La orientación Educativa: su importancia en la educación
INTRODUCCION
La Orientación Educativa juega un papel importante en la educación, cada vez abarca más aspectos en los que se puede apoyar a los alumnos, no solamente en lo que concierne a lo vocacional, profesional o psicosocial, sino también al desarrollo personal del alumno.Para que toda Orientación Educativa funcione dentro de la escuela, debe existir el recurso humano capacitado para llevar a cabo las funciones correspondientes. Por tanto, los docentes deberán estar dispuestos y ser capaces de utilizar los datos para individualizar la instrucción; habrá que contar con especialistas para administrar e interpretar las individualizadas; y al personal directivo le tocará apoyar todo el esfuerzo común, coordinando la necesaria interacción entre docentes, especialistas y asesores.
Así, la función de la Orientación tiene por meta individualizar todos nuestros enfoques sobre la instrucción, la salud mental, la movilidad profesional y la madurez social; las técnicas a utilizar se derivan lógicamente de la función de las actividades mismas; entonces existe la posibilidad de consecuencias de disfunciones vinculadas con el modo en que estas actividades se incorporan a un programa total determinado.
La Orientación, dentro de las diferentes prácticas sociales que intervienen en el desarrollo humano y en los conflictos socio-personales, ha presentado, desde sus inicios hasta los actuales momentos, dificultad para su definición y para delimitar sus objetivos y funciones.
ORIENTACION EDUCATIVA
1. Objetivos de la intervención orientadora y tutorial
La orientación en la mayoría de las ocasiones se centra en ofrecer información al alumnado y realizar una valoración de sus capacidades e intereses, a través de pruebas estandarizadas, para concluir en un diagnóstico de cuáles son las mejores opciones para su futuro. Encontramos otro modelo de orientación donde se pretende preparar al alumnado para la adecuación de las demandas profesionales del mercado y colocarle en el mejor lugar de salida, adecuando el modelo a la competitividad del mercado. Entre los objetivos de la intervención y tutorial esta el de garantizar la educación integral del alumnado a través de la personalización del proceso educativo, especialmente en lo que se refiere a la adaptación de los procesos de enseñanza y aprendizaje a su singularidad y a la transición entre los distintas etapas y niveles en los que se articula el sistema educativo y el mundo laboral, y ofrecer, al conjunto de la comunidad educativa, asesoramiento colaborador y apoyo técnico especializado.
Además tiene como objetivo orientar para la vida. Se trata, por tanto, de un elemento básico para que el proceso educativo sea de calidad ya que va a permitir:
- Realizar un ajuste del currículum a la realidad del centro,
- Prevenir posibles dificultades de aprendizaje,
- Proporcionar al alumnado ayuda en el ámbito personal, académico y profesional.
Las funciones de orientación e intervención educativa de refuerzo o apoyo han de desarrollarse en el marco del currículo establecido. Desde esa concepción, tanto la tutoría como la orientación en general, e igualmente el apoyo educativo o la intervención psicopedagógica especializada a cargo del Departamento de Orientación, forman parte del currículo, del desarrollo curricular, entendido éste como oferta educativa integral, dirigida a todos los aspectos del aprendizaje y maduración de la personalidad de los alumnos, y, por ello mismo, además, oferta personalizada.
La tutoría es un componente esencial de la función docente, es el elemento individualizador e integrador de la educación. La función tutorial tiene como objetivo asegurar una educación integral y personalizada, y no un trasvase de conocimientos.
La tutoría hace énfasis en valores y actitudes considerando un alumnado concreto con capacidades, necesidades e intereses.
2. Funciones, estrategias y niveles de orientación
La orientación esta dividida por tres funciones que son las siguientes:
a. Función de información y asesoramiento.
La mayor parte de las veces la actuación orientadora consiste en facilitar al sujeto información (opciones a elegir, centros de estudios, materias a realizar, especializaciones, becas, requisitos de acceso a los centros, perspectivas de empleo, etc. Cuando al facilitar la información tenemos en cuenta la situación y características de los sujetos implícitamente estamos efectuando una valoración de los datos, lo que puede entenderse como asesoramiento. Informar y asesorar son dos temas que se implican mutuamente y, por tanto, es difícil establecer los límites entre ambas funciones. Tanto una como otra tratan de prestar al sujeto una ayuda que le facilite un mejor conocimiento y comprensión de su persona y lo que le rodea y, consecuentemente, la elección de opciones coherentes con su situación.
