La transición entre escuela y hogar
INTRODUCCION
Todos los estudiantes deben seguir un progreso fluido para entrar, avanzar y salir del sistema educativo formal. Cualquier barrera en las etapas clave de transición ha de ser identificada y removida. La primera transición se produce entre el hogar y la escuela. Una transición fluida en esta etapa puede depender de una intervención temprana, la participación de la familia y la colaboración entre distintas instituciones.
Las transiciones durante el período de la educación obligatoria exigen la remoción de barreras estructurales, tales como procedimientos de evaluación rígidos y la repetición de grados. El establecer vías de comunicación fluidas con la escuela de su hijo/a, en especial con el maestro de la clase y los para profesionales, para así estar seguro de que se le informará todo lo que ocurra durante el tiempo que no comparta con su hijo/a. Es a través de este flujo de comunicación que los padres pueden participar en lo que sucede en la vida de su hijo/a cuando pasa a formar parte de un nuevo contexto educativo.
Las experiencias educativas tempranas pueden tener un gran impacto sobre la forma en que los niños perciben el aprendizaje en sí mismo a lo largo de la vida, es importante lograr que la vivencia escolar sea lo más positiva posible tanto para usted como para su hijo/a. Antes de la transición, familiarícese lo más posible acerca de lo que sucede en la escuela de su hijo/a. Para que la transición a la nueva situación sea lo más natural posible, se pueden aliviar los sentimientos de ansiedad y expectativa si se visita el salón de clases, si se conoce al futuro maestro(s) y si se logra comprender las opciones educativas.
En este trabajo veremos algunos de los aspectos fundamentales de esta transición que presentan todos los niños en este momento.
TRANSICION ENTRE ESCUELA Y HOGAR
Un sistema educativo de calidad implica una transición fluida para todos los estudiantes entre las diferentes etapas de su educación. Idealmente, todos los estudiantes, cualesquiera que sean sus diferencias, dificultades o discapacidades deberían poder entrar al sistema educativo cuando son niños, progresar por sus distintas etapas o niveles y acceder a una vida adulta significativa y útil. Esto significa que cualquier barrera que exista en las etapas clave de transición ha de ser identificada, removida o minimizada. Estas etapas clave son: la transición del hogar a la escuela, la transición entre las etapas o ciclos escolares, y la transición entre la escuela, un aprendizaje continuo durante la vida y el mundo del trabajo.
Enfrentar estas barreras, por otro lado, es una forma en la cual la educación inclusiva puede pernear a todo el sistema educativo.
A. ELEMENTOS QUE INFLUYEN EN LA TRANSICION
Los factores que contribuyen y definen el “apresto escolar” estarían constituidos por los primeros signos de habilidad cognitiva y de madurez, así como las habilidades sociales relacionadas al trabajo y aprendizaje y destrezas auto regulatorias. La edad de los niños también es un indicador de preparación escolar en lo que se refiere al grado de la madurez observada en el campo auto regulatorio, social y cognitivo. No obstante, la edad en sí misma no representa un predictor confiable del éxito escolar posterior.
Existen otros factores que pueden influir en el éxito de los niños en la escuela y la vida adulta, tales como sus rasgos de personalidad, sus antecedentes familiares, el ambiente en el cual el niño fue cuidado anteriormente, y el tipo de relaciones con sus educadores y pares. Estas categorías parecen funcionar de acuerdo a una modalidad transaccional (por ejemplo, bidireccional) e interactiva (multiplicativa), más que a una lógica aditiva. Es así que los niños cargan con sus propias características personales, como género, edad, capacidades, lenguaje, experiencias anteriores y disposiciones conductuales (por ejemplo, agresividad, capacidades auto regulatorias, sociabilidad y reducción de la ansiedad), que pueden afectar la forma en que se relaciona con sus compañeros, profesores y el ambiente escolar. A su vez, el tipo de relación que el niño crea con sus educadores y pares brinda una contribución independiente a su adaptación escolar y psicológica, además de las disposiciones cognitivas y conductuales de éstos.
Una larga exposición a experiencias negativas (por ejemplo rechazo/victimización de los pares o educadores, aislamiento) o a aspectos positivos de estas relaciones sociales (aceptación del grupo de pares) tiene mayores consecuencias para la adaptación escolar y psicológica de los niños que la exposición transitoria.
