Las 13 colonias de Norteamérica
INTRODUCCIÓN
Cuando se empezó a organizar el primer gobierno legítimo de los Estados Unidos, se formaron 13 colonias originalmente. Estas colonias originales son los estados que hoy son:
Connecticut, New Hampshire, New York, New Jersey, Massachusetts, Pensylvania, Delaware, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Rhode Island, y Maryland.
La bandera de los Estados Unidos ha evolucionado a lo largo de la historia. La bandera tiene ahora 13 bandas que representan las 13 colonias americanas originales. Tiene también 50 estrellas, una por cada estado. El himno nacional se compuso en torno a la bandera y se le puso como título “The Star-Spangled Banner.” La bandera recibe también el nombre de “Stars and Stripes.” La canción Stars and Stripes Forever es una de las favoritas.
Antes de llegar a ser una nación distinta e independiente, nuestro país estaba compuesto de 13 colonias gobernadas por la Gran Bretaña. Los habitantes de las colonias no tenían ni voz ni voto en las leyes que se aprobaban o en la manera en que eran gobernados. Objetaban, en particular, el “régimen tributario sin representación”. Esto significa que el pueblo tenía la obligación de pagar impuestos pero no tenía el derecho de participar en las decisiones del gobierno.
Muchos de los primeros colonizadores que vinieron a los Estados Unidos eran personas que huían de tratamientos injustos en sus países de origen, especialmente de la persecución religiosa. Venían en busca de la libertad y de oportunidades nuevas. Actualmente, muchas personas vienen a los Estados Unidos por estas mismas razones.
En 1775 se inició una guerra en la que las colonias norteamericanas lucharon por su independencia contra Gran Bretaña.
El 2 de julio de 1776, muchas personas consideraban que este sistema era injusto y que debían gobernarse a sí mismas, pero no se adoptó una declaración oficial sino hasta dos días después, razón por la cual la Declaración de Independencia se celebra el 4 de julio. Los representantes de las colonias proclamaron entonces su Declaración de Independencia. Este documento histórico declaró que las colonias eran libres e independientes, y rompieron sus vínculos con la Gran Bretaña. Thomas Jefferson redactó la Declaración de Independencia y llegó después a ser el tercer Presidente de los Estados Unidos.
La guerra continuó hasta el 19 de octubre de 1781, cuando el ejercitó británico se rindió y finalmente las colonias se volvieron soberanas.
LAS TRECE COLONIAS
En el siglo XVIII Inglaterra tenía la colonia más grande del mundo, formada por trece territorios a lo largo de la costa atlántica.
El siglo XVII trajo mejor suerte para los ingleses, que pudieron establecer varias colonias en América. Entre todas, destacaron las 13 que fundaron en Norteamérica. Las circunstancias de la época de Jacobo I (1603-1625) eran muy favorables para la colonización.
El país había consolidado su hegemonía en el mar tras la victoria sobre la invencible, había liquidado el poder de la nobleza y del alto clero, había afirmado el poder del anglicanismo sobre otros grupos protestantes, había enriquecido a su burguesía con las propiedades de los católicos (dinero que ahora se necesitaba moralizar), y había transformado su economía, sustituyendo la estructura agraria por la ganadera y preindustrial. Todo esto se hizo a costa de un pueblo que quedó empobrecido y traumatizado por los problemas religiosos. Isabel I había canalizado a los desheredados hacia la piratería y el corso, pero su sucesor decidió hacer algo mas útil, empleándolos en colonizaciones.
El capitalismo comercial se brindó a ayudarle, especialmente las dos compañías de Londres y de Plymouth, a las que el monarca les ofreció un territorio americano que los españoles no habían ocupado: el existente al norte de la Florida, entre los 34 y los 45 de latitud N (la costa actual desde Carolina del Norte hasta Maine).
Se componían de establecimientos ubicados en la desembocadura de un río o en la orilla de una bahía. Las más antiguas son Virginia (1607) y Massachusetts (1620). La más reciente es Georgia (1732) bajo el reinado de Jorge II.
Hay tres grupos de establecimientos:
- En función de su género de vida.
- La forma de su sociedad política.
- Sus actividades productivas.