Esta ayuda que le presta el orientador será más eficaz en la medida que se realice adecuadamente, es decir, en la medida en que se efectúa con criterios técnicos. Para que esto sea posible el orientador debe dominar:
- Técnicas de información. Facilitar información es una de las tareas más importantes de la labor de un orientador escolar y, sin embargo, en numerosas ocasiones no se realiza o no se efectúa con todo el rigor que cabe esperar.
- Técnicas de asesoramiento. Normalmente la acción orientadora pretende ser intervencionista con el fin de producir cambios en la conducta. Sin embargo, lo que el sujeto reclama del orientador es que le escuche, que se ponga en su lugar, que se haga cargo de su situación.
- Técnicas terapéuticas psicológicas. Cuando el diagnóstico de la conducta a modificar pertenece al área psicológica, el orientador deberá saber qué tipo de terapia es más aconsejable para el caso.
- Técnicas para la toma de decisiones. En algunos casos, la actuación orientadora está comprometida ante situaciones en las que los sujetos tiene que tomar una opción.
b. Función terapéutica
Muchas veces el orientador identifica desde el primer momento qué tipo de conductas del alumno deben modificarse. En otras ocasiones sólo después de la fase exploratoria llega a detectar los problemas como casos que reclaman cambio. Tanto en un caso como en el otro, lo importante es introducir las estrategias oportunas que posibiliten ese cambio. EI orientador está seriamente comprometido en hacer posible esta modificación en las conductas. No puede detectar la Ilaga y no poner los remedios. Probablemente muchas veces no esté en su mano aplicar directamente la terapia apropiada al caso, pero siempre dependerá de él la selección de las estrategias y la orientación de los procesos intervinientes en la misma.
EI ejercicio de esta función terapéutica le exige al orientador un conocimiento de las técnicas correctivas apropiadas a cada caso y una destreza en aquellas que de forma específica le competen. A modo de clasificación se pueden agrupar estas técnicas en función de las cuatro áreas que hemos utilizado a la hora de sistematizar la fase de diagnóstico. No incluimos las qué hacen referencia a los aspectos somáticos, dado que es una competencia específica del personal sanitario.
Se hace hincapié en la necesidad de que se elija y aplique la terapia adecuada a cada caso. Para ello el orientador deberá estar informado de las diversas líneas de acción terapéutica desde el punto de vista psicológico y valorar la eficacia de cada una de ellas en función de los casos. Para realizar con éxito esta función, el orientador deberá conocer de una forma práctica -aunque no significa que las tenga que aplicarlas siguientes terapias:
- Terapia conductista (asertiva, aversiva, desensibilización sistemática, modelación, etc.
- Terapias psicoanalíticas (psicodrama, sociodrama, T-group, etcétera).
- Terapia rogeriana (centrada en el cliente, transaccional, gestal-Therapy, bioenergética, etc.
- Terapia racionalista o teórica (técnicas directivas y activa.
c. Función de investigación y evaluación.
No vamos a justificar la importancia y significación de esta función orientadora. Creemos que su denominación es suficientemente representativa del conjunto de actuaciones que en ella se aglutinan. No obstante, a efectos de sistematización hemos agrupado las diversas técnicas utilizadas en el ejercicio de esta tares en tres bloques, que a continuación comentamos:
- Técnicas de evaluación de los programas de orientación.Toda tarea o función debe someterse a control para valorar su eficacia. De igual modo, la acción orientadora, a través de procedimientos de investigación y evaluación, debe replantearse la valoración de sus programas y de sus instrumentos y técnicas específicas. Es un camino insoslayable que todo orientador debe atender en función de la eficacia de su propio trabajo. A través de técnicas de seguimiento de alumnos y estudios valorativos de sus programas de orientación, deberá asumir la autocrítica de su tarea como medio de perfeccionamiento y eficacia. Es el único modo de ofrecer una imagen realista del papel que juegan o pueden jugar los servicios de orientación en las instituciones educativas.