Asimismo, los padres también tienen un papel que desempeñar cuando determinan si su hijo está preparado o no para ingresar a la escuela. La calidad del vínculo padres-hijo, especialmente la sensibilidad parental y la estimulación, guarda una correlación clara y frecuentemente confirmada, con el éxito escolar temprano, ya sea como un determinante principal, o como un factor protector. Existen también investigaciones que demuestran que las características del ambiente del centro de cuidado diario del niño afectan directamente la transición y su adaptación a la escuela.
Estos efectos aparecen incluso más agudizados entre los niños expuestos a condiciones de alto riesgo. Los programas basados en principios como atención de calidad, mayor capacitación del personal encargado del cuidado de los niños y menor cantidad de niños por programa contribuyen positivamente a su preparación escolar. Las necesidades educativas y la capacidad del niño beneficiarse de la escuela dependen del tipo de centros educacionales que van encontrando a medida que se trasladan del hogar a la escuela y luego de curso en curso, en los distintos niveles de enseñanza. Las escuelas y comunidades también contribuyen significativamente al vínculo de los niños con la escuela, tanto en su proceso de transición como en la participación escolar posterior.
B. ESTRATEGIAS PARA FOMENTAR LA TRANSICION
1. La transición del hogar a la escuela
La primera transición que enfrentan los niños y niñas ocurre cuando llegan a la edad de ingresar al jardín infantil o la escuela. Esta es una etapa crucial que debe manejarse bien. En algunos casos, puede ser necesario ofrecer apoyo al niño o niña, a su familia y a la escuela, de modo que el niño o niña experimenten una transición suave al sistema educativo.
Los apoyos claves que deben organizarse son:
a. Una identificación e intervención temprana
La identificación de niños o niñas que podrían experimentar dificultades de aprendizaje no es un fin en sí misma, sino que ha de conducir a intervenciones que promuevan el máximo de aprendizaje y desarrollo social en el infante antes de su ingreso a la educación formal. Estas intervenciones pueden tener lugar en el hogar, en un jardín o programa de la primera infancia, o en ambos contextos. La importancia de una intervención temprana ha llevado a muchos países a concebir la etapa de preescolar como una etapa integral del sistema educativo. Esto requiere a menudo una alianza entre el estado y voluntarios o proveedores del sector privado.Los profesionales de intervención temprana apoyan el desarrollo de los niños, y trabajan con los padres para que estimulen el desarrollo del lenguaje, provean buena nutrición, y aprendan técnicas efectivas de manejo de la conducta no punitiva. También ofrecen oportunidades de jardín infantil y de descanso que permiten a los niños y niñas familiarizarse con otros niños y niñas en contextos sociales.
b. La participación de la familia
Tal como se muestra en los ejemplos anteriores, la participación de los padres, la familia y la comunidad más amplia es crucial en la intervención temprana.
Esto obedece a cuatro razones:
- Las familias (particularmente los padres) tienen el mayor contacto con los niños o niñas durante los primeros años y son sus educadores más efectivos.
- Las familias pueden necesitar apoyo para identificar y valorar las fortalezas de su hijo o hija.
- Es necesario alentar a la familias para que vean la importancia de la educación preescolar. En algunas situaciones, las familias no comprenden que su hijo o hija puede necesitar algunas intervenciones específicas, o lo sobreprotegen. Es fundamental asegurarles que su hijo o hija se beneficiará experimentando nuevas situaciones sociales y que no correrá riesgos si relajan un poco su protección.
- El apoyo de las familias en esta etapa inicial constituye un valioso recurso durante toda su educación.
Las familias mismas necesitarán apoyo si están luchando contra sus propias desventajas o si están criando solas un hijo o hija con discapacidades severas de manera aislada. Es difícil que ese niño o niña tenga una transición adecuada la escuela si, aparentemente, la familia está sufriendo dificultades insuperables.
Cada una de las estrategias escogidas constituye una respuesta diferente a la participación de las familias y cada una es apropiada en su contexto. Sin embargo, todos comparten el hecho que las familias están estrechamente vinculadas a las respuestas que se dan para satisfacer las necesidades de sus hijos e hijas. Pero, sobre todo, es importante destacar que el apoyo a la familia es tan importante como el apoyo a sus hijos.
c. La colaboración interinstitucional
La intervención temprana y la facilitación de los lazos entre el hogar y la escuela precisa, generalmente, un enfoque de colaboración entre diferentes instancias u organismos. Por ejemplo, la identificación temprana de los niños y niñas con discapacidad normalmente es función de los profesionales de la salud, al igual que la identificación de los niños y niñas que viven en condiciones de desventaja socioeconómica es función de los trabajadores sociales.
