Los valores
RESPONSABILIDAD
La responsabilidad (o la irresponsabilidad) es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las puertas en el día que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los recursos públicos para sus propios intereses.
Sin embargo plantearse qué es la responsabilidad no es algo tan sencillo. Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha comprometido.
La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza.
HONESTIDAD
Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma). Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como nosotros, “son como son” y no existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona honesta.
RESPETO
El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo. El término se refiere a cuestiones morales y éticas, es utilizado en filosofía política y otras ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.
El respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aceptar y comprender su forma de pensar aunque no sea igual que la nuestra, aunque según nosotros está equivocado, pero quien puede asegurarlo porque para nosotros; está bien los que están de acuerdo con nosotros, sino lo están; creemos que ellos están mal, en su forma de pensar, pero quien asegura que nosotros somos los portadores de la verdad, hay que aprender a Respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los demás. Pero no solo a las personas se les debe el respeto más profundo sino todo aquello que nos rodea, a las plantas y animales, a la pequeña hormiga y la gran ballena, a los ríos, lagos y mares. Todo como parte de la creación se lo merece.
COMPRENSIÓN
La comprensión es la actitud tolerante para encontrar como justificados y naturales los actos o sentimientos de otro. Es en este momento nos percatamos que la comprensión va más allá de “entender” los motivos y circunstancias que rodean a un hecho, es decir, no basta con saber que pasa, es necesario dar algo más de nosotros mismos.
Podemos “saber “que un empleado nuestro comete errores con cierta frecuencia, “justificamos” este hecho debido a una falta de conocimiento, lo cual determina sus fallas como involuntarias y observamos la necesidad urgente e inmediata de brindar la capacitación correspondiente. El justificar se convierte en una disculpa, en una atenuante que nos hace ubicar el problema en su justa medida, por lo tanto, la comprensión nos lleva a proponer, sugerir o establecer los medios que ayuden a los demás a superar el estado por el que actualmente pasan.
SINCERIDAD
La sinceridad también requiere valor ya que a la hora de decir la verdad a un amigo o a una amiga por ejemplo, el no decir la verdad no se puede justificar con no decirlo con el perder una buena amistad o por el concepto que se tiene de la persona. La persona sincera siempre dice la verdad, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Ya que vernos sorprendidos mientras mentimos es más vergonzoso aún.
La sinceridad no sólo se ve en las palabras, sino que también se demuestra por medio de nuestras actitudes. Cuando se aparenta lo que no somos (en la edad, trabajo, amistad…) se tiende a aparentar lo que no se es (más joven, inteligente, educados…) Si se descubre la gran mentira que nos han hecho creer se nos viene a la memoria el refrán: ‘’Dime de que presumes… y te diré de que careces’’ y entonces se produce una gran desilusión ya que se pierden las esperanzas de lo que la persona no es en realidad. También indicar que ‘’decir’’ siempre la verdad con palabras es una parte de la sinceridad, pero también hay que ‘’actuar’’ acorde con la verdad.
GENEROSIDAD
La generosidad del ser humano es el hábito de dar y entender a los demás. Comparado a menudo con la caridad como virtud, la generosidad se acepta extensamente en sociedad como un hábito deseable. En momentos de desastres naturales, los esfuerzos de la ayuda son con frecuencia proporcionados, voluntariamente, por los individuos o los grupos que actúan de manera unilateral en su entrega de tiempo, de recursos, de mercancías, de dinero, etc. La generosidad es una forma de altruismo y rasgo de la filantropía, como puede verse en las personas anónimas que prestan servicios en una organización no lucrativa.
Si eres generoso te olvidas del egoísmo, no esperas a que alguien te diga te necesito, te muestras con entusiasmo y te entregas desde el principio hasta el fin, piensas en lo maravilloso que es poder ayudar y agradeces la oportunidad de servir.
SOLIDARIDAD
La solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política, y constituye el fin y el motivo primario del valor de la organización social. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, y es de singular interés para el estudio del hombre en sociedad y de la sociedad misma. La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza.
La solidaridad, por tanto, se desprende de la naturaleza misma de la persona humana. El hombre, social por naturaleza, debe de llegar a ser, razonada su sociabilidad, solidario por esa misma naturaleza. “La palabra solidaridad reúne y expresa nuestras esperanzas plenas de inquietud, sirve de estímulo a la fortaleza y el pensamiento, es símbolo de unión para hombres que hasta ayer estaban alejados entre sí”. Es la solidaridad el modo natural en que se refleja la sociabilidad: ¿para qué somos sociales si no es para compartir las cargas, para ayudarnos, para crecer juntos? Como ya veremos, la solidaridad es algo justo y natural; no es tarea de santos, de virtuosos, de ascetas, de monjes, de políticos; es tarea de hombres.
BONDAD
La bondad es un comportamiento externo que nos informa de lo que se guarda dentro de sí mismo. La bondad, entonces podemos afirmar que es la expresión del amor, que se ve amorosamente a las personas y a la naturaleza. Es causa de gran preocupación para quienes pensamos así, ver como los niños pequeños maltratan, torturan y matan a los animales domésticos por el gusto que esto les produce. Por el contrario ver como los niños cuidan amorosamente a los animalitos, admiran las plantas, la luna y todo lo que ven nos produce gran emoción de esperanza en un mundo mejor. La bondad es una inclinación universal, la historia está llena de personas que hicieron el bien a la humanidad. Por todos lados se ve el heroísmo y el sacrificio de los padres a favor de sus hijos, sin que la historia de cuenta de su anónimo comportamiento. Quizás su recuerdo queda sólo en nosotros los adultos que algún día fuimos bendecidos por sus cuidados.
PRUDENCIA
Cuando hablamos de prudencia, casi inmediatamente lo relacionamos con la costumbre de hablar o hacer las cosas sin reflexionar. Personas que a toda costa buscan hablar, que fuerzan sus capacidades y habilidades para intervenir en actividades a las que no se les ha llamado, pero a las que les impele su necesidad de sentirse superiores a los demás y estar en el centro del candelero.
La falta de prudencia hace que emitamos informaciones y comentarios no pedidos, que a nadie interesan y que debían guardarse, como es lo concerniente a nuestra intimidad familiar y la discreción que debemos a los procedimientos de nuestro trabajo. Nuestra imagen es afectada por la falta de prudencia, por no seguir las normas de convivencia, dando rienda suelta a nuestros impulsos y emociones sin evaluar sus consecuencias.
LEALTAD
La lealtad es un valor que debemos desarrollar en nuestro interior y tener conciencia de lo que hacemos y decimos. Es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás. Es un compromiso de defender lo que creemos; y en quienes creemos, si no cumplimos como es debido, nos quedamos solos. Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a algo serio y profundo. Todos podemos tener un amigo de verdad, pero debemos estar conscientes que esto implica un compromiso, porque es estar en las buenas y en las malas.
En la escuela es cumplir no sólo por obligación, sino porque tenemos un compromiso con la institución en donde estudiamos y con la familia misma. La lealtad es una llave que nos permite tener un auténtico éxito cuando nos relacionamos, que es difícil de obtener. Es muy común aquella persona que al saber que puede obtener algo de nosotros se nos acerque, y cuando dejamos de serle útiles nos abandone, y lo que acaba ocurriendo es que esas personas no son dignas de confianza.
Citar este texto en formato APA: _______. (2014). WEBSCOLAR. Los valores. https://www.webscolar.com/los-valores-2. Fecha de consulta: 21 de noviembre de 2024.