- Técnicas de evaluación de la institución escolar.La actividad orientadora se efectúa dentro de una comunidad educativa cuyas características peculiares facilitan o inhiben los resultados de los programas. Es necesario, por tanto, conocer la dinámica interna de las instituciones dadas sus implicaciones en esta tarea, especialmente en aquellas áreas donde su influencia es más patente. Esto exige al orientador el dominio de técnicas que le permitan diagnosticar el clima educativo del centro, la calidad de la enseñanza que se imparte, las principales áreas o fuentes del conflicto, el tipo de interacción profesor-alumno que se establece, los criterios de actuación pedagógica, la organización de las actividades de ocio, etc., con el fin de obtener la información necesaria para comprender el marco pedagógico donde se desarrolla su trabajo y contribuir a su perfeccionamiento.
- Técnicas de investigación.Finalmente, la investigación también debe estar presente en el ejercicio de la actividad orientadora. Es el único medio de profundizar y aportar soluciones a los diversos problemas que se generan a partir de !a actividad diaria (causas que determinan el fracaso escolar, ajuste entre predicciones y niveles de realización, influencias en las elecciones académico-profesionales de las expectativas familiares, etc.
Las estrategias para la orientación deben ser las siguientes:
Evaluación de la situación específica. La estrategia de apoyo opera más sobre la idea de trabajar con el profesorado de la escuela, e indirectamente con el alumno.
- El orientador debe dar a conocer a los profesores su disposición a trabajar de manera individual o colectiva sobre una problemática específica: la reprobación.
- Esta invitación se realizará de acuerdo al porcentaje de reprobación que tengan los profesores en sus grupos, con preferencia en dos situaciones: que la asignatura sea de importancia en la formación escolar (obligatoria), y atender primero a las de mayor índice de reprobación.
- Mediante un acerado entre el orientador y el profesor, se puntualizará un calendario de asesorías, el cual será de conocimiento con la autoridad correspondiente.
- En la primera asesoría el orientador pedirá al docente, exponga toda la situación escolar dentro del aula que, crea, son motivos de intervención porel índice de reprobación que este presentándose, así como la estrategia de enseñanza y de evaluación que implementa en su clase.
- El orientador evaluará las categorías mas importantes recogidas en la primera asesoría como son: estrategia de enseñanza, motivos de reprobación, evaluación, el desarrollo del programa de estudio de la asignatura; con la finalidad de proponer un “Plan de Trabajo” con el profesor (esta propuesta se hace en la segunda asesoría), que se puede ejecutar en varias asesorías establecidas.
- Las siguientes asesorías serán determinadas por el orientador-asesor y el asesorado-profesor de acuerdo a las consideraciones que se tenga respecto a la reprobación en la asignatura.
- Cuandoexistaunconjuntodeasignaturas,enlascondicionesmencionadas en el punto de dos de ésta estrategia, que pertenezcan a un mismo colegio, es necesario que el asesor-orientador (para agilizar su labor) realice la asesoría de manera grupal; y proponga un “Plan de Trabajo” en conjunto y en el caso que se considere necesario que lo sea individual.
- Finalmente,elasesor-orientadordebe realizar una constante evaluación del “Plan de Trabajo” que se haya puesto en marcha, con la finalidad de observar la pertinencia del mismo; por ejemplo: aplicando cuestionarios o encuestas, a los alumnos, con referencia a las estrategias planteadas al profesor.
Diseño de la estrategia de trabajo. Analizar la estructura de relación entre los profesores y los alumnos en una combinación diferenciada de roles y funciones que ha de verse de forma complementaria; que puedan ser motivo de exploración por su repercusión en la reprobación.Fomentar entre el profesorado un modelo de prevención de la reprobación, sin que se pierda el perfil de la formación académica que ha distinguido al bachillerato, es decir, un modelo que sea flexible a la diversidad de esta institución.
- Bajo estas dos líneas, el diseño de estrategias debe plantear objetivos claros, centrados en disminuir el índice de reprobación.
