero lo más importante es cómo conversar con ellos. Lo debemos hacer escuchándolos y animándolos a expresarse poniendo atención y respeto por lo que dicen; de esta manera, estamos ayudándolos a que adquieran una sensación o sentimiento de auto-confianza. Necesitan descubrir que lo que nos comunican es importante para nosotros y que existe en esta relación una base de aceptación y respeto.
El niño aprenderá a expresar sus pensamientos de manera clara y precisa y se dará cuenta de que las palabras le ayudan a clasificar y a describir; aprenderá la secuencia de las palabras en una oración de manera correcta.
2. Enriquecimiento de vocabulario
Estudios psicológicos han demostrado que el niño, de una manera natural y sin que se le enseñe, aumenta su vocabulario de 100 a 200 palabras a los 2 años y a varios miles a los 6 años. Esto nos muestra la riqueza que tiene la mente del niño.
En Montessori ayudamos al niño a enriquecer su vocabulario a través de diversos materiales como: tarjetas con ilustraciones de diversos temas (botánica, zoología, geografía, etc.), mapas rompecabezas, formas geométricas, libros, etc. además de contar en el salón de clases con una gran variedad de objetos que estimulan el conocimiento de los mismos y su verbalización.
3. Lenguaje escrito y lectura
La escritura y la lectura son acciones muy complejas que requieren de una gran variedad de coordinaciones físicas y de habilidades mentales. Desde que el niño entra al ambiente (3 años) trabaja con el material de Vida Práctica y Sensorial, el cual está diseñado para que el niño, de forma indirecta, vaya desarrollando su coordinación muscular en la mano y dedos, así como interiorizando movimientos de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.
Alrededor de los 3 años y medio el niño empieza a trabajar, de forma más específica, en el proceso de la escritura. Este proceso se inicia con una preparación para la identificación de sonidos, para esto, utilizamos una presentación llamada “el juego de yo veo”, que consiste en identificar y reproducir el sonido inicial y final del nombre de un objeto que se pone a la vista del niño. Después, utilizamos “las letras de lija”, en donde el niño hace la asociación del fonema con su símbolo, a la vez, de que desarrolla la habilidad muscular para el trazo de las letras, ya que el niño sigue el contorno de las letras utilizando sus dedos índice y medio. Al utilizar este material, el niño utiliza, al mismo tiempo 3 canales preceptúales: tacto (al sentir en sus dedos la forma y secuencia del trazo de la letra), oído (se nombra el sonido de la letra al terminar de trazarla) y la vista, lo cual, enfatiza que el conocimiento llegue al niño de manera más fácil y segura.
Una vez que el niño conoce las letras y los fonemas (letras) puede empezar con la formación de pequeñas palabras utilizando el alfabeto móvil.
El proceso de la escritura consiste en escuchar y analizar la palabra hablada representando cada uno de sus fonemas con un signo gráfico (letra). Para lograr esto, el niño tiene que ser capaz de discriminar auditivamente entre los sonidos, aún con pocas diferencias, para que así pueda ir colocando correctamente los símbolos que formaran una palabra. Esto es un proceso de codificación.
En la escritura se parte del análisis de los sonidos a las letras y en la lectura de las letras a los sonidos (decodificación). De igual forma, ayudamos al niño al trazo de cada una de las letras, utilizando primero, pizarras lisas, luego con pizarras con rayas y doble raya para que el niño vaya delimitando el trazo de cada una de las letras.
Letra Cursiva
En Montessori iniciamos el proceso de la escritura utilizando la letra cursiva o manuscrita, por los siguientes aspectos:
- La letra cursiva sigue un proceso neuropsicológico compatible con el cuerpo, las “colas” de las letras permiten que sea algo fluido y continuo. En la letra cursiva el trazo central es el de la letra “c”, el 40% de todas las letras tienen a esta como base.
- Los trazos continuos repetidos dan sistematización. El componente neurofisiológico natural de iniciar, continuar y detenernos es lo que sigue. Lo más difícil del trazo es el momento del arranque y el momento de detenernos. Con la letra cursiva arrancamos al iniciar la palabra y nos detenemos al terminarla.
- Con la letra SCRIP empezamos y nos detenemos en cada letra, lo que hace al proceso, por lo menos, 3 veces más difícil.
- La letra SCRIP crea, en ocasiones, algo que se llama dislexia aparente, sobre todo en niños que tienen una pequeñísima deficiencia o desorganización.