A menudo también las intervenciones exigen las competencias de una variedad de disciplinas. Por lo tanto, en algunos países se han organizado equipos multidisciplinarios de intervención temprana que pueden enfrentar todas las problemáticas asociadas al desarrollo temprano de los niños y niñas de manera integral.Los niños son derivados a los equipos por los jardines infantiles, trabajadores sociales y de la salud, sacerdotes u otras personas. Se asigna un profesional para trabajar con cada niño, que es apoyado por otros miembros del equipo, ya sea a nivel local o central, y el equipo puede derivar a otros especialistas cuando es necesario.
Una característica importante de este enfoque es la designación de un solo miembro del equipo a cargo de cada caso como principal punto de contacto entre la familia y los servicios. La experiencia de las familias es que generalmente tienen que lidiar con un gran número de intervenciones profesionales descoordinados y/o se encuentran solos a la hora desenredar la maraña de servicios disponibles. Un trabajador asignado al caso que pueda coordinar estas intervenciones es, por tanto, un apoyo importante. Este profesional también puede actuar en representación del niño o niña y su familia frente a otros profesionales y, en particular, puede ayudar a facilitar la transición a la escuela.
d. La transferencia de información
Un aspecto crucial de una transición exitosa durante los primeros años es la transferencia de información del hogar a la escuela. En parte, esto significa asegurar que la escuela conozca las características y necesidades del niño o niña y que la familia sea capaz de traspasar lo que sabe acerca de él o ella. Sin embargo, esto también significa desarrollar un programa de transición apropiado que prepare al niño o niña, a su familia y a los maestros para el inicio de la escuela.
Es común que el maestro de la escuela básica visite al niño en su hogar y/o su jardín infantil para observarlo en su interacción con sus pares. Los padres, junto a su hijo o hija, son invitados a la escuela para que hagan unas cuantas visitas a la clase a la que se incorporará su hijo o hija, así como para explorar la escuela y, de esta manera tranquilizarlos. Estas visitas y las sesiones de intercambio de información permiten a la escuela tener tiempo para asegurar que los recursos humanos y materiales están disponibles en la escuela a la llegada del nuevo alumno. Esto es particularmente importante si se requieren equipos especiales o adaptaciones físicas del entorno. También permiten disponer de tiempo, si es necesario, para la contratación de nuevo personal, así como para formarlos.
2. Las transiciones dentro del sistema escolar
En la mayoría de los países hay transiciones dentro del sistema escolar que deben ser resueltas – por ejemplo, entre la educación primaria y la secundaria o entre una escuela pública y una privada. Más aún, hay estudiantes que efectúan cambios de escuela dentro de una misma etapa o ciclo escolar. El desarrollo de un enfoque inclusivo exige que esas transiciones ocurran tan fluidamente como sea posible, de manera que la experiencia escolar del alumno tenga un desarrollo consistente y coherente.
Esto implica una serie de acciones:
a. Remover las barreras estructurales
Algunas de las barreras que enfrentan los estudiantes en el proceso de transición están relacionadas con la estructura del sistema educativo. Aunque éstas se tratan con algún detalle en otras partes del Temario Abierto hay dos de ellas que son particularmente importantes en el tema que nos ocupa:
- La Rigidez del currículum
- La Repetición de grados
La Rigidez del curriculum, la evaluación y la práctica de aula. Es común que el currículum, los modos de evaluación y el estilo de enseñanza sean más rígidos a medida que se progresa en el sistema educativo. Especialmente, hay una ruptura muy marcada entre la educación primaria y la secundaria. Se debe revisar la forma en que los aspectos señalados crean barreras a la inclusión y considerar como reducirlas o eliminarlas.
La Repetición de grados. Un problema presente en varios sistemas educativos es que la promoción se realiza en función del grado y no por edad. Los estudiantes que presentan dificultades son retenidos en los cursos o niveles iniciales, aún cuando tienen la edad para pasar. En algunos casos, las familias se alegran porque piensan que su hijo o hija estará más “protegido” en un entorno que le es familiar. Sin embargo, este sistema puede llevar a que haya estudiantes muy mayores en relación con sus compañeros de clase, que sientan que han fracasado y que no puedan desarrollar relaciones normales con los pares de su edad. La solución obvia es que el sistema de promoción de un grado al otro ocurra por edad.