- El diseño de la estrategia de trabajo debe considerar dos estructuras: la primera es la forma en que se realiza la enseñanza de conocimientos en una asignatura (pues no es lo mismo el sistema pedagógico de enseñanza de Matemáticas con respecto a las de Historia aún y cuando ambas requieren el razonamiento lógico y la comprensión); y la segunda, derivada de la anterior, la evaluación que el profesor lleva a cabo, es decir, si hay compatibilidad entre lo que se enseña y lo que se evalúa.
- El diseño, que realice el orientador, debe tener como propósito crear en los profesores la capacidad para tomar decisiones sobre qué ofertar, cómo y para qué (en cuanto a los conocimientos de su asignatura); capacidad que es compartida con el apoyo de la institución y ejercida por todos los profesionales del campo educativo.
- Es necesario que la estrategia de trabajo sea flexible en cuanto a lo que se tiene planteado, pues pueden surgir variantes que no se tenían contempladas posterior al diseño, sin perder (claro está) de vista los objetivos planteados al inicio del mismo.
- Se tiene que poner el diseño a consideración del profesor para conocer, de lo propuesto, qué tareas está dispuesto a realizar y cuales no, en este sentido poder recibir que él las sugerencias que puedan surgir para mejorar el trabajo que realiza en clase.
- Finalmente, en la estrategia debe quedar especificado que el docente tiene el papel importante de guía dentro del aula, donde debe generarse una reflexión grupal en cuanto a los conocimientos, en el cual está apoyado por prácticas de campo, pudiendo así, generarse un aprendizaje individual y colectivo de forma significativa de los contenidos.
Con estas dos estrategias, se pretende que la Orientación Educativa funja papeles que siempre han quedado como meros propósitos; que ante la adversidad que presenta el sector educativo medio superior, sea un área de apoyo integral comprometida con el desarrollo colectivo de la institución y así complementar las dos etapas necesarias: la organizativa (indirecta al alumno), y la asesoría individual y terapéutica (directa al alumno); es decir, desarrollar un trabajo psicopedagógico.
La orientación educativa tiene dos dimensiones:
- Teórica: es una fundamentación científica de la práctica orientadora;
- Práctica: ayuda a identificar y a aplicar la modalidad de orientación más aconsejable en cada caso. Se realiza en forma de “intervenciones orientadoras”. Por medio de ellas se promueve el perfeccionamiento de una persona determinada en situaciones concretas, de acuerdo con sus necesidades, durante un tiempo determinado, mediante Programas y actividades, con propósito preventivo o correctivo.
3. Orientación escolar
La orientación escolar es un proceso por el que se ayuda a los individuos a lograr la comprensión y dirección de sí mismos, necesarias para conseguir una adaptación máxima a la escuela, el hogar y la comunidad. Para alcanzar este objetivo, el programa escolar de orientación debe incluir el estudio sistemático y completo de sus alumnos; proporcionarles una amplia variedad de información acerca de sí mismos y de sus oportunidades educacionales, profesionales y sociales; ofrecerles la oportunidad de recibir ayuda individual a través del asesoramiento; y prestar servicios de carácter informativo, formativo e indagatorio al personal de la escuela, a los padres y a los organismos oficiales de la comunidad con el objeto de auxiliarles en la tarea de satisfacer las necesidades de estos alumnos. En la actualidad, la orientación puede ser considerada como una síntesis de muchos servicios y funciones. Estos servicios y funciones son importantes desde el principio hasta el fin de la experiencia escolar del estudiante; pero la importancia concedida a cada uno de ellos variará a medida que varíen las necesidades del estudiante.
Según Frank W. Miller, los principios generales de la orientación son siete:
- La orientación es para todos los alumnos.
- La orientación es para los alumnos de todas las edades.
- La orientación debe abarcar todos los aspectos del desarrollo del alumno.
- La orientación alienta el descubrimiento y desarrollo de uno mismo.
- La orientación debe ser una tarea cooperativa en la que se comprometan el alumno, el padre, el profesor, el director y el orientador.
- La orientación debe ser considerada como una parte principal del proceso total de la educación.
- La orientación debe ser responsable ante el individuo y la sociedad.
Hoy, la Orientación Escolar, nos enfrenta a diversos desafíos y nuevas actividades; además de “obligarnos” a reconceptualizar nuestro rol e identidad profesional.