- Con la letra SCRIP es más difícil marcar la separación de las palabras si todas las letras van separadas.
Lectura
El proceso de la lectura y el de la escritura son opuestos, mientras que en la escritura es codificación (análisis) en la lectura es decodificación (síntesis). Decodificar significa interpretar un código. La lectura es la reproducción de una serie de fonemas, los cuales han sido representados gráficamente, pero ahora están sintetizados en una palabra completa que significa algo. La lectura se logra aproximadamente 6 meses después de la escritura.
La lectura tiene 3 etapas:
- Etapa Mecánica o de Prelectura
Durante el periodo anterior, el niño se ha vuelto consciente del significado de los sonidos del lenguaje que se habla a su alrededor y ha conocido los símbolos de los sonidos. En esta etapa mostramos al niño un objeto o una figura que hace claro el significado de la palabra. El niño tiene que reconocer el sonido de cada una de las letras e irlas uniendo oralmente hasta pronunciar la palabra correctamente. En Montessori existen varias presentaciones que ayudan al niño a lograr este proceso. El aparato bucal está lo suficientemente desarrollado para permitir al niño una adecuada enunciación de los sonidos que forman a su vez palabras. El niño adquiere el tiempo y sintaxis adecuada de las palabras, lo cual proporciona al niño los medios para poder comunicar su mensaje a los demás. No solo palabras sino expresar todo un pensamiento.
- Etapa Interpretativa o de comprensión de la lectura
En esta etapa el lector “siente” el propósito de las palabras. Es la habilidad de comprender el estilo y términos específicos escritos por el autor.
- Etapa de Lectura Total
Se define como la habilidad de poder integrar totalmente la palabra escrita; el ser uno intelectualmente con el autor; abstraer aquello que lee, absorber y comprender los sentimientos del autor, sentir la construcción, comprender el estilo. Es un punto de arribo para cada individuo. Por lo tanto, en la enseñanza de la lectura, uno solo puede ofrecer al estudiante las herramientas que podrá utilizar para desarrollar esta habilidad. Así que la lectura es más que el descifrar palabras. Es una expresión directa de la comunicación verbal. El niño no aprende de repente a leer ni se le muestra automáticamente a hacerlo; más bien la lectura, es una serie de pasos de aprendizaje, cada uno de ellos siendo una extensión de una habilidad previa.
Un adulto que lee será siempre un niño que leyó.
El placer por la lectura se inicia muy temprano o no se da, por lo tanto, es en esta etapa en la que debemos empezar a trabajar para despertar el amor por la lectura que mas tarde convertía al niño en un lector asiduo y entusiasta.
Las actividades de lenguaje responden a una necesidad básica de los niños a esta edad. Las canciones, poemas, rimas, cuentos e historias están muy presentes en el día a día de un entorno Montessori. El placer por enriquecer nuestro lenguaje está siempre vigente. Una peculiaridad de este enfoque pedagógico es que, en la Casa de los Niños, el niño aprende a escribir antes que a leer. Los niños llevan un largo tiempo analizando los sonidos de las letras que van reconociendo fonéticamente. Además del juego del análisis de sonidos, hay muchas otras actividades- tanto en vida práctica como en sensorial- que preparan indirectamente el brazo y la mano al gesto del trazado de las letras, y los dedos a la sujeción del lápiz. Los símbolos del lenguaje escrito se exploran sensorialmente en el aula: se ven, se tocan y se oyen. Cuando el niño está listo, tiene todas las herramientas necesarias para empezar a formar palabras y frases.
La escritura está directamente relacionada con algo que se quiere comunicar. Ésta es la función primordial de la escritura, y así lo transmitimos al niño. Primero, los niños tienen la necesidad de comunicar lo que piensan, algo que quieren contar o un mensaje que le quieren escribir a alguien.
La lectura- entendida como la curiosidad por saber lo que otros piensan, lo que otros quieren comunicar… llegará más tarde. Llegará cuando uno ya haya podido expresar lo propio. Siempre partimos de uno mismo para luego podernos abrir al otro.
Citar este texto en formato APA: _______. (2014). WEBSCOLAR. El Método de Montessori en el Lenguaje. https://www.webscolar.com/el-metodo-de-montessori-en-el-lenguaje. Fecha de consulta: 23 de diciembre de 2024.