En algunas situaciones será apropiado encontrar otra alternativa que evite la rigidez propia de los sistemas de grado. En el ejemplo que sigue, el problema de niveles diferentes de logro entre los estudiantes es complicado por el hecho que los estudiantes pierden clases con el fin de ayudar a sus familias con su trabajo. Sin embargo, todas estas alternativas dependen de cómo se organice el aula con el propósito de promover un aprendizaje individualizado y flexible.
Estos enfoques causan controversia porque pueden acarrear una serie de peligros:
- pueden ofrecer enseñanza intensiva, pero poco imaginativa, tal vez en contextos semi segregados
- no contribuyen a resolver los problemas fundamentales pedagógicos ni del currículum que llevaron a aquellos estudiantes a fracasar en un principio
- suelen ser más efectivos con estudiantes que no presentan ningún tipo de trastorno intelectual ni de otro tipo, con los que se puede esperar que progresen bien con una enseñanza intensiva.
Probablemente lo mejor sería decir que estos enfoques de “aceleración” sólo deben considerarse como complementos a un sistema que ya cuenta con un currículum, enfoques pedagógicos, etc., inclusivos. Si se emplean por un tiempo corto y de manera muy focalizada, pueden constituir una estrategia importante para grupos social y económicamente desaventajados y/o para aquellos que, de otra manera, se sentirían desencantados con el sistema educativo.
b. Un proceso de transferencia fluido
Cuando los estudiantes son transferidos de una escuela a otra, es importante que existan mecanismos bien establecidos para transferir la información y para hacer los preparativos necesarios en la escuela que recibe al estudiante. En esencia, el proceso es el mismo que se ha descrito más arriba en relación con la entrada a la escuela por primera vez.
La transición entre la escuela elemental y la escuela intermedia, y entre ésta y la secundaria, el personal de una escuela puede visitar al personal de la otra en lo que se denomina una “reunión de articulación”. En ella se comparte información general acerca del estudiante, al igual que cualquier información acerca de necesidades específicas que éste pueda presentar, su estilo de aprendizaje y sus intereses y talentos especiales. Es común que el estudiante visite su nueva escuela por un día con el fin de que tenga una idea acerca del personal y los estudiantes y tomar el “gusto” de cómo es un día normal en ese entorno. Hay escuelas secundarias que invitan a los estudiantes, junto con sus padres, a un día de orientación formal para facilitar la transición. En este proceso, no se trata de manera diferente a los estudiantes con discapacidad.
Las transferencias pueden facilitarse cuando:
- Hay un sistema común de evaluación y registro, de manera que la información puede transferirse en un formato estándar que es significativo para ambas escuelas y
- Una persona designada (como una maestro de apoyo al aprendizaje) o equipo de ambas escuelas (pero particularmente de la escuela que recibe al estudiante) cuya responsabilidad sea asegurar que la información es transferida, se realicen los preparativos necesarios en la nueva escuela y que el programa de estudio del estudiante continúe de la forma más consistente posible.
C. LAS TRANSICIONES ENTRE LA ESCUELA Y EL MUNDO POST ESCOLAR
Las transiciones en el contexto de la educación obligatoria son considerablemente más fáciles de planificar que las transiciones entre este nivel y el mundo de la educación continua, de la educación superior y del empleo.
En este caso, las barreras estructurales son aún mayores que dentro de la educación obligatoria, y éstas hacen que la transición sea un proceso difícil, y que precisa grandes reformas antes de que dichas barreras puedan finalmente removerse:
- Financiamiento y sistemas administrativos y legislativos separados para la educación primaria, secundaria y terciaria. En muchos países, las diferentes etapas de la educación están bajo diferentes estructuras administrativas, por lo que las transiciones entre ellas se hacen más complejas. Especialmente, los sistemas para identificar, categorizar, financiar y responder a las necesidades especiales pueden ser diferentes y los estudiantes que reciben apoyos en una etapa podrían no recibirlos en la otra. Estos problemas tienden a ser especialmente marcados en el paso de la educación secundaria y la terciaria.