La orientación escolar no se limita a la problemática estudiantil; no se reduce a la orientación del estudiante, sino que busca la mejora total de la persona que estudia. Al proponerse que el alumno madure y se realice como persona se convierte en orientación educativa.
4. Modalidades y técnicas de orientación
Es evidente que el orientador escolar utiliza diversas técnicas e instrumentos para realizar su tarea. Constituyen sus herramientas de trabajo con las que debe afrontar la variedad y complejidad de problemas escolares a los que debe prestar atención y aportar soluciones legítimas y eficaces. Parece, pues, apropiado replantear esta temática en todo estudio sobre esta profesión ya que el dominio de estos soportes instrumentales con- figura el carácter específico de esta función y la distingue de otras intervenciones no técnicas.
La primera tarea que debe efectuar un orientador escolar cuando solicita su colaboración un miembro de la comunidad educativa es delimitar de qué tipo de “caso” se trata.
Desde nuestro punto de vista la actuación del orientador en esta fase exige la concurrencia de tres tipos de técnicas:
a. Técnicas de recogida de información.
Inicialmente el orientador necesita ampliar la información sobre el caso. Para ello debe partir de una actitud indagadora, de una fase de exploración sin hipótesis previas a partir de la cual clarifique su conocimiento de la situación. Aunque en esta recogida de información se pueden utilizar diversos medios, en fa práctica, se suele centrar en tres procedimientos: los historiales del sujeto, los informes que facilitan padres, profesores y compañeros y los datos que facilita el propio sujeto a través de la entrevista o exploración inicial.
b. Técnicas diferenciales para la identificación del caso y la elección del modelo de orientación
Una vez que el orientador cuenta con mayor información debe efectuar una primera aproximación – evaluación del problema. Esencialmente tiene que identificar de qué tipo de caso se trata falta de madurez, inadaptación, ineptitud, bajo rendimiento, anomalías específicas, etc.) y cuál sería la orientación o tratamiento más oportuno. Para ello utiliza técnicas diferenciales que le permiten situar cada problema dentro de unas coordenadas tipológicas y consecuentemente elegir el tipo de tratamiento adecuado. Este es un punto esencial en la orientación. Problemas distintos exigen tratamientos distintos y el orientador debe saber seleccionar/acomodar sus procedimientos de actuación a las características de cada caso específico.
En la práctica esta exigencia de adecuación o ajuste al caso no es posible si el orientador no parte de una postura ecléctica que le permita juzgar la situación ateniéndose estrictamente a las variables intervinientes y optar por el modelo que desde un punto de vista funcional parece el más razonable y adecuado a la situación. Esta actitud comprensiva es ciertamente difícil dado que cada orientador tiende a valorar los hechos desde su óptica particular, desde su filosofía peculiar que tipifica las conductas en función de determinadas teorías de la personalidad supeditadas, a su vez, a concepciones concretas de la naturaleza humana. Sin embargo en orientación no caben los ideologismos ni las posturas unilaterales. Sólo a partir de la experiencia y el buen hacer del profesional podrá aplicarse el adecuado enfoque y tratamiento a cada caso y consecuentemente mantener una esperanza razonable de éxito.
c.Técnicas de planificación del proceso orientador.
Una vez que el orientador tiene una primera impresión del caso y ha elegido el modelo a seguir, deberá determinar los objetivos y procedimientos de su actuación. Para ello debe elaborar un plan del proceso orientador en el que necesariamente se detallen el tipo de funciones a realizar, las técnicas a utilizar, la temporalización de las actuaciones, la previsión de medios necesarios, etc. Se trata, pues, de una clarificación de las metas específicas del asesoramiento que conlleva la elaboración de un plan en el que se delimitan sus actuaciones/intervenciones específicas.
En este diseño necesariamente deberá tener en cuenta las técnicas de planificación y gestión habitualmente utilizadas en relaciones humanas que le faciliten una mejor relación con el sujeto y una mayor eficacia en la tarea. Según Tyler es la parte más difícil de nuestra tarea; la etapa que exige de nosotros la más intensa concentración. Cada persona y cada problema constituye para nosotros una nueva aventura en la comprensión.