Al norte, Massachusetts, Connecticut, New Hampshire y Rhode Island formaban Nueva Inglaterra llamada así por John Smith que afirmó que se parecían a Inglaterra. Su economía se basaba en actividades variadas y remuneradoras. La ganadería y el cultivo de cereales estaban en manos de pequeños propietarios, en las regiones onduladas y verdes en el interior y las grandes extensiones de bosques proporcionaron bastantes serrerías. La pesca era esencial en un litoral recortado y rico en puertos naturales, se estableció un comercio muy activo. La industrialización contribuyó a elevar el nivel de vida.
Nueva Inglaterra estaba formada por puritanos: el carácter religioso impregnaba el comportamiento de los habitantes y las manifestaciones de la vida pública. La Iglesia estaba unida al Estado y quien se apartaba de la Iglesia se apartaba de la sociedad. La tolerancia era una palabra carente de sentido.
Gran Bretaña tenía con las colonias el llamado pacto colonial, la exclusividad, no quería industrias, ella las vendía y les compraba a las colonias las materias primas. Había tráfico ilegal de ron melaza y productos de las islas. Gran Bretaña mandó a cada colonia un gobernador cuyo sueldo era pagado por la Asamblea Colonial, ellos hacían vista gorda del tráfico ilegal para poder seguir cobrando.
Boston era el centro. La educación llevaba la impronta religiosa; los primeros colegios, que llegarían a ser universidades, (Harvard y Yale) fueron creados para formar los futuros ministros religiosos.
Las cinco colonias del sur: Virginia, Maryland, Carolina del Norte y del Sur y Georgia, formaban un grupo radicalmente distinto del otro. Eran aristócratas, no tenían interés cultural, gran parte de la población era negra y no trabajaban al contrario que los puritanos.
La diferencia se basaba en el clima subtropical y en la extensión territorial más grande y en el carácter más rural. La explotación del suelo se fundamentaba en el sistema de plantación, con la ayuda de la mano de obra negra, que en la segunda mitad del siglo XVIII era más numerosa que la población de los colonos. La economía estaba basada sobre algunos productos tropicales como tabaco, arroz, índigo y algodón, y en la venta de estas cosechas. Los ricos plantadores, generalmente anglicanos, tenían una vida fácil y formaban una sociedad aristocrática. Entre los esclavos negros y esta oligarquía había pocos elementos intermedios, concentrados en las pocas ciudades de la zona como Charlestone.
En la zona central existían cuatro colonias: New Jersey, Nueva York, Delaware y Pennsylvania.
Nueva York al principio era de los holandeses y la llamaron Nueva Amsterdam, pero luego se la arrebató Carlos II y pasó a llamarse Nueva York por su hermano Jacobo II, el cual tenía el título de York. Los ingleses llamaban a los holandeses Yankees, pero éste se ha vuelto contra ellos.
Pennsylvania fue fundada por la secta de los Quakers, desidentes pacifistas. La población contenía representaciones de todas las sectas religiosas y había experimentado un aumento a lo largo del siglo XVIII. La mayoría trabajaba en la tierra. Se exportaba a Europa trigo y madera. Las ciudades parecían pueblos grandes, sólo destacaba Filadelfia. De Europa llegaron a estos puertos centrales, a los que esperaba un gran futuro.
Jurídicamente se podían distinguir tres tipos de colonias:
- las colonias reales, que dependían de la Corona;
- las colonias de propietarios, que pertenecían en virtud de una concesión real, a un grupo de propietarios;
- las colonias de carta, cuya existencia jurídica tenía su origen en una carta.
Había pocas diferencias; cada colonia tenía una Constitución, pero por encima estaba el pacto colonial, de exclusividad, que reflejaba las tradiciones parlamentarias y las instituciones británicas. Existía un gobernador, que era el representante de la Corona y los colonos propietarios que elegían a sus delegados en la Asamblea, cuyo privilegio esencial era el control financiero, concretado en el voto de los impuestos necesarios para hacer frente a los gastos locales. Los dirigentes de las colonias se refugiaban en una sociedad restringida, había sufragio, debido a lo limitado del régimen representativo (de un 2 a un 8 % de electores, según los territorios).
Las colonias de América no escapaban a la norma en vigor entre las potencias coloniales. Era un mercado reservado a la metrópoli, y los colonos no tenían derecho a crear casi ninguna industria.