- El impacto de la selección. Las etapas educativas más avanzadas son casi siempre selectivas. A los estudiantes de los grupos que experimentan desventajas educacionales (por ejemplo, los que presentan una discapacidad o los de grupos marginados) se les puede negar plazas de manera desproporcionada. Es más, la provisión de educación media y superior puede darse en forma muy dispersa y/o exigir aranceles que los jóvenes en desventaja no podrían pagar.
- La transferencia de servicios para niños y jóvenes a servicios para adultos. En la educación, al igual que en la salud y los servicios sociales, podría haber formas diferentes de organizar los servicios para adultos y para los niños. Los jóvenes que han recibido servicios como niños, pueden perder este apoyo o tienen que renegociarlos para continuar recibiendo dichos servicios como adultos.
- El impacto de la selectividad del mercado laboral. Los jóvenes y niños que han experimentado desventajas educativas, cuyo logro escolar ha sido bajo y/o que presentan discapacidades también pueden tener dificultades para obtener empleo – en especial empleos de mejor nivel que requieren mayor nivel de formación. Frente a estas barreras estructurales, la transición es altamente problemática en muchos países. Sin embargo, las acciones que se detallan a continuación incluyen algunas formas que enfrentan directamente las barreras estructurales, y otras que ayudan a facilitar la transición en el contexto de las estructuras existentes.
D. LA PLANIFICACIÓN DE LA TRANSICIÓN
La planificación del proceso de transición es tan importante al finalizar la educación obligatoria como durante las etapas anteriores de la escolaridad del estudiante. Las siguientes características de la planificación de la transición parecen ser especialmente importantes:
- Un inicio temprano. Un proceso formal de planificación debe iniciarse mucho antes de que el estudiante termine la educación obligatoria, de manera que se solicite con tiempo la asesoría necesaria y se hagan las preparaciones correspondientes. En varios países (por ejemplo, Canadá, Inglaterra y Portugal), la planificación de la transición comienza a lo menos dos años antes de que termine la educación obligatoria.
- Un enfoque de equipo. La planificación se realiza generalmente a través de un equipo, compuesto por algunos o todos los maestros, profesionales de la salud y de trabajo social, especialistas en empleo, especialistas en formación técnica y superior. En algunos casos, los miembros de los equipos podrían necesitar llevar a cabo evaluaciones formales de las necesidades del o la joven con el fin de apoyar la toma de decisiones, así como asegurar que él o ella reciban los servicios para adultos que necesita.
- Participación del estudiante y sus padres. En muchos casos se reconoce que las decisiones no deben ser tomadas solamente por los profesionales y luego impuestas a los jóvenes. Su participación así como la de sus familias es esencial.
- Un plan de transición. La elaboración de un plan formal se considera una gran ayuda. Esto asegura que la planificación realmente se lleve a cabo, ofrece garantías para él o la joven y su familia, informa a las diferentes instancias sobre sus responsabilidades y, permite a los administradores supervisar la calidad del proceso de planificación y responder a cualquier necesidad de recursos.
- Un encargado de la transición. Con frecuencia es útil designar a un profesional como responsable de la transición, encargado de la coordinación del proceso y de asegurar su implementación. Esta persona también puede actuar como mentor y representante del o la joven, ayudándole a ubicarse en el laberinto de los servicios.
CONCLUSION
El apresto escolar facilita el éxito académico. Las investigaciones sugieren que los resultados escolares de los niños, especialmente en cuando a rendimiento, permanecen notablemente más estables los tres los primeros años de escuela. La evidencia sugiere que el apresto escolar es un factor importante para predecir el éxito escolar de los niños y que la caracterización de éste es multidimensional. Los padres y educadores tienen diferentes definiciones de apresto escolar – los educadores enfatizan el apresto en un marco social, mientras que los padres recalcan el apresto académico.
Así se determina que la calidad del preescolar o de los centros abiertos facilitan la adaptación posterior al jardín infantil, refuerza las competencias preacadémicas, fortalece las habilidades auto regulatorias y sociales y reduce la probabilidad de algunos resultados negativos, tales como la repitencia. Asimismo, factores tales como cuidadores más capacitados y menor cantidad de alumnos por educador fueron asociados a la competencia cognitiva previa al ingreso a la escuela. Estos efectos parecen ser incluso más pronunciados entre los niños expuestos a condiciones de alto riesgo. Los procesos familiares también influyen en las competencias de los niños cuando éstos ingresan a la escuela. La calidad de las relaciones padres-hijos, específicamente la estimulación y sensibilidad parental, tienen una correlación frecuentemente documentada con el éxito escolar temprano.