Las características que inciden en esta reflexión previa y el hecho de que la información recabada no parta exclusivamente de la refacción interpersonal orientador – sujeto, aconseja que se denomine esta etapa como exploración o evaluación inicial en vez de la clásica de entrevista.
En la mayoría de los casos, como la evaluación inicial es insuficiente para detectar la verdadera dimensión del problema y su etiología, es necesario proceder a una fase de exploración más compleja que nos facilite criterios certeros para efectuar un adecuado diagnóstico de lo que le sucede al sujeto y por qué.
EI conjunto de técnicas utilizadas en el conocimiento de los aspectossomáticos del individuo pueden agruparse en tres categorías:
- Técnicas psicofisiológicas. Se basan en parámetros estrictamente fisiológicos – a nivel neuronal o comportamental- que se apoyan en registros objetivos (presión arterial, electros, nivel de salivación, etc.) y en el uso de drogas, a través de los cuales pretenden detectar las causas de la variabilidad de los comportamientos. Son útiles especialmente en el caso de sujetos con alteraciones graves (parálisis, disfunciones cerebrales, anomalías psíquicas, etc.).
- Técnicas de estimación clínica. Son procedimientos que sirven para detectar aspectos del área somática difícilmente objetivables y que tienen una acusada importancia en la conducta del sujeto (estado físico general, nivel de desarrollo, nutrición, etc.). Normalmente es- tos indicadores u observaciones clínicas son estimadas a través de la relación directa con el médico.
- Técnicas para detectar anomalías específicas. Se utilizan cuando el diagnóstico se orienta a detectar supuestas anomalías específicas -visuales, auditivas, psicomotoras, etc.- de las que se sospecha como causa fundamental del trastorno o problema a tratar.Superado ya el enfoque clásico que aglutinaba las técnicas de diagnóstico psicológico en dos planos -inteligencia y personalidad- en la actualidad se propugnan criterios de agrupamiento en función de las diversas concepciones o teorías psicológicas, aduciendo que cada uno de estos modelos ofrece suficientes puntos de referencia para un diagnóstico global del individuo. De ahí que en la bibliografía reciente se utilice este criterio de clasificación o agrupamiento, siguiendo las principales orientaciones de la psicología actual, que aglutina las diversas técnicas en cuatro bloques:
- Técnicas psicométricas. Se agrupan en este epígrafe todas aquellas técnicas que utilizan en el diagnóstico fundamentalmente tests psicométricos, es decir, pruebas de evaluación elaboradas a partir de procedimientos estadísticos basados en estrategias empíricas y factoriales. En este grupo se incluyen toda la variedad de tests de inteligencia, factoriales, aptitudinales, etc. que últimamente ha invadido el mercado psicológico ofreciendo medios de diagnóstico cada vez más elaborados, a pesar de que su utilidad es dudosa gran número de veces. Las dificultades inherentes a la construcción de estos instrumentos y las limitaciones en su aplicación normativa hacen que esta línea de exploración sea una de las más controvertidas.
- Técnicas proyectivas. Este tipo de técnicas hacen referencia a procedimientos de exploración donde el sujeto a partir de una situación dada tiene que organizar el campo, interpretar el material y reaccionar frente a él de manera valorativa. Tanto las situaciones como el material que se utilizan son muy diversos y en su construcción, aunque algunas parten de criterios empíricos, en general todas ellas se apoyan sobre bases psicodinámicas. La gama de técnicas que se pueden aglutinar bajo este título son muy diversas ya que el criterio dinámico está presente tanto en técnicas que utilizan soportes como el T.A.T., como en aquellas otras que parten de situaciones -Sociodrama- o de relatos verbales (Fábulas de Deus, Frases incompletas de Rotter, etc.).
- Técnicas conductuales. La corriente conductista ha impuesto una línea de exploración orientada a identificar las variables organísmicas y ambientales que mantienen en el sujeto una determinada línea de conducta sobre la que se pretende actuar. Generalmente parten de instrumentos elaborados sobre criterios -no de normas- y sus diferencias con los métodos psicométricos son más bien conceptuales que metodológicas. En este grupo se incluyen técnicas de estimación objetiva de la conducta basadas en registros de respuestas a través de aparatos, y aquellas otras que parten de la observación conductual. A pesar de las resistencias que inicialmente se oponen al análisis funcional de la conducta constituye una línea de exploración de la que cabe esperar aportaciones interesantes en el futuro.