En 1634, llegaron allí 220 colonos (entre ellos dos jesuitas) con el hijo de Lord Baltimore y fundaron la ciudad de Saint Mary, en honor a la Virgen. Su colonia la bautizaron como Maryland o Tierra de María. Los colonos de Maryland tuvieron pronto conflictos con sus vecinos protestantes de Virginia y con los nuevos inmigrantes. Para ponerles freno, acordaron proclamar el Acta de Tolerancia (1649), por el cual se permitió practicar cualquier religión que reconociera la Trinidad. Esto equivalía a admitir a todos los cristianos, pero no así a los hebreos. Los Calvert aceptaron el Acta y permitieron, además, que existiera una representación de los colonos mediante una asamblea de burgueses, y favorecieron la emigración otorgando 100 acres a cada cabeza de familia que emigrara y 50 más por su mujer y por cada hijo. Esto hizo que acudieran a Maryland muchos emigrantes pobres de otras regiones.
Holanda reconoció la pérdida territorial de Nueva Holanda en el Tratado de Breda de 1667. New Jersey tuvo una colonización más compleja. Tras la ocupación de Nueva Holanda, el Duque de York cedió a sus amigos George Carteret y Lord John Berkeley algunas tierras situadas entre los ríos Delaware y Hudson (1664). En las condiciones de la cesión se estipuló que los propietarios nombrarían un gobernador, que se ayudaría en su trabajo con un consejo, y que habría asamblea electiva y libertad religiosa. Carteret, que había defendido la isla inglesa de Jersey contra los parlamentaristas de Cromwell, pudo llamar a la nueva colonia Nueva Jersey. El mismo año envió a colonizar a su sobrino Philiph Carteret, que fundó la población de Elizabethtown (1665) en honor a su señora. Las mercedes territoriales de Carteret y Berkeley se unieron en 1702, integrando una colonia real. En cuanto a Lord Berkeley, vendió sus derechos en New Jersey a dos cuáqueros (1674). Pennsylvania fue una colonia fundada por los cuáqueros, grupo protestante que practicaba una doctrina igualitarista, pacifista y de plena libertad de conciencia, que horrorizaba a los anglicanos. El fundador de la secta fue George Fox y sus seguidores fueron, principalmente, gentes pobres de los suburbios urbanos. El nombre de cuáqueros les vino porque decían temblar -quaquer, en inglés- ante el poder de la palabra divina, que cada uno escuchaba dentro de sí (rechazaban la jerarquía eclesiástica).
En los años 1770 ya habían surgido varios centros urbanos pequeños pero en proceso de expansión, y cada uno de ellos contaba con periódicos, tiendas, comerciantes y artesanos. Filadelfia, con 28.000 habitantes, era la ciudad más grande, seguida por New Yorkq, Boston, y Charleston. A diferencia de la mayor parte de las demás naciones, Estados Unidos jamás tuvo una aristocracia feudal. En la era colonial la tierra era abundante y la mano de obra escasa, y todo hombre libre tenía la oportunidad de alcanzar, si no la prosperidad, al menos la independencia económica.
Todas las colonias compartían la tradición del gobierno representativo. El monarca inglés nombraba a muchos de los gobernadores coloniales, pero todos ellos debían gobernar conjuntamente con una asamblea elegida. El voto estaba restringido a los terratenientes varones blancos, pero la mayoría de los hombres blancos tenían propiedades suficientes para votar. Inglaterra no podía ejercer un control directo sobre sus colonias norteamericanas. Londres estaba demasiado lejos, y los colonos tenían un espíritu muy independiente.
En 1733, los ingleses habían ocupado 13 colonias a lo largo de la costa del Atlántico, desde New Hampshire en el norte hasta Georgia en el sur. Los franceses controlaban Canadá y Louisiana, que comprendían toda la vertiente del Mississippi: un imperio vasto con pocos habitantes. Entre 1689 y 1815, Francia y la Gran Bretaña sostuvieron varias guerras, y América del Norte se vio envuelta en cada una de ellas. En 1756 Francia e Inglaterra estaban enfrascadas en la Guerra de los Siete Años, conocida en Estados Unidos como la Guerra Francesa e Indígena. El primer ministro británico, William Pitt, invirtió soldados y dinero en América del Norte y ganó un imperio. Las fuerzas británicas tomaron las plazas fuertes canadienses de Louisburg (1758), Quebec (1759) y Montreal (1760). La Paz de Paris, firmada en 1763, dio a la Gran Bretaña derechos sobre Canadá y toda América del Norte al este del Río Mississippi.