REFLEXION
En la mayoría de los estudios se lee las siguientes afirmaciones “muchos niños y niñas desertaban de la escuela, ya que para ellos era chocante cuando ingresaban al colegio”. Es por eso que es de suma importancia preparar a los padres para que brinden más atención a sus niños, que sean escuchados y tomados en cuenta. Fortalecer este vínculo y la interrelación entre padres e hijos es clave fundamental para los niños tengan éxito en su transición escolar. Además, los docentes son clave fundamental y de esta manera, se cree que ayuda la capacitación a los docentes para que hagan que los niños y niñas se desarrollen en un ambiente favorable.
Por medio de la capacitación a los docentes con estrategias pedagógicas, además de estrategias para promover la comunicación y la participación de los niños en el aula, generando en ellos una mayor confianza. La adecuada tarea del docente en sus funciones es muy importante, de esta manera se les pide que difundan en las reuniones con los padres la importancia de evitar el maltrato psicológico a sus hijos.
BIBLIOGRAFIA
LIBROS Y PUBLICACIONES
_______________. (2009).Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) Gobierno de Chile. Transición a la Escuela.
JACKSON, G. (2009). More than One Way to Learn: Home Educated between Home and School. Unpublished PhD, Monash University, Clayton.
OLIVER, L. Consejos para la Transición a la Escuela Primaria. http://www.mychildwithoutlimits.org/?page=transitioning-into-elementary-school&CFID=6376887&CFTOKEN=50332852&lang=ES&r=1
STIPEK DJ. (2009).Edad de ingreso a la escuela. In: Tremblay RE, Barr RG, PetersRDeV, eds. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia [en línea]. Montreal, Quebec: Centre of Excellence for Early Childhood Development; 1-5.
SITIOS WEB
- http://madalen.wordpress.com/2010/03/10/motivos-para-escolarizar/
- http://www.calidadeducativa.edusanluis.com.ar/2010/08/la-gestion-de-las-transiciones-en-el.html
- http://www.eduweb.vic.gov.au/edulibrary/public/earlychildhood/learning/transition_guidelines_spanish.pdf
- http://madalen.wordpress.com/2010/03/10/motivos-para-escolarizar/
GLOSARIO
- Apresto: Aparejar, preparar, disponer lo necesario para algo
- Éxito: se refiere al efecto o la consecuencia acertada de una acción o de un emprendimiento. Su raíz se hace más o menos evidente según el contexto en que usemos esta palabra, ya que muchas veces expresa sobresalir, salir por encima de la competencia, salir de la oscuridad del anonimato.
- Preescolar: Etapa educativa que precede a la enseñanza primaria.
- Calidad: es una herramienta básica para una propiedad inherente de cualquier cosa que permite que esta sea comparada con cualquier otra de su misma especie.
- Vínculo: es una unión, relación o atadura de una personao cosa con otra.
- Ambiente: es el entorno que afecta a los seres vivos y que condiciona sus circunstancias vitales.
- Docentes: es aquel individuo que se dedica a enseñaro que realiza acciones referentes a la enseñanza.
- Planificación: Es el proceso que organiza, dirige, coordina, controla y evalúa las gestiones de la organización en la consecución de su misión.
- Plan: es una intencióno un proyecto. Se trata de un modelo sistemático que se elabora antes de realizar una acción, con el objetivo de dirigirla y encauzarla.
- Enfoque: es una palabra que se emplea en el idioma español para hacer referencia a la acción y la consecuencia de enfocar.
- Equipo: es un grupo de seres humanos que se reúnen y trabajan en conjunto para alcanzar una meta en común.
- Barreras: Cosa, material o inmaterial, o persona que impide o dificulta la consecución o el desarrollo de algo.
ANEXO
El apoyo del docente es fundamental para que la transición sea satisfactoria
La participación de los padres en la transición aporta a que sea más fácil.
La comunicación de los padres con sus hijos es una de las estrategias fundamentales para hacer llevadera la transición de sus hijos.
Citar este texto en formato APA: _______. (2014). WEBSCOLAR. La transición entre escuela y hogar. https://www.webscolar.com/la-transicion-entre-escuela-y-hogar. Fecha de consulta: 22 de noviembre de 2024.