- Técnicas subjetivas. Se agrupan en este bloque todas aquellas técnicas donde el diagnóstico se efectúa a partir de la información que facilitan los propios sujetos a través de medios no estandarizados y cuya interpretación no es objetiva. A pesar de que el soporte teórico que propugna esta línea de exploración es muy diverso, ya que recurren a estas técnicas tanto los cognitivistas como los existencialistas, se pueden sistematizar los procedimientos utilizados en tres grupos o apartados específicos:
- Técnicas de entrevista, cuando el sujeto facilita la información directamente a través de la conversación,
- Técnicas de análisis de contenido, utilizadas para evaluar informaciones sobre el sujeto obtenidas por medios indirectos (diarios, autobiografías, composiciones, etc.) y
- Técnicas específicas (Diferencial semántico de OSGOOD, REP de KELLY, Técnica Q-Sort, etc.) a partir de las cuales se pueden obtener indicadores útiles parael diagnóstico de algunos aspectos de la personalidad.
5. Orientación individual
La orientación individual es definida como la acción de acompañar, apoyar y ofrecer un seguimiento individual a cada alumno, con el propósito de orientarlo en el desarrollo evolutivo integral como persona, abarcando los ámbitos de personalidad, relaciones interpersonales, familiares, inserción social, estilo de trabajo y jerarquía de valores.
Entre los elementos implicados en esta orientación están contemplar la programación de experiencias significativas de manera sistemática y progresiva de tipo grupal e individual.
Este tipo de orientación tiene como finalidad personalizar la relación educativa favoreciendo el conocimiento profundo del alumno y de sus circunstancias.
La orientación individual requiere atención y sensibilidad de parte del maestro el conocimiento de las técnicas y actitudes que le ayudaran a establecer una mejor comunicación con sus alumnos. Al hablar de servicios de orientación a individuos, nos referimos especialmente a las entrevistas individuales, pero ya no con el propósito de obtener información solamente, sino con el principal objetivo de dar información y de influencias, actitudes e inclinaciones; en efecto, la entrevista individual es una de las maneras de orientar, vocacional y educacional y emocionalmente a los educandos.
El maestro debe saber cómo observar a los alumnos, como escucharlos con atención, como reflejar los sentimientos para favorecer la comunicación de los mismos, como realizar una entrevista procurando que se den las condiciones que favorecen la comunicación, cuales datos acerca del alumno deben ser registrados y acumulados.La actitud orientadora que asume el maestro, está influida por el concepto que tiene de lo que Orientación, por su nivel de autoestima y por sus valores, creencia y necesidades. El maestro – orientador debe saber escuchar y dirigir su atención hacia la detección de las necesidades de sus alumnos, sentir por ellos un interés genuino, comprendiéndoles y demostrándoles esa comprensión, pero sin verse emocionalmente involucrado en sus problemas.
El propósito principal se puede resumir en 4 puntos:
- Colocar al individuo en una situación capaz de evaluarse a sí mismo y evaluar las oportunidades educacionales de que pueda hacer uso para desenvolverse;
- Colocar al individuo en una situación capaz de hacer una inteligente decisión;
- Colocar al individuo en una position capaz de aceptar responsabilidades después de tomadas las decisiones;
- Poner al individuo en una situación capaz de iniciar un programa de acción y progresar en el
Al adaptar las actividades de la clase a las diferencias individuales, el maestro-orientador, con el objeto de dar a cada alumno la educación que necesita de acuerdo con sus potencialidades y limitaciones, se hace prácticamente la orientación escolar, pues de nada vale aplicar técnicas con el objeto de saber algo al respecto de los educandos si no se usan estos conocimientos con propósitos educativos.
Truax y Carkhluff recopilaron información acerca de la importancia de las características de empatía, afecto no posesivo y genuidad, para la orientación tanto de grupo como individual y aseguran que estas tres cualidades pueden adquirirse y mejorarse, mediante adiestramiento especifico.