La victoria de Inglaterra condujo directamente a un conflicto con sus colonias norteamericanas. Para evitar que pelearan con los nativos de la región, llamados indios por los europeos, una proclama real negó a los colonos el derecho de establecerse al oeste de los Montes Apalaches. El gobierno británico empezó a castigar a los contrabandistas e impuso nuevos gravámenes al azúcar, el café, los textiles y otros bienes importados. La Ley de Alojamiento obligó a las colonias a alojar y alimentar a los soldados británicos; y con la aprobación de la Ley de Estampillas, debían adherirse estampillas fiscales especiales a todos los periódicos, folletos, documentos legales y licencias.
Estas medidas parecieron muy justas a los políticos británicos, que habían gastado fuertes sumas de dinero para defender a sus colonias norteamericanas durante y después de la Guerra Francesa e Indígena. Seguramente su razonamiento era que los colonos debían sufragar parte de esos gastos. Pero los colonos temían que los nuevos impuestos dificultaran el comercio, y que las tropas británicas estacionadas en las colonias pudieran ser usadas para aplastar las libertades civiles que los colonos habían disfrutado hasta entonces.
En general, estos temores eran infundados, pero fueron los precursores de lo que han llegado a ser tradiciones profundamente arraigadas en la política estadounidense. Los ciudadanos desconfían del “gobierno poderoso”; después de todo, millones de inmigrantes llegaron a los Estados Unidos para escapar de la represión política.
En 1765, representantes de nueve colonias se reunieron como “Congreso sobre la Ley de Estampillas” y protestaron contra el nuevo impuesto. Los comerciantes se negaron a vender productos británicos, los distribuidores de estampillas se vieron amenazados por la muchedumbre enardecida y la mayoría de los colonos sencillamente se negó a comprar las mencionadas estampillas. El parlamento británico se vio forzado a revocar la Ley de Estampillas, pero hizo cumplir la Ley de Alojamiento, decretó impuestos al té y a otros productos y envió funcionarios aduaneros a Boston a cobrar esos aranceles. De nuevo los colonos optaron por desobedecer, así que se enviaron soldados británicos a Boston.
Las tensiones se aliviaron cuando Lord North, el nuevo Primer ministro británico, eliminó todos los nuevos impuestos salvo el del té. En 1773, un grupo de patriotas respondi6 a dicho impuesto escenificando la Fiesta del Té de Boston: disfrazados de indígenas, abordaron buques mercantes británicos y arrojaron al agua, en el puerto de Boston, 342 huacales de té.
El parlamento promulgó entonces las “Leyes Intolerables”: la independencia del gobierno colonial de Massachusetts fue drásticamente restringida y se enviaron más soldados británicos al puerto de Boston, que ya estaba cerrado a los buques mercantes. En septiembre de 1774 tuvo lugar en Filadelfia el Primer Congreso Continental, reunión de líderes coloniales que se oponían a lo que percibían como opresión británica en las colonias. Estos líderes instaron a los colonos a desobedecer las Leyes Intolerables y a boicotear el comercio británico. Los colonos empezaron a organizar milicias y a almacenar armas y municiones.
CONCLUSIÓN
En este trabajo hemos podido conocer el origen de la Actual Estados Unidos de América, que debido a los derechos de sus pobladores que la conformaban inmigrantes sus treces colonias que han sido conocidas dentro del trabajo, ha ido trabajando al beneficio de sus pobladores, en donde hoy en día ha constituido por 53 estados.
En donde uno de sus protagonistas para que ocurrieran estos hechos fueron Thomas Jefferson y muchos de los pobladores que hicieron una diferencia para obtener la Actual Estados Unidos que conocemos hoy.
Entre 1776 y 1865 La lucha de miles de americanos realizaron la confederación estadounidense que pasó de 13 a 36 estados miembros.
BIBLIOGRAFÍA
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http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/contextos/1585.htm
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http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/efemerides/septiembre2001/interna/ame3.htm
Citar este texto en formato APA: _______. (2011). WEBSCOLAR. Las 13 colonias de Norteamérica. https://www.webscolar.com/las-13-colonias-de-norteamerica. Fecha de consulta: 21 de noviembre de 2024.
me gusto mucho
Excelente, pedagogico,una narrativa preciosa que permite entrar y vivir los hechos, una manera facil de saber sobre la independencia de los EEUU de Nortemaerica, no tenia ni idea. Ampliamente recomendada. Gracias
de estas 13 colonias en la actualidad aún existen?