CONCLUSIONES
Por medio de la realización de este trabajo se ha podido obtener las siguientes conclusiones:
- Es de suma importancia los objetivos de la intervención orientadora ya que en la actualidad se da una tendencia creciente a desarrollar esta labor a través de programas de intervención, habitualmente de carácter correctivo en nuestro jóvenes.
- Los principios de la orientación e intervención educativa deben estar regidos por una serie de objetivos que ayuden a diseñar planes de trabajo de los orientadores dentro de los centros educativos.
- Las funciones de intervención orientadora y tutorial no solo abarca la función de intervención sino queengloba otras expresiones como diseñar, desarrollar o participar, y prácticamente abarca todos los contenidos citados y se dirige a los destinatarios típicos de la orientación, alumnos individualmente y como grupo.
- La Orientación Educativa se ubica tanto en el campo profesional de la Educación como en el de las profesiones de ayuda. Por lo tanto, el desempeño profesional de la Orientación Educativa se ubica en el escenario escolar, manejando teorías y estrategias pedagógicas y psicológicas, así como también, teorías y estrategias sociales y grupales.
- La revisión de las áreas y niveles de intervención, así como de las perspectivas de la orientación educativa se hace necesaria para entender el por qué de la dificultad para delimitar las funciones del orientador y el tutordentro del proceso de “acompañamiento” de los alumnos.
- Es importante replantear las funciones del tutor en cada institución educativa, en base a los apoyos con que cuente cada institución, en particular aquellos apoyos relacionados con la existencia o no de un área o departamento de Orientación Educativa o Psicopedagogía.
- A mi juicio los orientadores, aún preocupándose en términos absolutos sobre todo de las cuestiones relativas a la organización y coordinación de la orientación educativa en sus centros, siguen debatiéndose entre la intervención directa sobre los destinatarios típicos de la orientación, ya sea a través de la evaluación y el consejo individual, ya sea a través de programas, y la intervención indirecta propia del asesoramiento, ya como consulta experta, ya como asesoramiento de carácter colaborativo.
- La orientación educativa se apoya básicamente en la tutoría, pero no se agotan en ella, sino que para fomentarlas y potenciarlas se cuenta con otros departamentos como la plasmación organizativa y la garantía práctica del principio, según el cual, la orientación escolar forma parte esencial de la actividad educativa.
- La orientación educativa individual es un proceso que debe estar presente desde la incorporación de los sujetos al sistema educativo, en la etapa de Educación Primaria y que les ha de acompañar a lo largo de su vida contribuyendo a su éxito personal, académico y profesional.
- El tutor debe estar preparado para utilizar las metodologías de forma adecuada ante sus alumnos para guiarlos y orientarlos de manera de obtener resultados satisfactorios y así lograr los objetivos propuestos.
RECOMENDACIONES
- Capacitar a los alumnos en esta carrera utilizando las estrategias y metodologías al así al terminar la carrera saben como utilizar estas herramientas en el campo laboral.
- Proponer seminarios y conferencias en donde ayuden a los futuros profesionales a practicar las diversas situaciones que podrán ver en el campo laboral.
- Tomar conciencia de la orientación educativa, para que adquieran un real compromiso ante sus estudiantes, de modo que aumente su compromiso en su labor diaria.
- Cambias las actitudes con respecto a la integración de la orientación educativa en el aula, ya que son los encargados de promover una imagen positiva ante sus estudiantes.
- Participar activamente y trabajar en conjunto para relacionar la orientación con las necesidades de la educación presentada en cada nivel.
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ANEXO
La tutoría es un componente esencial de la función docente, es el elemento individualizador e integrador de la educación.
La tutoría hace énfasis en valores y actitudes considerando un alumnado concreto con capacidades, necesidades e intereses.
La orientación individual es definida como la acción de acompañar, apoyar y ofrecer un seguimiento individual a cada alumno, con el propósito de orientarlo en el desarrollo evolutivo integral como persona
Citar este texto en formato APA: _______. (2014). WEBSCOLAR. La orientación Educativa: su importancia en la educación. https://www.webscolar.com/la-orientacion-educativa-su-importancia-en-la-educacion. Fecha de consulta: 22 de noviembre de 2024.